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Caricias

Caricias. Héctor Tierno


Con los mismos guardapolvos ...
Intervención de estudiantes de Magisterio.
Día del Desaparecido de la Enseñanza
1° de agosto, de 2018.
Sede sindical de Ademu.
Montevideo.

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Caricias

Tenemos muchísimos párpados,
y en lo hondo, y perdidos están los ojos

Julio Cortázar, Papeles inesperados

Caricias del alma –comentó Raquel.

Llevaban acampados más de un mes ante el edificio de la presidencia. ¿Por qué? En defensa del agua ante los continuados tentativos de enajenación de las aguas dulces naturales.

A la carpa se acercaron Lucía y Gabriel.

Les traje algo para compartir –dijo Lucía mientras desenvolvía un paquetito–, es pan casero que hicimos y está todavía calentito. También trajimos un poquito de humus de lentejas, que queda muy rico para acompañar.

Miguel se sonrió y les regaló una de las plantitas con las que él colabora en la lucha por el agua. Era un extraño lenguaje de vida. Me hizo recordar de cuando una muchacha muy joven de una comunidad indígena de Jujuy nos comentó asombrada:

– ¿Pero cómo tienen problemas con el agua?

La pregunta le había salido desde lo más hondo. No podía entender que la avaricia quisiera también enajenarnos el agua, esencialmente vida.

Mónica había cortado en rodajitas el pan casero, untándolo con el humus de lentejas. Miguel había envuelto con cuidado la plantita de regalo. Nos quedamos pensando en ese mundo posible, en un mundo posible con esos lenguajes.

Quise sacar una foto pero no me fue posible.
No lograba penetrar en los intersticios de tanta belleza.

– En lo hondo, y perdidos están los ojos –me susurraron al oído.

Al otro día, en una escuela, Lucía que era maestra, mostró en su clase la plantita que le habían regalado en la carpa del agua. Los niños vieron lo que yo no había podido fotografiar. Tenían ojos y esa plantita es la que en su corazón llevaron para sus casas.

Nuestro Julio Castro, desaparecido por la dictadura, por años trabaja en relación con la escuela rural. Cuántos ojos se abrieron con su deambular por las escuelas; cuántos ojos se siguen abriendo desde allí, desde Toledo, donde lo quisieron acallar.

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(*) Relato en formato .pdf:
Caricias

Por todos ellos
Día del Desaparecido de la Enseñanza
1° de agosto, de 2018.
Sede sindical de Ademu.
Montevideo.

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Abuela Grillo

Duración: 10’00”

Cortometraje animado basado en una antigua leyenda ayorea.

Música principal:
Chillchi Parita
compuesta y cantada por
Luzmila Carpio.

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Venimos de lejos



Duración: 1h28’49”

Recopilación de cantares de Latinoamérica.
Historias, identidades y sentires de los pueblos.

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Nuestro solo derecho

Nuestro solo derecho. Héctor Tierno


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Nuestro solo derecho

Nuestro solo derecho es empezar otra vez
bajo la luz del sol sereno

Juan Gelman, Otras partes

Ella se curvó nuevamente a la orilla del río y continuó lavando. Tenía los ojos irritados, no podía dejar de pensar en Jimena. Ya no volvería a verla, ya no la tendría nunca más a su lado, con esa fuerza hermosa que tenía, cargando los atados de ropa y haciéndole guiñadas risueñas.

Miguel, el hermano de Jimena, tenía apenas dos años menos que ella y con sus diecisiete años se había ido desde Artigas a Montevideo “para probar suerte” con otros trabajos. Le pesaba demasiado la muerte de su padre en los cañaverales
y por eso le había dicho a Juanita, su madre:

–Voy a probar, mamá, no te preocupes, vas a ver que algún trabajito consigo.

Juanita y Jimena lo habían ayudado a preparar sus cosas la noche antes de su partida para Montevideo. Las dos lloriqueaban, o mejor dicho los tres lloriqueaban, cuando se despidieron en la terminal de ómnibus. Durante todo el viaje Miguel le fue dando vueltas en su corazón a aquellas dos mujeres de su vida, las dos lavanderas desde siempre. En ese largo viaje ya empezó a sentir la falta de esas dos lavanderitas; las imágenes se sucedían lentamente, a ritmo de caricias: su madre ya no tan joven y siempre cobijándolo, con su trabajo y con sus abrazos llenos de cariño; su hermana, un jurguillo, pegadita a su madre mientras lavaban en el río,
cargando y correteando con la ropa.

–Sí Miguel, venite enseguida. Murió Jimena –y su madre estalló en llantos en el teléfono.

Hacía apenas dos años que Miguel estaba en Montevideo. Había hecho todo tipo de changas. Trabajos que le exigían tanto físicamente y que le rendían apenas para subsistir. Le dolía en el alma la lejanía de su tierra, de sus amigos, de su historia, de su padre muerto, de sus dos lavanderitas. Otra vez un largo viaje de vuelta, otra vez mil imágenes de esa su historia, a la que hoy tenía que agregar la muerte de Jimena. Sin saberlo, pensó como su madre:
nuestro solo derecho es empezar otra vez.

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(*) Relato en formato .pdf:
Nuestro solo derecho

reflejos en el río Arno de Florencia, Italia.

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Cuando llora la esperanza. Pablo Estramín



Duración: 4’47”

Se muestran imágenes del barrio Nuevo Comienzo
(en Santa Catalina, Montevideo, Uruguay),
una ocupación de terrenos abandonados
que partió en enero de 2020
y que ha sido duramente hostigada.

Audio: Cuando llora la esperanza
Letra y Música: Pablo Estramín.
En la voz del autor.

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Cuando llora la esperanza

Un disparo suena en la noche,
muerte disfrazada de amigo.
Un pibe que pasa corriendo,
con un monedero escondido.

En la esquina fumando base,
con los ojos de roja nube,
buscando aliviar la tristeza,
hay cuatro botijas que curten.

La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.

Les mostramos desde la tele
las mansiones, la buena vida,
los banquetes de los famosos,
y ellos con la mesa vacía.

Para protegernos más tarde,
de la realidad que creamos,
los mandamos al calabozo,
para que los caguen a palos.

La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.

Cuando salen, vuelven al barrio
al dolor de todos los días,
a los gurisitos descalzos,
al terror de la policía.

No entendemos que la injusticia
es la madre de la violencia,
el garrote no arregla nada.
¡Dignidad, comida y escuela!

La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.

La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
La esperanza llora en la noche,
¡nunca te me mueras de olvido!

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Galería de imágenes
(*) Album de fotografías:
Tener una vivienda no es delito, es un derecho

Músicas y audiovisuales relacionados:
(*) Listado en formato .pdf:
Música y cantares desde el Uruguay

(*) Lista de audiovisuales:
Música y cantares desde el Uruguay

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Poesía y música, narrar de juglares (2)

Poesía y música, narrar de juglares (2)


Lecturas paralelas,
paralelos cantares.
Música y poesía narrando memoria,
tendiendo puentes
para una vida más humana y más digna.

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Poesía y música, narrar de juglares (2)


Duración: 1h08’16”

Contenido:

01) Preguntas al azar
Mario Benedetti, Daniel Viglietti,
“A dos voces” (Uruguay).

02) No tan gotán
Mario Benedetti, Daniel Viglietti,
“A dos voces”.

03) Es tan poco
Estela Castro recita a Mario Benedetti;
música de Fernando Berman (Uruguay).

04) Informe sobre caricias
Estela Castro recita a Mario;
música de Fernando Berman.

05) Papel mojado
poema de Mario Benedetti,
musicalizado por Víctor Merino (Perú),
en las voces de Tania Libertad (Perú, residente en México)
y Joan Manuel Serrat (España).

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06) Sonata para adiós y flauta
poema de y recitado por Mario Benedetti (Uruguay).

07) Setenta balcones y ninguna flor
poema de Baldomero Fernández Moreno,
interpretado por Nacha Guevara (Argentina).

08) Los versos más tristes
poema de Pablo Neruda (Chile),
interpretado por Paco Ibañez (España).

09) Así como hoy matan negros
poema de Pablo Neruda,
interpretado por los Inti Illimani (Chile).

10) Tendrías que llegar
poema de Idea Vilariño,
musicalizado por Pepe Guerra (Uruguay).

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11) Las campesinas del Cuá
poema de Ernesto Cardenal,
musicalizado por Carlos Mejía Godoy (Nicaragua).

12) Yo soy un hombre sincero
poema de José Martí,
musicalizado por Pablo Milanés (Cuba).

13) La niña de Guatemala
poema de José Martí,
interpretado por Los Olimareños (Uruguay).

14) Cantares
la poesía de Antonio Machado
en el cantar de Joan Manuel Serrat (España).

15) Vencidos
poema de León Felipe (España),
musicalizado por Joan Manuel Serrat.

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16) Llegó con tres heridas
poema de Miguel Hernández (España),
interpretado por Joan Baez (Estados Unidos).

17) Andaluces de Jaén
poema de Miguel Hernández,
interpretado por Paco Ibañez (España).

18) Homenaje a Juan Gelman
palabras de Idea Vilariño;
homenaje a Juan Gelman en Uruguay
(4 de abril de 2000).

19) Otras partes
Juan Gelman (Argentina).

20) Yo vivo en un tiempo de guerra
Daniel Viglietti (Uruguay);
poema de Bertolt Brecht;
musicalización y arreglos de Edu Lobo
y Gianfrancesco Guarnieri (Brasil).

21) Otra voz canta
poema de Circe Maia,
musicalizado por Daniel Viglietti (Uruguay).

22) A galopar
poema de Rafael Alberti,
recitado por él mismo
y luego interpretado por Paco Ibañez (España).

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Las imágenes que acompañan a este audiovisual ilustran algunos de los haikus de Mario Benedetti, publicados en su obra “Rincón de haikus”, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2000.

Los haikus son una estructura poética de origen japonés, que constan de diecisiete sílabas, dispuestas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas. Dice Mario Benedetti: «Apenas he tenido la osadía de introducirme en esa pauta lírica, pero no apelando a tópicos japoneses sino a mis propios vaivenes, inquietudes, paisajes y sentimientos».
(*) álbum La poesía de Mario Benedetti, Rincón de haikus

También puede verse el documento en formato pdf,
La poesía de Mario Benedetti, Rincón de haikus

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Este audiovisual forma parte de las listas de reproducción:

Memoteca. Historias y sentires de América

Palabras andantes y sonantes

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Poesía y música, narrar de juglares (1)

Poesía y música, narrar de juglares (1)


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Poesía y música, narrar de juglares (1)

Duración: 1h32’30”

Lecturas paralelas,
paralelos cantares.
Música y poesía narrando memoria,
tendiendo puentes
para una vida más humana y más digna.

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Contenido:

01) Otra voz canta
poema de Circe Maia,
presentado por ella misma
e interpretado por Numa Moraes y El Alemán (Uruguay).

02) La canción y el poema
poema de Idea Vilariño,
musicalizado por Alfredo Zitarrosa
e interpretado por la cantante Cristina Fernández
junto a la Orquesta Filarmónica de Montevideo,
bajo la dirección de la Mtra. Ligia Amadio. (Uruguay).

03) Por qué cantamos
poema de Mario Benedetti (Uruguay),
musicalizado por Alberto Favero
e interpretado por la cantante Elena Roger
y el pianista Lito Vitale (Argentina).

04) Soledad Barrett
Mario Benedetti, Daniel Viglietti,
“A dos voces” (Uruguay).

05) Anaclara
Mario Benedetti, Daniel Viglietti,
“A dos voces”.

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06) La muralla
poema de Nicolás Guillén (Cuba),
musicalizado e interpretado por los Quilapayún (Chile).

07) Barlovento
poema de Nicolás Guillén (Cuba),
musicalizado por Roberto Darwin
e interpretado por Cristina Fernández y Washington Carrasco (Uruguay).

08) El niño yuntero
poema de Miguel Hernández,
musicalizado por Joan Manuel Serrat (España).

09) Nanas de la cebolla
poema de Miguel Hernández,
musicalizado por Joan Manuel Serrat.

10) Andaluces de Jaén
poema de Miguel Hernández,
musicalizado por Paco Ibañez (España).

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11) Poetas andaluces
poema de Rafael Alberti “Balada para los poetas andaluces de hoy”;
musicalizado por Manolo Díaz (miembro de Aguaviva)
e interpretado por el grupo Aguaviva (España).

12) Romance de la Luna
poema de Federico García Lorca (España),
musicalizado por Oscar Perna (Uruguay).

13) Romance sonámbulo
poema de Federico García Lorca,
musicalizado por Oscar Perna.

14) Defensa de la alegría
poema de Mario Benedetti,
leído por Estela Castro,
música de Fernando Berman (Uruguay).

15) Todavía
poema de Mario Benedetti,
leído por Estela Castro,
música de Fernando Berman.

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16) Te quiero
la peruana Tania Libertad interpreta la poesía de Mario Benedetti,
musicalizada por Alberto Favero (Argentina).

17) Lecturas paralelas. Paralelos cantares
Leo Maslíah (Uruguay), Concierto para guitarra y cuerdas (primer movimiento);
guitarrista Eduardo Fernández,
con la Orquesta Filarmónica de Montevideo.
Otras partes, poema de y leído por Juan Gelman (Argentina),
con ocasión del homenaje que el pueblo del Uruguay
quiso ofrecerle en el teatro El Galpón de Montevideo,
el 4 de abril del 2000.

18) Canto de Ossanha
texto de Vinicius de Moraes
musicalizado por Baden Powell (Brasil).

19) Guitarra
poema de Nicolás Guillén (Cuba),
musicalizado por César Junaro
e interpretado por Savia Nueva (Bolivia).

20) Los Orientales
por Los Olimareños;
poema de Idea Vilariño,
musicalizado por José L. Guerra. (Uruguay).

21) Ustedes y Nosotros
poema de Mario Benedetti (Uruguay),
interpretado por Jairo (Argentina).

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Las imágenes que acompañan a este audiovisual ilustran algunos de los haikus de Mario Benedetti, publicados en su obra “Rincón de haikus”, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2000.

Los haikus son una estructura poética de origen japonés, que constan de diecisiete sílabas, dispuestas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas. Dice Mario Benedetti: «Apenas he tenido la osadía de introducirme en esa pauta lírica, pero no apelando a tópicos japoneses sino a mis propios vaivenes, inquietudes, paisajes y sentimientos».
(*) álbum La poesía de Mario Benedetti, Rincón de haikus

También puede verse el documento en formato pdf,
La poesía de Mario Benedetti, Rincón de haikus

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Este audiovisual forma parte de las listas de reproducción:

Memoteca. Historias y sentires de América

Palabras andantes y sonantes

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Trelew. Santucho, entrevista en Cuba, 1972

Trelew. 16 rosas rojas. Santucho, entrevista en Cuba, 1972


Dignidad latinoamericana

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Trelew. 16 rosas rojas

Duración: 4’50”

Trelew. 22 de agosto de 1972

El 15 de agosto de 1972, durante la dictadura encabezada por Alejandro Lanusse, veinticinco presos políticos de diversas organizaciones políticas se fugaron del penal de máxima seguridad de Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta llegar al viejo aeropuerto de Trelew. El objetivo era llegar hacia Chile, gobernado por Salvador Allende. Solamente seis de los fugados logran tomar un avión y escapar: Mario Santucho, Roberto Quieto, Fernando Vaca Narvaja, Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena y Mario Osatinsky. El resto del grupo no llegó a abordar el avión y se entregó a las autoridades militares, bajo la condición de que los retornaran al penal y que se garantizara la seguridad de los presos.

En lugar de llevarlos a Rawson, los trasladaron a la Base Aeronaval “Almirante Zar”, dependiente de la Armada y en la madrugada del 22 de agosto, la guardia los obligó a salir de sus celdas y fueron masacrados.

Asesinan a sangre fría a dieciséis detenidos:
Carlos Astudillo,
Rubén Pedro Bonnet,
Eduardo Capello,
Mario Emilio Delfino,
Alfredo Kohon,
Susana Lesgart,
José Ricardo Mena,
Clarisa Lea Place,
Miguel Ángel Polti,
Mariano Pujadas,
Carlos Alberto del Rey,
María Angélica Sabelli,
Humberto Suárez,
Humberto Toschi,
Alejandro Ulla y
Ana María Villarreal de Santucho.

Tres de los prisioneros quedan heridos, pero luego del golpe de 1976
fueron secuestrados y aún continúan desaparecidos:
María Antonia Berger,
Alberto Camps y
Ricardo Haidar.

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Poema: El poema “16 rosas rojas” fue escrito por el “Negro” Montenegro, obrero ferroviario tucumano, desde la cárcel, poco después de la Masacre de Trelew.

16 rosas rojas
Leída el 22 de agosto de 1972,
en el pabellón 5 de Rawson.

Uniformada y sombría
la traición abrió sus alas
destino de carne joven
para un huracán de balas.

Nadie les dice razón
nadie les grita o les habla
muda en los pechos florece
las garras de la metralla.

La noche era un alto rostro
helado viento de escarcha
con dieciséis rosas rojas
tendidas bajo su planta.

Y desde una estrella herida
bajó del cielo una lágrima
y fue en agosto ese grito
y la hora, las tres de la madrugada.

¡Qué solo se queda el pueblo
cuando sus hijos le matan!
¡Qué sola queda la tierra
si el guerrillero le falta!

Desde los puños oscuros
muda en las bocas estallan
los juramentos y asombros
de las nubes indignadas.

Y llevan los cuatro vientos
al corazón de la patria
los latidos de fusiles,
comprometiendo batalla.

¡Ay! del que puso su odio
traicionero y a mansalva.
No habrá justicia si un día
su oscuro crimen no paga.

Y dieciséis rosas rojas
nacidas de madrugada
florecerán cada agosto
en la patria liberada.


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Películas relacionadas:

(*) Ni olvido ni perdón: 1972, la masacre de Trelew
Dirección: Raymundo Gleyzer. Argentina. 1972. Documental. Duración: 30’

(*) Trelew
Dirección: Mariana Arruti. Argentina. 2004. Documental. Duración: 1h 35’

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Este audiovisual forma parte de la lista de reproducción:
Ocho Letras para la Memoria

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Nota. La imagen que acompaña la lectura del poema es de Xul Solar:
Drago - 1927
Museo Xul Solar. Colección permanente

Se puede ver la galería de imágenes:
Una mirada sobre la obra de Xul Solar

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Trelew. Santucho, entrevista en Cuba, 1972

Duración: 54’38”

Trelew. 22 de agosto de 1972

Descripción: «El 15 de agosto de 1972, durante la dictadura encabezada por Alejandro Lanusse, veinticinco presos políticos de diversas organizaciones políticas se fugaron del penal de máxima seguridad de Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta llegar al Viejo Aeropuerto de Trelew. El objetivo era llegar hacia Chile, gobernado por Salvador Allende. Solo seis lograron tomar el vuelo hacia el país limítrofe. El resto del grupo no llegó a abordar el avión y se entregó a las autoridades militares, bajo la condición de que los retornaran al penal y que se garantizara la seguridad de los presos.

En lugar de llevarlos a Rawson, los trasladaron a la Base Aeronaval “Almirante Zar”, dependiente de la Armada y en la madrugada del 22 de agosto, la guardia los obligó a salir de sus celdas y fueron asesinados.

En el año 2012, los responsables de los fusilamientos, fueron condenados a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, considerando a “la Masacre de Trelew” como un delito de lesa humanidad.

Dieciséis de los prisioneros fueron fusilados. [...] Diez de ellos nacieron, vivieron, cursaron sus estudios y militaron en Córdoba. Tres de los prisioneros lograron sobrevivir, pero luego del golpe de 1976 fueron secuestrados y aún continúan desaparecidos.»
(cita de la Comisión Provincial de la Memoria de Córdoba)

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La grabación que se reproduce aquí apareció casi treinta años después, a principios de 2001, entre los archivos del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Era una entrevista realizada el 13 de octubre de 1972 en un patio de La Habana donde funcionaba Radio Habana Cuba. Casi dos meses después de los hechos, Mario Roberto Santucho, Roberto Quieto y Fernando Vaca Narvaja dialogaban con el periodista cubano Orlando Castellanos sobre la fuga de Trelew. Un material inédito, desconocido, ignorado incluso por los más cercanos. Cincuenta y cuatro minutos de palabras, la respiración, los silencios y el latido de los protagonistas, el pasado que se enciende y nos habla al oído.

La voz de tres de los dirigentes que lograron fugarse en un avión de Austral y sobrevivieron a la masacre retornaba desde el fondo del tiempo. Con Santucho y Quieto secuestrados y asesinados por las fuerzas de seguridad, sólo Vaca Narvaja había quedado con vida. El testimonio tenía un valor histórico y era además, en un plano más íntimo, para muchos de sus familiares la posibilidad de escuchar por primera vez esas voces. Castellanos era un periodista de larga experiencia en la radio y había sido corresponsal de guerra en Vietnam, Laos y Camboya.

Alguien le acercó esa cinta a María Santucho, que vive en Cuba desde 1976 y dirige junto a Victor Casaus el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. La grabación cruzó el océano muy pronto en un casete TDK de 60 minutos y, en Buenos Aires, Quique Pesoa y Leda Berlusconi la convirtieron en audio digital.

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Los primeros en alcanzar la puerta de entrada del penal fueron los dirigentes: Mario Roberto Santucho, Domingo Mena y Enrique Gorriarán Merlo del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP); Marcos Osatinsky y Roberto Quieto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Fernando Vaca Narvaja de la organización Montoneros.

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Los argentinos en La Habana. De izquierda a derecha: Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Mena, Carlos Goldenberg, Víctor Fernández Palmeiro, Mario Roberto Santucho, Marcos Osatinsky, Ana Wiesen, Alejandro Ferreyra Beltrán, Roberto Quieto y Fernando Vaca Narvaja.
En la fuga a Chile, y luego a Cuba, a los seis dirigentes guerrilleros se suma Carlos Goldenberg, conductor del vehículo; lograron subirse al BAC 111 de la empresa Austral (tomado previamente en vuelo desde Buenos Aires por un comando integrado por Víctor José Fernández Palmeiro y Alejandro Enrique Ferreyra Beltrán, ambos del ERP, y Ana Wiesen de Olmedo, maestra, integrante de las FAR.

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Este audiovisual forma parte de la lista de reproducción:
Memoteca. Historias y sentires de América

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Álvaro Yunque. Mocho y el espantapájaros

Cuento infanrtil. Álvaro Yunque. Mocho y el espantapájaros


Pequeña Biblioteca

Es muy difícil levantarse luego de haber sido tan golpeados.
Pero es posible, construyendo y re-construyendo el tejido social que han destrozado.
Nunca solos, con memoria y colectivamente.

“Sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.”
Carta del Che Guevara a sus hijos.

Memoria y justicia
Pintura mural.
Imágenes y palabras se hermanan en homenaje a Plef.
Tomás Basañez y Avda. Rivera,
Buceo, Montevideo.

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Tantas cosas deberíamos incluir en nuestra pequeña biblioteca.
Hoy proponemos este cuento infantil de Álvaro Yunque.

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Mocho y el espantapájaros

Me querés acompañar a la chacra de mi tía? —dice Tula—. Mamá me manda llevarle esta torta. Yo tengo miedo al espantapájaros que hay a la salida del pueblo.

—¡Puf! —hace Mocho, y se yergue, satisfecho de que Tula, ¡tan limpia, tan suave, tan modosa!, le haga este pedido, confíe en su valor y en su fuerza, apoye en él su debilidad femenina.

—¿Me acompañás? —insiste ella.

—¡Vamos!

Comienzan a andar uno al lado del otro. Son de la misma edad, diez años, pero Mocho es bastante más alto, y parece de más edad con su corpachón vigoroso de muchacho crecido al sol y al aire libre, con su cabeza de pelos enmarañados, negros y duros, con su cara morena y como amasada a golpes. No en vano la delicada y dulce Tula busca su apoyo. El muchacho exhibe fortaleza y coraje, ¡vaya!, ¿no lo ha visto ella misma enredarse a puñetazos con chicos mayores o correr a pedradas a perros grandes?

Caminan y conversan. Él:

—¿Por qué le tenés miedo al espantapájaros? No es nada más que un espantapájaros. Y vos no sos un pájaro. ¿O te creés que sos un gorrión?

—Ya sé que no soy un gorrión, pero abuela dice que de noche el espantapájaros se pone a caminar, y yo pienso que si vuelvo tarde, sola, y me encuentro el espantapájaros por el camino... ¡Ay! Con solo pensarlo, mirá, se me pone carne de gallina, me enfrío. Tocá.

Mocho no se lo hace repetir. Toca la piel aterciopelada del brazo de su amiga, y habla. Habla seguro de sí:

—¡Son macanas eso que dice tu abuela! Yo he pasado de noche por el camino y el espantapájaros estaba allí como si fuese de día.

—¿Habrás pasado una noche de luna?

—He pasado en noches de luna y en noches de tormenta. El espantapájaros no se mueve de su sitio.

—¿Noches de tormenta? ¡Qué valiente!

Mocho sonríe, gozoso. Tula cree lo que él afirma.

Y dice:

—¡Para eso soy hombre! Los hombres somos valientes.

Continúan andando. De vez en vez, ella lo mira de reojo. Y vuelve a hablar:

—Yendo a tu lado no tengo miedo de pasar por allí frente al espantapájaros.

Él calla. Una ola de satisfacción le sube desde el pecho al rostro y se lo colorea. Saber que esta muchacha tan linda, tan suave, tan graciosa, confía en él, le da mayor seguridad todavía. Calla, mete las manos en los bolsillos, pisa más fuerte.

Ella insiste:

—¿Y si saliera el espantapájaros a atajarnos en el camino?

—¡Bah! —hace él y se encoge de hombros, despreciativo: no toma en cuenta una suposición tan descabellada.

—Sí, ya sé que no saldrá, al fin ahora es de día. Pero... ¿si saliera?...

—¡Lo rompo todo! ¡No le dejo una hilacha! —afirma él, y continúa andando. Lo dice con tanta firmeza que Tula sonríe, contagiada de la seguridad de su amigo.

—¿Qué torta llevás allí? —pregunta él, y las pupilas le relucen de gula.

—Una torta de dulce de membrillo para mi tía, la de la chacra. Hoy es su cumpleaños.

—A ver, dejame tomar el olor... ¡Ah, qué rica ha de ser!

—Sí, es rica. Yo te daría un pedazo, pero... si mamá sabe...

—¿Y cómo puede saberlo?

—Muy fácil: que mi tía, mañana, cuando la vea, le diga: a tu torta le faltaba un pedazo.

—Es cierto.

—Mamá hizo otra torta para nosotros. Esta noche, cuando me den mi pedazo, en el postre de la comida, no lo comeré. Te lo guardaré para vos.

—Guardame la mitad —concede él, un poco caballero.

—No, te lo guardaré todo.

—No, la mitad.

—Bueno, la mitad —accede la chica, y agrega—: También le puedo pedir a mamá un pedazo para vos. Le puedo decir que me acompañaste. ¿Qué te parece?

—Me parece mejor. Así con tu medio pedazo y mi pedazo, yo me como un pedazo y medio.

Tula no responde, aunque en verdad, Mocho no ha interpretado su pensamiento. Ella pensaba que pidiendo para él, este se conformaría con su pedazo.

En fin...

Doblan el camino.

—¡Allí está! —exclama ella, se toma de la mano de Mocho, aminora el paso.

—¿Y qué? —dice él, despectivamente—. ¡Vas conmigo!

Llegan delante del espantapájaros. Un sombrero de paja medio caído y, sobre la cruz de palo de sus hombros, colgantes harapos de lo que fuera un saco de hombre.

Mocho lo enfrenta, burlón y valiente:

—¡Hola, espantapájaros! ¿Qué decís? ¿Cómo te va?

Recoge unas piedras y le tira. Acierta con una y le bambolea el sombrero. No se conforma con esa demostración de valentía. No oyendo a Tula que le balbucea:

—¡No, Mocho, no hagas eso! Mirá que de noche se puede vengar... ¡No, Mocho!...

El muchacho, de un brinco, salta el alambrado, se acerca al espantapájaros y le quita el sombrero. Ríe a carcajadas. Se topa con él y continúa andando, regocijado de su hazaña cuanto del temor con que su trémula compañera, pálida y temblorosa, lo sigue.

Mocho se da vuelta y, saludando, grita:

—¡Chau, espantapájaros! ¡Tanto gusto de saludarlo con su sombrero, señor espantapájaros! —Y le tira el sombrero que cae entre los trigos de su custodia.

A la vuelta, después de haber dejado el obsequio en manos de la tía, más satisfechos, porque ésta los ha invitado con masas y sándwiches, Mocho vuelve a enfrentarse con el espantapájaros:

—¡Adiós, che! Te has quedado sin cabeza. Te voy a poner el sombrero.

Vuelve a saltar el alambrado, recoge el sombrero y lo hunde en el palo que sirve de cuello al espantapájaros. Antes de doblar el camino, se vuelve para burlarlo:

—¡Adiós, espantapájaros! ¡Seguí asustando a gorriones, que a mí no me asustás!

—¡Pero a mí me asusta! —agrega la chica, y se toma de su mano. Llegan a las casas del pueblo.

—Hasta mañana, Mocho valiente.

—Hasta mañana, y ya sabés...

—¿Qué, Mocho?

—¿Te olvidaste lo del pedazo y medio de torta?... ¡Me quedé con unas ganas de probarla!

Por la noche, una noche sin luna, con oscuros nubarrones que rezongan truenos, Mocho sale al camino. Va a buscar al espantapájaros. Va a probarle que, si de día no le tuvo miedo, de noche tampoco se lo tiene. ¡Y eso que no es noche de luna! Se burlará de él, le quitará el sombrero de paja, le desgarrará el saco. Porque el espantapájaros estará allí, en el sitio de siempre, inmóvil e inofensivo, solo sirviendo para asustar a tontos gorriones o débiles niñas como Tula...

Pero ¿qué? ¿Quién viene allí por el camino? ¿Es el espantapájaros?

¡No puede ser! ¡Y es el espantapájaros, sí! Lentamente, con sus harapos al viento, con su sombrerote de paja agitado, allí viene, por el camino, y en dirección contraria a la suya. Mocho se detiene, sorprendido y temeroso. Siente que un frío de hielo le paraliza las piernas, que la piel se le eriza, que los cabellos se le ponen de punta. Intenta gritar, y no puede. La voz se le corta.

¿Pero entonces era verdad lo que decía la abuela de Tula? ¿Es verdad que el espantapájaros sale de noche a andar por los caminos? ¡No puede ser! ¿Cómo creer en tal cosa? Y sin embargo, allí está, en el camino, andando como un hombre y dirigiéndose hacia él, quizás dispuesto a vengarse de sus burlas y de sus pedradas. Ya se acerca, se acerca... Mocho no resiste más. Da vuelta y, temblando de miedo, echa a correr.

Pero corre torpemente, sus piernas temblorosas han perdido el vigor y la agilidad habituales. Y oye detrás suyo los pasos del espantapájaros que lo persigue. Los oye más cerca, ¡más cerca todavía!, ya parece que lo tiene junto a él, no puede más...



Pide auxilio. ¿A quién pedirlo sino a la madre?

Intenta dar un salto, y grita:

—¡Mamá, mamá! —Siente que ha caído. Porque Mocho acaba de rodar de la cama donde estaba soñando. Se hace la luz. A su lado está la madre, afligida:

—¿Qué te pasa, querido?

Mocho la mira con ojos espantados. Va a decirle que el espantapájaros lo corría, pero calla. ¿Cómo decir tal cosa? Calla y se aprieta contra su pecho, sollozante. La madre lo consuela y acaricia:

—Estabas soñando. Una pesadilla, seguramente. Eso te pasa por comer mucho y a cada rato. No es nada. Acostate, querido. Yo te acompañaré.

Lo tiende en la cama, lo arropa. Y se instala a su lado. Mocho se siente seguro, cierra los ojos, se duerme.

Pero a la mañana siguiente, día de sol radiante y magnífico, pasando por delante del espantapájaros inmóvil, sigue derecho, lo contempla de reojo. No se le ocurre burlarlo ni tirarle piedras.

Marc Chagall

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Mocho y el espantapájaros,
de Álvaro Yunque (seudónimo de Arístides Herrero Gandolfi),
está incluido en el libro Mocho y el espantapájaros: y otros cuentos;
el libro fue publicado en 1972
y prohibido en época dictatorial. Argentina.

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Cantares de Numa Moraes. Qué lindo es vivir así


Audiovisual, duración 2'10"

Un canto a la vida

Numa Moraes canta en el marco de «1983-2023. A 40 años del viaje de los niños del exilio. Presentación de una muestra fotográfica», actividad llevada a cabo en la sede de la Junta Departamental de Montevideo,
el 22 de noviembre de 2023.

Marcas de la Memoria, Marcas como Abrazos:
Niños en vuelo desde el exilio,
26 de diciembre de 1983.

Se conmemoran los 40 años del viaje de 154 niños provenientes del exilio uruguayo, que a su llegada a Uruguay, el 26 de diciembre de 1983, desde el aeropuerto de Carrasco fueron conducidos a este local en una caravana de ómnibus. La Coordinadora del Transporte del Pit se encargó de los vehículos, los niños pudieron abrazar a sus familias y un pueblo se volcó a la calle para recibir a sus hijos.

Música
Compañero,
de Marcos Velásquez,
en la voz de Héctor Numa Moraes.

Compañero

Qué lindo es vivir así
sabiendo que el hombre es bueno,
sabiendo que el hombre es bueno,
que la semilla ni sabe
que la culpa es del terreno,
que la semilla ni sabe
que la culpa es del terreno.

Llegará el día, sí señor,
verá qué lindo, verá qué bueno,
que usted tire un beso al aire,
verá qué justo, verá qué cierto,
sabiendo que donde caiga
no caerá preso
no caerá preso.

Es lindo mirar a un niño
porque cuanto más pequeño,
porque cuanto más pequeño,
es más puro, más semilla,
menos patrón y más dueño,
es más puro, más semilla,
menos patrón y más dueño.

Dele usted la mano a un niño
verá qué lindo, verá qué bueno,
y dígale con confianza,
verá qué justo, verá qué cierto,
y dígale como a un hombre
¿cómo le va, compañero?

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Galería de imágenes

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Álbum: El mundo del nosotros está naciendo

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documento en formato pdf, Cuentos infantiles prohibidos

para visitar la Pequeña Biblioteca

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Palabras andantes, sentires de pueblo

Diccionario castellano - lunfardo rioplatense


De cómo la palabra es un modo de concebir el mundo,
un modo de transitarlo,
el modo que nos enseñaron los Viejos.

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué?
y tratamos de mirar hondo,
y las palabras andantes,
por sus modos y por sus tonos,
nos dan las respuestas del sentir de un pueblo.

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Sigue la luz
Mural, obra de Pardos.
Calle Acevedo Díaz, esquina Miguelete.
Montevideo. 2018.

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Palabra de Oriental
Esbozo de Diccionario bilingüe

CastellanoRioplatense

RioplatenseCastellano

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Ni mármol duro y eterno,
ni música y pintura,
sino palabra en el tiempo.


Antonio Machado, Nuevas canciones, 1924.

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Paseando entre las palabras ...

Bobo, a (estúpido, a, imbécil, papamoscas, papanatas, tonto, a, zonzo, a)

► Abombado, a (← abomba’o, abomba’a). “No te podés confiar en él, es muy abombado”.

► Alcornoque (→ árbol de cuya corteza se extrae el corcho). Como en la expresión “cabeza llena de aserrín”, también en este caso se hace referencia a la consistencia de una substancia inerte como el corcho para definir a la persona esúpida o tonta. “Es un cabeza de alcornoque, no te va a entender nunca”.

► Banana. Nabo, en cuanto tonto, y también boludo, pelotudo, por cuanto ridículo en lo que dice y hace. “Se las tira de crack, pero es un banana”.

► Belinún, una (beninún, una) (← gen., belinún, tonto; ← gen. aumentativo de belin, pene). “No le hagas caso, es un belinún de primera”.

► Bobalicón, ona. Aumentativo de bobo, en cuanto persona crédula y estúpida. “Es un grupito de bobalicones con los que no podés contar”.

► Burro, a. Define la estupidez total, con perdón de los burritos.

► Cabeza hueca. “No se interesa por nada, es un cabeza hueca”.

► Cabeza llena de aserrín. Como cabeza hueca pero haciendo referencia a que en lugar de “materia gris” tiene sólo materia inerte en la cabeza. “No razona, tiene aserrín en la cabeza”. Cuando a la estupidez se suma la maldad o la crueldad, entonces el aserrín se transforma en mierda:
“Es una bestia, tiene mierda en la cabeza”;
o bien, en expresión simplificada: “Es un enfermo, a”.

► Calabaza, Nabo, a, Zapallo, a. “No sé cómo hace para ser tan naba”.

► Chorizo, a. “Juan es un tipo muy bien, pero el hermano es un chorizo”.

► Chorlito (← chorlito, ave de cabeza pequeña); persona ingenua o tonta. La locución “caer como un chorlito”, subraya la ingenuidad de la persona a la que se le hace un engaño; mientras que la expresión “cabeza de chorlito” destaca la estupidez de una persona.

► Gil, gila, y su aumentativo gilastrún, una (muy tonto, a). “Se hace el gil pero entendió todo”.

► Marmota. Bobo, muy tonto (← siciliano, marmótta, especie animal / torpe, bobo).

► Otario, a. “Es bastante otario como para estar en ese cargo”.

► Pajarón, ona. “Con su cara de pajarón no paró de decir bobadas”.

► Pánfilo, a. “Es bastante lerda de entenderas, más bien una pánfila desde chiquita”.

► Papafrita. “Me dijeron que hablara con el director, que es todavía más papafrita que el empleado”.

► Paparulo, a. Bobo, tonto zonzo; poco inteligente.

► Salame. Sinónimo de tonto, torpe. “Me duele haber sido tan salame
y no darme cuenta antes de lo que estaba pasando”.

► Zoquete. De discutida etimología, indica la persona estúpida, muy boba.
“El novio de Alicia es un zoquete, pero allá ella”.

De todo este largo listado hay al menos dos elementos muy destacables: por un lado la abundancia de sinónimos del vocablo madre “bobo” (estúpido, imbécil, tonto) y por otro lado la dificultad para explicar la génesis de algunos de los vocablos sinónimos, ya que identidades tan notorias, como por ejemplo, de estúpido, a con nabo, a; vejiga; salame; ... son realmente difíciles de interpretar.

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Palabra de Oriental. Esbozo de Diccionario bilingüe

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Graffitis. Fiesta del color en La Comercial y Tres Cruces

Descripción: Murales del Festival Wang 2018
y otras pinturas murales en los barrios La Comercial y Tres Cruces.

Artistas participantes del Festival Wang 2018:
Colectivo Licuado (Theic y Fitz),
Pardos (Demo y Lolo),
Pintadas (Ceci Ro y Fér),
Fulviet,
Nulo,
Zesar Bahamonte,
Juan Contreras,
Alfalfa,
Matu,
Ákite,
David de la Mano.

Il Quarto Stato (El Cuarto Estado)
Pintura original (óleo sobre tela, 1901),
de Giuseppe Pellizza da Volpedo (italiano).
Mural en Sutel,
Sindicato Unico de Telecomunicaciones.
Barrio Tres Cruces, Montevideo.

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Huellas, desde mi ventana - Machu Picchu – Quilapayún

Duración: 3’40”

El lenguaje de la imagen; colores del son.

Música: Machu Picchu, de Hugo Lagos y Eduardo Carrasco
interpretada por el grupo Quilapayún (Chile),
tema incluido en el disco "Patria" (1976).

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Museo de la Memoria en Montevideo

Museo de la Memoria en Montevideo


Crónicas de la resistencia
Colección “Tejiendo Memorias”


Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir.

Silvio Rodríguez, “Al final de este viaje”

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Albumes fotográficos de la Memoria
Para los navegantes con ganas de viento
la memoria es punto de partida


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Museo de la Memoria. Montevideo

Descripción: Una visita al Museo de la Memoria de Montevideo.

Mujer atada a su dolor
Escultura en cerámica (2013).
Obra de la artista Tania Astapenko.
Museo de la Memoria (MuMe),
Montevideo.

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Memorias de un galgo: la Onda. Museo de la Memoria

Descripción: Exposición en el Museo de la Memoria de Montevideo.
Exposición temporal, junio-julio 2014.

A través de la historia de ONDA, recorremos la historia del Uruguay durante 80 años. Es una historia de pioneros en un país que crecía y se desarrollaba luego de estabilizarse institucionalmente, dejando atrás las guerras civiles que marcaron el nacimiento de la Nación. Pero llegó un momento que ese modelo de desarrollo se agotó, llegó la crisis de los años ‘60, la dictadura y el terrorismo de Estado de los años ‘70 y hasta mediados de los ‘80, donde se produjo una reestructura del sistema que tuvo sus últimas expresiones con la política neoliberal de los años ‘90, que, entre otras consecuencias, produjo el cierre de ONDA.

Con esta exposición el Museo de la Memoria realiza un homenaje al emprendimiento colectivo que fue ONDA, y a los miles de personas que trabajaron en esta empresa, que sintetiza en su historia, buena parte de la historia del pasado reciente en Uruguay.

Memorias de un galgo
Antiguo ómnibus de la compañia de transportes Onda
en la explanada de acceso al Museo.
Exposición temporal, junio-julio 2014.
Museo de la Memoria (MuMe),
Montevideo.

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Memorias. Hijos de Desaparecidos. Uruguay

Descripción: Exposición fotográfica Hijos,
en el Museo de la Memoria.
Montevideo. Marzo 2011.

Hijos y desaparecidos ¡Presente!
Frente al Museo de la Memoria.
1° de Mayo de 1984.

Hijos
Exposición fotográfica temporal.
Museo de la Memoria (MuMe).
Montevideo.

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Impunidades, Olvidos y Memorias

Duración: 13’08”

Descripción:
Quizás el resumen más breve de este trabajo se pueda hacer, por un lado, con la imagen del fotógrafo Aurelio González encontrando en el 2006 las fotos de archivo del diario ‘El Popular’ que había escondido en 1973, cuando tuvo que abandonar el Uruguay por la dictadura; su alegría creo que fue no sólo la de recuperar sus fotos y un archivo, sino la de recuperar memoria, memoria del pueblo uruguayo,
memoria de pueblos, por algo las había escondido.

Por otro lado, también diría que seguramente aquí faltan las tantas fotos que ustedes tienen. “... Aquí falta la foto que usted tiene” aparecía escrito luego de una serie de fotografías dispuestas en el suelo, delante del Museo de la Memoria de Montevideo, y creo que también en este caso se trata de recuperar las fotitos que van más allá de la imagen; esas fotitos escondidas y a flor de piel de la memoria son las que faltan,
las que hay que agregar para recuperar memorias y reconstruir identidades.

Porque “... la categoría fundadora de la imagen no es la necesidad de figurar o imitar algo que existe sino la necesidad de prolongar el contacto, la proximidad, el deseo de que el vínculo persista. Incluso y fundamentalmente cuando el adiós es definitivo”.
Marisa Strelczenia. Fotografía y memoria: la escena ausente,
en ‘Ojos Crueles’, Buenos Aires,
octubre de 2004, Año I, nº1.
Citado en en la página web del CMDF, ‘Pasado reciente’.

Memoria del pueblo uruguayo, memorias de pueblos, porque alcanza con detenerse apenas en esas fotos para ver que las memorias se entremezclan sin fronteras y sin banderas;
protagonistas, lugares y hechos
resuenan en una única memoria
rioplatense y latinoamericana.

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Música e intérpretes:

1) A DOS VOCES - Mario Benedetti y Daniel Viglietti
- Benedetti, Muerte de Soledad Barret (fragmento)
- Viglietti, Soledad Barret
- Viglietti, Anaclara
- Benedetti, Bienvenida

2) NUMA MORAES
La Patria compañero


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Imagen, Memoria e Historia

«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...
»

Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.

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Crónicas de la resistencia. Colección “Tejiendo Memorias”

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12 de octubre. Descolonicémonos. Nada que celebrar

12 de octubre. Descolonicémonos. Nada que celebrar


Crónicas de la resistencia
Colección “Tejiendo Memorias”


Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir.

Silvio Rodríguez, “Al final de este viaje”

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Albumes fotográficos de la Memoria
Para los navegantes con ganas de viento
la memoria es punto de partida


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Desde el corazón del mar

Hay días que alcanza una palabra para que se llenen de luz,
de luz de Luna y Sol.

Ya me estaba yendo del Encuentro Antirracista celebrado en la plaza;
Titi aún no había terminado de distribuir las bandejitas de guiso que había preparado
y alguien se me acercó y me dijo:
“Quería regalarle esto,
es el corazón del mar”.

Como respuesta le pedí para sacarle una foto
con ese enorme caracol que me regalaba.

Volví a casa con esa caricia
y me dije otra vez:
“Hasta que la dignidad se haga costumbre”.


Desde el corazón del mar
Encuentro Antirracista,
Plaza Seregni, Montevideo.
11/octubre/2024.

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Encuentro Antirracista. Desde el corazón del mar

Patrimonios de cultura y lucha populares
La historia de nuestra gente y nuestros barrios
forma parte de nuestro Patrimonio.

Descripción: Encuentro antirracista en el mes de la Decolonización
y de la resistencia afro-indígena.

Actividad realizada en Montevideo,
en la Plaza Seregni. 11/octubre/2024.
Desde el corazón del mar
Montaje de un caracol marino
con una obra de Florencia Flanagan
expuesta en el Subte Municipal,
muestra «Al agua no le importa que sea viernes».

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Refugiados aún después de la muerte. Memoria en Guatemala

Descripción: Memoria en Guatemala.

Fotos de Jonathan “Jonás” Moller
expuestas en el Museo de la Memoria de Montevideo.

La exposición se conforma a partir de las imágenes tomadas por el fotógrafo Jonathan “Jonás” Moller durante su trabajo con el Equipo Técnico Forense de la Diócesis del Quiché, en Guatemala, una de las zonas más castigadas por el genocidio que se cobró la vida de más de 200.000 personas (en su mayoría indígenas mayas) a manos de la dictadura militar durante la década de los años ochenta.

Refugiados aún después de la muerte.
Memoria, Justicia y Reconciliación en Guatemala

Durante un día y una noche, en la iglesia principal de Nebaj la gente acompaña los restos de sus familiares martirizados. Después se los llevaron a sus casas en las aldeas para velarlos antes del entierro.
Nebaj, Departamento de Quiché, Guatemala, 2001.
Fotografías de Jonathan “Jonás” Moller expuestas
en el Museo de la Memoria de Montevideo.

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Los nacimientos de América - Mburucuyá - La Catedral

Duración: 4’46”

Sonido, voz y color de las tierras americanas

Los nacimientos de América - Leyendas americanas
La flor del mburucuyá - Sonidos de una catedral

Una de las tantas historias que habitan el paisaje americano.
Fantasía hecha de miel, de verde,
de sangre y de tierra roja,
de colores, sonidos y aromas dulces:
la leyenda de la flor del mburucuyá.

Presentación de Silvia Kuschnir.

Música: La Catedral, de Agustín Barrios Mangoré (San Juan Bautista Misiones, Paraguay)
interpretada (guitarra) por Ricardo Peralta (Las Varillas, Córdoba, Argentina)

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Imagen, Memoria e Historia

«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...
»

Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.

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Crónicas de la resistencia. Colección “Tejiendo Memorias”

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Exploración lingüístico-cultural

Lengua y cultura. Porcentaje. Apartheid


Aborígenes de Salta,
Exposición fotográfica de Nancy Urrutia.
MAPI (Museo de Arte Precolombino e Indígena),
Montevideo, marzo de 2012.

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LATINOAMERICA - AL REVES Y AL DERECHO
Pequeño Diccionario Ilustrado


PORCENTAJE. En términos de población humana, ¿qué porcentaje se puede definir como “porcentaje significativo”? El Pequeño Larousse Ilustrado, con su saber francés enciclopédico, hablando de la población indígena de Colombia (de más de dos millones), dice: “Hay sólo un 8% de indígenas puros”. “Sólo” indica evidentemente que el porcentaje es poco significativo. Creo que los gobiernos colombianos han hecho bien cuando ignoraron la existencia de esa población insignificante.

«Población. Se halla la población de Colombia, agrupada casi en su totalidad en varios núcleos urbanos de la zona andina. Han contribuido a la formación étnica del país indios, blancos y negros, de cuya fusión ha surgido gran número de mestizos (40 %) y mulatos (18 %). En el siglo XVIII empezó la importación de esclavos africanos destinados a las plantaciones del litoral del Pacífico. Hay sólo un 8% de indígenas puros. La inmigración es débil».
Pequeño Larousse Ilustrado, edición publicada el 10 de agosto de 1981.

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Los nacimientos de América - Mburucuyá - La Catedral

Duración: 4’46”

Descripción:

Música, voz y color de las tierras americanas.
Los nacimientos de América - Leyendas americanas.
La flor del mburucuyá - Sonidos de una catedral.
Una de las tantas historias que habitan el paisaje americano.

Fantasía hecha de miel, de verde,
de sangre y de tierra roja,
de colores, sonidos y aromas dulces:
la leyenda de la flor del mburucuyá.


Presentación de Silvia Kuschnir.

Música: La Catedral,
de Agustín Barrios Mangoré
(San Juan Bautista Misiones, Paraguay)
interpretada (en guitarra) por Ricardo Peralta
(Las Varillas, Córdoba, Argentina).

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Todos somos Gaza
Todos somos Palestina

Acto llevado a cabo ante el ataque genocida
por parte de Israel a los territorios palestinos.
Espacio Libre Saracho,
Hocquart y Fernández Crespo,
Montevideo. 28 de mayo de 2021.

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APARTHEID. En 2024 se cumplen 76 años de la expulsión y el desplazamiento masivos de más de 700.000 personas palestinas de sus hogares, pueblos y ciudades durante el conflicto que dio lugar a la creación de Israel en 1948. La nakba (catástrofe), como la denomina en lengua árabe la población palestina, está grabada en la conciencia colectiva palestina como una historia de implacable desposesión.

El apartheid llevado a cabo por Israel es hijo de los imperios coloniales de Inglaterra y Francia en Medio Oriente, hoy sustentado por Estados Unidos y países aliados de la Comunidad Eurpea.

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No al genocidio. No a la masacre del pueblo palestino

Duración: 4’00”

Descripción: Todos somos Gaza. Todos somos Palestina. Alto al genocidio.
Actividad ante Starbucks,
denunciando el sostén de esta empresa
al ataque genocida por parte de Israel
a los territorios palestinos.
Tres Cruces, Montevideo, 02/12/2023.

Música:
“Raj’een” (Estamos volviendo),
interpretada por la cantante palestina Nai Barghouti.

En página nueva puede verse el álbum de imágenes:
No al genocidio. No a la masacre del pueblo palestino

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