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Salvador Allende, su último discurso

Salvador Allende, su último discurso. 1973


11 de setiembre de 1973

Los pueblos unidos,
jamás serán vencidos


Manifestación de solidaridad con el pueblo chileno
llevada a cabo ante la embajada de Chile en Uruguay.
Montevideo, 21/octubre/2019.

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Les habla el Presidente de la República, desde el Palacio de la Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería, habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo cual significa un levantamiento en contra del gobierno, del gobierno legítimamente constituido, del gobierno que está amparado por la ley y la voluntad de los ciudadanos.

En estas circunstancias llamo, sobre todo a los trabajadores, que ocupen sus sitios de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan calma y serenidad. Hasta este momento, en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas según me ha informado el jefe de la guarnición; Santiago estaría acuartelado y normal. En todo caso, yo estoy aquí en el Palacio de Gobierno y me quedaré aquí defendiendo el gobierno que represento por la voluntad del pueblo. Lo que deseo fundamentalmente, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes, que eviten provocaciones.

Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la patria, que han jurado defender el régimen establecido que es expresión de la voluntad ciudadana y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y lo prestigia por el […] de las fuerzas armadas.

En estas circunstancias tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo, y los trabajadores fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en su sitio de trabajo, escuchando el llamado que puede hacerle y las instrucciones que le dé el compañero presidente de la república. Para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa, será superada. Este es un momento duro y difícil. Es posible que nos aplasten, pero el mañana será del pueblo. Será de los trabajadores.
La humanidad avanza a la conquista de una vida mejor.


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De cuanto sigue,
puede escucharse el audio,
en página aparte,
duración 6’24”,
Salvador Allende, su último discurso


«Compatriotas. Ésta será seguramente la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron...; soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado, más el señor Mendoza, general rastrero... que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha nominado director general de Carabineros.

Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales, ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria, quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre, que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento, definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder, para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las líneas férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará. Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo, que mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición
».

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NO ES DICTADURA

A redoblar muchachos la esperanza

Uruguay. 1973 - 2023
A CINCUENTA AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CÍVICO-MILITAR
Y DE LA HUELGA GENERAL QUE LE FUE RESPUESTA

*
Re-Construyendo identidades

NO ES DICTADURA

Prohíbese la divulgación
de todo tipo de información que,
directa o indirectamente,
se refiera a lo dispuesto por el presente decreto
atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo

*
No es dictadura
Carátula del semanario Marcha, n° 1649,
Montevideo, 30 de junio de 1973

*
El decreto N° 464/973 del 27 de junio de 1973

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DECRETA
1°. Declárase disueltas la Cámara de Senadores y la Cámara de Representantes.
2°. Crease un Consejo de Estado, integrado por las miembros que oportunamente
se designarán con las siguientes atribuciones;
a) Desempeñar independientemente las funciones específicas de la Asamblea General;
b) Controlar la gestión del Poder Ejecutivo relacionada
con el respeto de los derechos individuales de la persona humana y
con la sumisión de dicho Poder a las normas constitucionales y legales;
c) Elaborar un anteproyecto de Reforma Constitucional
que reafirme los fundamentales principios democráticos y representativos,
a ser oportunamente plebiscitado por el Cuerpo Electoral.
3°. Prohíbese la divulgación por la prensa oral escrita o televisiva de todo tipo de información,
comentario o grabación que, directa o indirectamente,
mencione o se refiera a lo dispuesto por el presente decreto
atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo,
o pueda perturbar la tranquilidad y el orden público.
4°. Facúltase a las Fuerzas Armadas y Policiales a adoptar las medidas necesarias
para asegurar la prestación ininterrumpida de las servicios públicos esenciales.

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Audiovisual (5'59") abrir en página nueva:
A redoblar muchachos la esperanza

Latidos y esperanzas.
El lenguaje de la música;
la voz de la imagen.

¿Es la letra o la música que abre corazones?
No sé y no sé cuánto importa saberlo.
Pienso que el secreto estuvo y está en que autores de la canción
y componentes de Rumbo abren sus ojos y corazones cuando cantan,
y se encuentran así con el sentir de los sin voz, que con ellos cantan.

A las imágenes bailarinas y rebeldes de un vocabulario fantástico,
sólo les queda la posibilidad de sumarse al coro:
“Porque el corazón no quiere entonar más retiradas”.

*Música:
A redoblar,
de Mauricio Ubal y Ruben Olivera.
En las voces de: Rumbo (Uruguay).

Rumbo: Laura Canoura, Gonzalo Moreira,
Miguel López, Gustavo Ripa,
Carlitos Vicente y Mauricio Ubal.

*Bibliografía:
El libro de los abrazos, Las palabras andantes, de Eduardo Galeano;
Despistes y franquezas, de Mario Benedetti.
Esa alegría y esperanza, carnavalescas y murgueras,
creo que son una buena respuesta al ayer y hoy
de nuestro cambalache latinoamericano:
audiovisual (4'30"): Miradas.

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A REDOBLAR
Volverá la alegría
a enredarse con tu voz.
A medirse en tus manos
y a apoyarse en tu sudor.

Borrará duras muecas pintadas
sobre un frágil cartón de silencio
y el aliento de murga saldrá.

A redoblar,
A redoblar muchachos esta noche.
A redoblar,
cada cual sobre su sombra,
cada cual sobre su asombro,
a redoblar, desterrando,
desterrando la falsa emoción,
el “la-la-la”, el beso fugaz,
la mascarita de la fe.

A redoblar muchachos que la noche
nos presta sus camiones
y en su espalda de balcones
y zaguán, nos esperan,
nos esperan otros redoblantes,
otra voz, harta de sentir
la mordedura del dolor.

A redoblar muchachos la esperanza.
Que su latido insista
en nuestra sangre
para que ésta nunca olvide su rumbo.
Porque el corazón no quiere
entonar más retiradas.
Porque el corazón no quiere
entonar más retiradas.

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Gracias Rumbo

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*En relación con este video

Lista de audiovisuales:
Ocho Letras para la Memoria

Listas de películas:
Cine. Repiques y Redobles de la Memoria

Grandes Salas del Trencito Latino

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TEJIENDO MEMORIAS, CAMINO HACIA PUNTA RIELES

Camino a Punta Rieles. Ovillos de la Memoria

MEMORIAS DE MUJERES

UNA MANERA DE DECIR AQUÍ ESTOY
[...] Los familiares nos reunimos para ir a la marcha que cerraba la Semana del Estudiante de ASCEEP. Fue en setiembre de 1983. Unos muchachos se ofrecieron a pintar el pasacalle que llevaríamos. Cuando llegué al local estaban terminando un inmenso cartel con letras rojas que decía ADMISTÍA. Logré convencerlos de la importancia de corregir el error y marchamos detrás de nuestro pasacalle con fe de erratas.
Avanzamos por 18 de Julio hasta el Obelisco; doblamos por Bulevar Artigas. Teníamos miedo pero nos protegía el entusiasmo colectivo. En el estadio Franzini nos recibieron cientos de jóvenes gritando: “Liberar, liberar a los presos por luchar”. En ese preciso momento, ni antes ni después, yo me dije: “Nosotros vamos a ganar”. Y por primera vez me sentí invencible.

Virginia Martínez, “Una manera de decir aquí estoy”,
en Las palabras que llegaron. Distintas voces contra la impunidad, Uruguay, 2009.

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Memorias de mujeres - El camino hacia el penal de Punta Rieles

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LA VISITA
[...] Desde la parada del ómnibus hasta el Penal [de Punta de Rieles] un larguísimo camino descampado se presentaba como la primera prueba que el visitante debía vencer para, quizás, ver a su familiar preso, o para sencillamente alcanzarle el tesoro sagrado de medio kilo de queso, medio de dulce y tres de fruta. Quien no haya estado en esa situación no puede quizás comprender hasta qué punto medio kilo de dulce de membrillo puede convertirse en un mensaje de solidaridad, en un abrazo de amor, en un gesto de resistencia. Ese camino por el cual podría, perfectamente, haber transitado un micro compasivo, o aun uno caro y prepotente (si la intención no hubera sido la purita crueldad) era no sólo muy largo sino increíblemente inhóspito: carente en absoluto de sombra en verano y del más mínimo reparo en invierno. Sortearlo implicaba, a veces, un verdadero acto de coraje [...]

Vanina Arrregui, “Los que estuvieron afuera”, Taller de Género y Memoria ex Presas Políticas, Memoria para armar - dos: ¿quién se portó mal?, Editorial Senda, Montevideo, 2002, p. 149;
citada en Marisa Ruiz, Ciudadanas en tiempos de incertidumbre. Solidaridad, resistencia y lucha contra la impunidad (1972-1989), Doble clic Editoras, Montevideo, 2010, p. 54.

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POESÍAS Y CANTARES EN PUNTA DE RIELES
OVILLOS DE LA MEMORIA


Miguel Hernández y Joan Manuel Serrat
... para la libertad sangro, lucho y pervivo
... aún tengo la vida


[...] En Uruguay, en el Taller Testimonio y Memoria, de ex presas políticas, Ana Demarco expresa el mencionado sentimiento de gratitud del que habla Lévi-Strauss. Lo hace recordando la compañía que significó Joan Manuel Serrat para ellas:
Era bueno escuchar tus palabras cuando la angustia nos inundaba, nos decías:
Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar


[...] Era importante para nuestra relación tener presente el lugar de ‘aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón’. Sin esa cotidianidad no hubiéramos podido lograr aquella magia que existía entre nosotros, Joan Manuel lo mencionaba y nosotras coincidíamos [...]. Sintiendo la tristeza y la plenitud, el compromiso y la fuerza cuando decíamos juntos los tres ‘para la libertad sangro, lucho y pervivo’, y nos consolábamos porque hoy como Miguel podíamos decir ‘aún tengo la vida’. Él sabía como nosotras que no era fácil encarar el nuevo día, el desafío de la supervivencia, él sabía como nosotras que ‘un día más, que se va colando de contrabando, y bueno pues, adiós ayer y cada uno a lo que hay que hacer’. Y nos repetía animándonos, ‘tire p’adelante, que empujan atrás’. Y allá marchábamos a encarar el día más, el día menos, porque mire que empujaban atrás, no paraban de empujá. (1)

La poesía musicalizada, las letras de Serrat, interpretaba la subjetividad de las prisioneras que alojaron sus canciones –como las de Viglietti y Paco Ibáñez– con gratitud en la memoria. Las canciones como regalo al recién nacido, como bienvenida, como gesto de cuidado y compañía o como despedida, fortalecían un sentimiento afectuoso de familia que se creaba entre las prisioneras. La canción era un vínculo relacional que permitía enfrentar “en familia” los momentos compartidos de la adversidad. [...]

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Fuentes y referencias
Jorge Montealegre y Natalia Montealegre, "Punta de Rieles, donde termina y empieza una vía",
Revista Encuentros Uruguayos, Año 3, N° 3, 2ª. parte, setiembre de 2010.
Puede consultarse la revista digital Encuentros Uruguayos

Ana Demarco, “A Joan Manuel Serrat”, en Los ovillos de la memoria,
Taller Testimonio y Memoria del Colectivo de ex Presas Políticas.
Editorial Senda, Montevideo, 2006, pp. 273-274.
Puede consultarse el libro Los ovillos de la memoria,
en formato pdf, que en su prólogo hace la siguiente dedicatoria:

A nuestros padres,
nuestros hermanos,
a nuestros hijos,
a los hijos de nuestros hijos
y a nuestros compañeros
y compañeras de lucha.


Memoria para armar,
la serie publicada en formato pdf:

Memoria para armar 1

Memoria para armar 2

Memoria para armar 3

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TEJIENDO MEMORIAS, ESTAMOS ACA PARA CONTARLO

Memorias de mujeres. Documental. Virginia Martínez

MEMORIAS DE MUJERES

Pero estamos acá para contarlo,
es la consigna de Memorias de Mujeres,
una película caracterizada por primeros planos de rostros que denuncian,
se alegran y se entristecen,
narran sentires, penas y esperanzas de nuestra historia reciente.

Pero estamos acá para contarlo,
y estamos como mujeres.
Una narración en femenino,
de vida de mujeres,
de mujeres presas durante la dictadura que sufrió el pueblo del que forman parte;
una perspectiva y un encuadre con palabras de mujer que, sin lugar a dudas, permiten completar en una visión más cabal la historia y la lucha del pueblo uruguayo, y en particular el lugar que en esa historia y en esa lucha tiene la mujer uruguaya.
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Memorias de mujeres - La liberación de las últimas presas
Montevideo. 14 de marzo de 1985

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Ayer en el hoy, Memoria para el futuro.
Identidad y cultura del pueblo uruguayo.


MEMORIAS DE MUJERES
Documental.
Realización: Virginia Martínez;
Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli.
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Enlace con la película (30’):
Memorias de mujeres
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Reseña
Entre 1973 y 1985, el Penal de Punta de Rieles (Establecimiento Militar de Reclusión N° 2)
fue un lugar de detención para presas políticas durante la dictadura cívico militar uruguaya.

Para llegar hasta el edificio rodeado de flores, más que decoroso, casi confortable, se recorría un camino –“la pradera”– donde pastaban animales. No era posible percibir a primera vista la sorda lucha que encerraban esos muros. El documental intenta reconstruir la vida en esa cárcel tal como la narran algunas de las cientos de mujeres que allí estuvieron y resistieron a la pretensión de los militares de destruirlas física, psíquica e ideológicamente.

Sobre un proyecto original de Rosario Caticha, Charna Furman e Isabel Trivelli (tres ex presas del establecimiento penitenciario de Punta de Rieles), la película está dirigida por la documentalista y escritora Virginia Martínez, quien, como lo hiciera antes con Por esos ojos (1997) y Ácratas (2000), parte de una profunda investigación, una rigurosa selección del material filmado, y una sobria edición, para concentrar en tan sólo media hora de proyección los testimonios de varias mujeres que sobrevivieron al cautiverio que les impuso la dictadura en la cárcel de Punta de Rieles.

La crónica a cargo de estas mujeres ex presas políticas es un relato en primera persona, salpicado apenas con el destello de viejas fotografías o unas pocas imágenes clandestinas de la prisión. Como en sus anteriores trabajos, Virginia Martínez maneja hábilmente los escasos recursos disponibles para inquietar y desacomodar al espectador, empujándolo inevitablemente a una instancia reflexiva.

Isabel Trivelli, mientras estaban preparando el documental, recuerda cuanto sostenía el Mayor Arquímides Maciel, Director del Penal de Libertad: “No los liquidamos cuando tuvimos la posibilidad y encima tendremos que largarlos. Debemos aprovechar el tiempo que nos queda para volverlos locos”.
“Fieles a esta premisa, –continúa diciendo Isabel Trivelli–, los militares uruguayos organizaron sus cárceles para destruir. En Punta de Rieles murieron compañeras por negligencia médica, otras fueron empujadas con saña hacia la locura, todas salimos con cicatrices. Pero estamos acá, para contarlo.”
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Ficha técnica
Documental
Realización: Virginia Martínez
Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli
Dirección de fotografía y cámara: Diego Varela | Asistencia de cámara: Cristian Quijano
Fotografía y gráficos: Popi Pereira | Sonido: Álvaro Mechoso
Música y sonorización: Daniel Yafalián | Voz: Margarita Musto
Edición: Jorge García | Producción: Melina Sícalos
Duración: 30’ | Uruguay | Año: 2005.

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NINGUN HOMBRE, NACIDO ROJO, NEGRO O BLANCO,
PUEDE SER PROPIEDAD DE SU PROJIMO

Pecados de rebelión negra. Palmares. Haití

PANTALLAZOS DEL SUR
Niña junto al bidón de petróleo.
George Osodi,
Proyección digital de 200 diapositivas:
Oil Rich Niger Delta
(Expo Subte Municipal de Montevideo - 2010)

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PECADOS DE REBELIÓN
HISTORIAS DE ORDINARIA UTOPÍA

LA REBELIÓN NEGRA DE PALMARES

1694

Macacos, Brasil La última expedición contra Palmares

Las llamas devoran la capital de Palmares ... se ven los resplandores de la gigantesca fogata, que arde durante toda la noche. Quemar hasta la memoria. Los cuernos de caza no cesan de anunciar el triunfo. El jefe Zumbí, herido, ha conseguido escapar. Desde los altos picos llega a la selva.
Deambula por los túneles verdes, en la espesura, buscando a los suyos.

1695

Serra Dois Irmãos Zumbí Los soldados clavan la cabeza en la punta de una lanza y la llevan a Recife ... Sueñan los vencidos con Zumbí; y el sueño sabe que mientras en estas tierras un hombre sea dueño de otro hombre, su fantasma andará. Cojeando andará, porque Zumbí era rengo por culpa de una bala; andará tiempo arriba y tiempo abajo y cojeando peleará en estas selvas de palmeras y en todas las tierras del Brasil. Se llamarán Zumbí los jefes de las incesantes rebeliones negras.

*De Eduardo Galeano, Memoria del fuego (I), Los nacimientos,
Ediciones del Chanchito, Uruguay, octubre 1987,
(publicación original de Siglo Ventiuno), pp. 310, 311.

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HAITÍ DANZAS Y CANTARES NEGROS
LA PRIMERA INDEPENDENCIA LATINOAMERICANA


Me quemo como leña. Mis piernas se quiebran como cañas.
Ningún plato me tienta la boca.
El más ardiente trago se hace agua. ... ... ...
Ven a liberar de su jaula al pájaro hambriento.


1791

Los conjurados de Haití

Al amparo de los dioses de la guerra y
del fuego, doscientos negros cantan y danzan el juramento de la libertad. En la
prohibida ceremonia de vudú, luminosa de relámpagos, los doscientos esclavos
deciden convertir en patria esta tierra de castigo.

1794

Haití en París

“El remedio del hombre es el hombre”, dicen los negros sabios, y bien lo saben los dioses. Los esclavos de Haití ya no son esclavos. Durante cinco años, la revolución francesa se había hecho la sorda. En vano protestaban Marat y Robespierre. La esclavitud continuaba en las colonias: no nacían libres ni iguales, a pesar de la Declaración de los Derechos del Hombre, los hombres que eran propiedad de otros hombres en las lejanas plantaciones de las Antillas. Acosado por la insurrección negra, que encabeza Toussaint Louverture, el gobierno de París decreta, por fin, la liquidación de la esclavitud.

1794

Toussaint Louverture Espartaco negro

En París lo llaman el Espartaco negro. Toussaint Louverture tiene cuerpo de renacuajo y los labios le ocupan casi toda la cara. Era cochero de una plantación. Un negro viejo le enseñó a leer y a escribir, a curar caballos y a hablar a los hombres; pero solito aprendió a mirar no solamente con los ojos, y sabe ver el vuelo en cada pájaro que duerme.

1802

Mar de las Antillas

“Ningún hombre, nacido rojo, negro o blanco, puede ser propiedad de su prójimo”, había dicho Toussaint Louverture. Ahora la flota francesa trae la esclavitud a las Antillas. Más de cincuenta naves, más de veinte mil soldados, vienen desde Francia a devolver el pasado a cañonazos.

1803

La isla requemada

Toussaint Louverture, jefe de los negros libres, murió prisionero en un castillo de Francia. Pero la vida de Haití ha mudado de cuerpo y sin Toussaint el ejército negro ha vencido a Napoleón Bonaparte. Veinte mil soldados franceses han caído por degüello o fiebre. Vomitando sangre negra, sangre muerta, se desplomó el general Leclerc, y fue su mortaja la tierra que él había querido avasallar. Haití ha perdido a la mitad de su población. ... Sobre la tierra humeante, los que fueron esclavos proclaman la independencia. Francia no perdonará la humillación.

*De Eduardo Galeano, Memoria del fuego (II), Las caras y las máscaras,
edición citada, pp. 90, 93, 94, 112, 114.

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Ningún hombre, nacido rojo, negro o blanco,
puede ser propiedad de su prójimo.

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LOS PECADOS DE HAITÍ

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”. [...]

La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.

La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.

La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia,
es también una historia del racismo en la civilización occidental.

*De Eduardo Galeano, Los pecados de Haití,
artículo, Brecha, Montevideo, 26 de julio de 1996.

Artículo completo en la página
Los pecados de Haití

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HAITÍ VOLVERÁ
Volverá y vuelve, con su antiguo cantar,
con su antigua lucha, volverá y vuelve,
“Ningún hombre, nacido rojo, negro o blanco,
puede ser propiedad de su prójimo”
,
dijeron y dicen, ellos,
que construyeron el primer país libre
de América Latina.

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Abrir en página nueva,
audiovisual (7’20”),
HAITÍ VOLVERÁ


Música de Jesús ‘Chucho’ Valdés,
fotografía y realización de Roberto Chile.

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Un gracias muy especial al pueblo cubano, solidario con el haitiano inmediatamente después del terremoto,
y solidario luego, sosteniendo casi con sus solas fuerzas la lucha contra el cólera.

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PASADO Y PRESENTE DE LA ESPERANZA
ES NECESARIO NAVEGAR

Navigare necesse. Vivere non necesse

1973 - 2023
A CINCUENTA AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CÍVICO-MILITAR


¿Dónde está mi país?
¿junto al río o al borde de la noche?
¿en un pasado del que no hay que hablar
o en el mejor de los agüeros?
¿dónde?

Mario Benedetti, Preguntas al azar
*

AYER EN EL HOY, MEMORIA PARA EL FUTURO.
NO ES DICTADURA


Prohíbese la divulgación
de todo tipo de información que,
directa o indirectamente,
se refiera a lo dispuesto por el presente decreto
atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo.

Decreto N° 464/973 del 27 de junio de 1973.
*
No es dictadura
Carátula del semanario Marcha, n° 1649,
Montevideo, 30 de junio de 1973

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El decreto N° 464/973 del 27 de junio de 1973

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DECRETA

1°. Declárase disueltas la Cámara de Senadores y la Cámara de Representantes.

2°. Crease un Consejo de Estado, integrado por las miembros que oportunamente
se designarán con las siguientes atribuciones:

a) Desempeñar independientemente
las funciones específicas de la Asamblea General;

b) Controlar la gestión del Poder Ejecutivo relacionada
con el respeto de los derechos individuales de la persona humana y
con la sumisión de dicho Poder a las normas constitucionales y legales;

c) Elaborar un anteproyecto de Reforma Constitucional
que reafirme los fundamentales principios democráticos y representativos,
a ser oportunamente plebiscitado por el Cuerpo Electoral.

3°. Prohíbese la divulgación por la prensa oral escrita o televisiva de todo tipo de información,
comentario o grabación que, directa o indirectamente,
mencione o se refiera a lo dispuesto por el presente decreto
atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo,
o pueda perturbar la tranquilidad y el orden público.

4°. Facúltase a las Fuerzas Armadas y Policiales a adoptar las medidas necesarias
para asegurar la prestación ininterrumpida de las servicios públicos esenciales.


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1973 - 2023
A CINCUENTA AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CÍVICO-MILITAR
MEMORIAS Y ESPERANZAS


No se puede pecar contra la esperanza
porque ese pecado no tiene redención.

Carlos Quijano


*

Refiere Eduardo Galeano:
Uno de mis maestros, don Carlos Quijano, solía decir:
“Todos los pecados tienen redención. Todos menos uno.
Es imperdonable pecar contra la esperanza”.(*)
*

Otros verán
lo que nos fue negado
o no supimos conquistar.


Leemos que un corresponsal le escribía a Bakunin:
“Para llegar a ser un hombre es necesario morir muchas veces”.
Lo mismo le ocurre, pensamos, a los países: para ser un país deben morir muchas veces.
De esta muerte cuya duración nadie puede prever, nacerá, si no bajamos la guardia, otro Uruguay mejor.
Así lo sabemos. Nunca hemos pecado contra la esperanza.
¿Por qué habríamos de hacerlo ahora, cuando la sombra ya está al alcance de la mano?
Tiempo hay para todo. Tiempo para quedar solo, también.
No sería la primera vez. Puede sí que sea la última. Pero eso no importa.
Otros verán lo que nos fue negado o no supimos conquistar.

Editorial del semanario Marcha del 16 de febrero de 1973;
en: Cuadernos de Marcha, 7 días que conmovieron a Uruguay,
n° 68, Montevideo, marzo de 1973; p. 64.(**)
*

Navigare necesse. Vivere non necesse
(Es necesario navegar. Vivir no es necesario)

*

El lema de Marcha
de alguna manera indica el sentido que la vida asume para Quijano,
a la vez que resume la propuesta de vida hecha por Marcha.
Véase artículo: “Prof. Dr. Carlos Quijano. Maestro del periodismo uruguayo”
de Omar Prego Gadea,
*

Navigare necesse. Vivere non necesse
La cita es de Plutarco, Vidas paralelas, Pompeyo;
Plutarco le atribuye a Pompeyo el lema que hace suyo Marcha.
*

Museo de la Memoria, Montevideo

*

Notas. El semanario Marcha comenzó sus publicaciones en Montevideo, el 23 de junio de 1939. Contemporáneamente con el semanario, en mayo de 1967 empiezan los Cuadernos de Marcha (publicación mensual). El semanario Marcha fue definitivamente clausurado por la dictadura el 22 de noviembre de 1974 (el último número de Marcha es el 1676, del 22 de noviembre de 1974); Carlos Quijano, su fundador y director, se exilia entonces en México y desde allí continuará con la publicación de los Cuadernos de Marcha (2ª. época, mayo-junio 1979 a julio 1984), pero no logrará ver cumplido su sueño de poder retomar su trabajo en Uruguay, ya que muere en exilio, el 10 de junio de 1984. Los Cuadernos de Marcha volverán a publicarse en Uruguay (3ª. época) desde junio de 1985 hasta junio de 2001.

Colección completa del semanario Marcha (en formato pdf).

Colección de algunos Cuadernos de Marcha (16 números, en formato pdf).
*

(*) Entrevista a Eduardo Galeano . En Público.es (03/01/2010).

(**) El Cuaderno de Marcha, 7 días que conmovieron a Uruguay,
n° 68, Montevideo, marzo de 1973,
puede consultarse en formato pdf
o bien, en scribd.com

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Almanaque de Memorias

Almanaque de Memorias. Uruguay y su pasado reciente


Uruguay en Latinoamérica
y su pasado reciente.


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Fechas para un almanaque de imágenes,
ordenadas con criterio mensual,
con la relativa indicación de las personas y hechos conmemorados.

En el almanaque se incluye el listado de detenidos/desaparecidos de Uruguay,
con las respectivas fechas de desaparición.

Un encuentro con los desaparecidos,
desde la mirada de familiares, amigos y artistas,
como en Encontrarte con ellos

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Dada la amplitud del proyecto,
por supuesto que es apenas una contribución,
para guardar en las cajitas de memorias de las luchas
de esa gran familia de los pueblos latinoamericanos.

ALMANAQUE DE MEMORIAS
documento en formato pdf.

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Las imágenes de este almanaque pueden verse, en:
ALMANAQUE DE MEMORIAS
álbum de fotografías.
Memoria y Resistencia

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Sala de los Azulejos. Cortos con Memoria

Cine. Cortometrajes de la Memoria


Reconstruyendo identidades con retacitos de memoria
Por Verdad y Justicia. ¡Nunca Más!
Por la vida y la alegría ...


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Cortos con Memoria
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre
que los trabajadores no tengan historia,
no tengan doctrina,
no tengan héroes y mártires.
Cada lucha debe de empezar de nuevo
separadas de las luchas anteriores:
la experiencia colectiva se pierde,
las lecciones se olvidan.
La historia parece así como propiedad privada
cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.
Esta vez puede ser que se corte el círculo.”

Rodolfo Walsh.
Cita en “El abuelo”,
cortometraje de Alberto Lecchi. Argentina 2010.

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En el Pabellón del Cine se acaba de inaugurar
la Sala de los Azulejos,
dedicada a Cortos con Memoria.
Cortometrajes que insisten y punzan,
cortos de memoria larga,
que contribuyen a narrar el hoy
y la historia reciente de América Latina.

La Sala de los Azulejos se puede visitar en el
PABELLON DEL CINE
Mario Benedetti
El sur también existe
Me Río de la Plata,
exposición de Fermín Hontou (“Ombú”).
Montevideo (oct. 2014 – feb. 2015).

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Toda la programación del Pabellón del Cine
puede consultarse en
MEMORIAS EN LA PANTALLA

Documento en formato pdf

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Apuntes sobre la masacre de Trelew

Apuntes sobre la masacre de Trelew


22 de agosto de 1972
han muerto revolucionarios
¡viva la revolución!


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Trelew
Afiche de calle
Fecha: Agosto 1973
Medidas originales: 57 cm x 78 cm
Color: letras negras y blancas sobre fondo naranja
Firma: Movimiento Nacional de Solidaridad y revista Nuevo Hombre
Observaciones: Homenaje a un año de la masacre.
Autor: Ricardo Carpani
en el Centro Cultural Haroldo Conti,
(ex Esma), Buenos Aires.

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APUNTES SOBRE LA MASACRE DE TRELEW
Documento en formato pdf

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Memorias en la pantalla. Latinoamérica ayer y hoy

Películas y audiovisuales de historia de América Latina

Reconstruyendo identidades con retacitos de memoria
Por Verdad y Justicia. ¡Nunca Más!
Por la vida y la alegría ...


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«Mi papá me enseñó a luchar»
Regalo de una hija a su padre.
En el dorso, entre otras cosas,
como dedicatoria se lee la estrofa de Silvio Rodríguez
(en Canción del elegido):
“lo más terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida”


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MEMORIAS EN LA PANTALLA
Películas y audiovisuales que por su género contribuyen
para narrar el hoy y la historia de América Latina,
la heroicidad de sus luchas populares,
poniendo al desnudo la criminalidad extrema de liberalismos (y neoliberalismos)
y de las democracias exportadas (por los civilizadores de turno);
películas que repican y redoblan sueños y fracasos, penas y esperanzas;
que nos ayudan a interrogarnos profundamente indagando en el pasado.

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MEMORIAS EN LA PANTALLA
Documento en formato pdf

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SALA YUCATAN
Programación - Largometrajes

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Cada primero de mayo serán resucitados

11 de noviembre de 1887, por Eduardo Galeano


¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

¡HABLAN LOS QUE LUCHAN!


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«Spies grita:
‘La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que
cuantas palabras pudiera yo decir ahora’.

Les bajan las capuchas,
luego una seña, un ruido, la trampa cede,
los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…»

(Relato de José Martí que cubrió como periodista
la ejecución en Chicago, noviembre de 1887)

August Vincent Theodore Spies
(alemán, 31 años, periodista,
uno de los cuatro ahorcados por las manifestaciones de mayo de 1886)
Trabajando en el adoquinado de Lisboa

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11 de noviembre de 1887 - Chicago
por Eduardo Galeano

Cada primero de mayo serán resucitados.
Les espera la horca. Eran cinco, pero Lingg madrugó a la muerte haciendo estallar entre sus dientes una cápsula de dinamita. Fischer se viste sin prisa, tarareando "La Marsellesa". Parsons, el agitador que empleaba la palabra como látigo o cuchillo, aprieta las manos de sus compañeros antes de que los guardias se las aten a la espalda. Engel, famoso por la puntería, pide vino de Oporto y hace reír a todos con un chiste. Spies, que tanto ha escrito pintando a la anarquía como la entrada a la vida se prepara, en silencio, para entrar en la muerte.
Los espectadores, en platea de teatro, clavan la vista en el cadalso. Una seña, un ruido, la trampa cede... Ya, en danza horrible, murieron dando vueltas en el aire.

José Martí escribe la crónica de la ejecución de los anarquistas en Chicago. La clase obrera del mundo los resucitará todos los primeros de mayo. Eso todavía no se sabe, pero Martí siempre escribe como escuchando, donde menos se espera, el llanto de un recién nacido.

Fuente:
Eduardo Galeano, Memorias del Fuego,
en Cuba Debate


quién lo diría
los débiles de veras
nunca se rinden

Mario Benedetti, Haiku n° 60.

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ANTONIO BERNI. PAN Y TRABAJO

Viva el Primero de Mayo. Arriba los que luchan


¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!


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«Spies grita:
‘La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que
cuantas palabras pudiera yo decir ahora’.

Les bajan las capuchas,
luego una seña, un ruido, la trampa cede,
los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…»

(Relato de José Martí que cubrió como periodista
la ejecución en Chicago, noviembre de 1887)

August Vincent Theodore Spies
(alemán, 31 años, periodista,
uno de los cuatro ahorcados por las manifestaciones de mayo de 1886)
Manifestación
Antonio Berni
Año: 1934
Técnica: Temple sobre arpillera
180 x 249,5 cm
Malba, Buenos Aires

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11 de noviembre de 1887 - Chicago
por Eduardo Galeano

Cada primero de mayo serán resucitados.
Les espera la horca. Eran cinco, pero Lingg madrugó a la muerte haciendo estallar entre sus dientes una cápsula de dinamita. Fischer se viste sin prisa, tarareando "La Marsellesa". Parsons, el agitador que empleaba la palabra como látigo o cuchillo, aprieta las manos de sus compañeros antes de que los guardias se las aten a la espalda. Engel, famoso por la puntería, pide vino de Oporto y hace reír a todos con un chiste. Spies, que tanto ha escrito pintando a la anarquía como la entrada a la vida se prepara, en silencio, para entrar en la muerte.
Los espectadores, en platea de teatro, clavan la vista en el cadalso. Una seña, un ruido, la trampa cede... Ya, en danza horrible, murieron dando vueltas en el aire.

José Martí escribe la crónica de la ejecución de los anarquistas en Chicago. La clase obrera del mundo los resucitará todos los primeros de mayo. Eso todavía no se sabe, pero Martí siempre escribe como escuchando, donde menos se espera, el llanto de un recién nacido.

Fuente:
Eduardo Galeano, Memorias del Fuego,
en Cuba Debate


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28 DE ABRIL. UNA FLOR PARA SENDIC

28 de abril. Una flor para Sendic



¡RAÚL SENDIC VIVE!
¡LA LUCHA SIGUE!
Raúl “el Bebe” Sendic
Fotografía de Nancy Urrutia,
en el MuMe, Museo de la Memoria, Montevideo.

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Una flor para Sendic
28 de abril de 2021
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Encuentro de Raúl Sendic con Fidel Castro

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Fotografía de Raúl Sendic herido,
cuando cae detenido el 1° de setiembre de 1972,
con un balazo que le atravesó la cara.

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Audiovisual preparatorio para el 28 de abril de 2028
La mayoría de las fotos son de la conmemoración realizada en abril de 2014.
El audio, en aquel momento, fue elaborado por Espacio Reactiva.
El audiovisual puede verse y descargarse desde el enlace siguiente:
Una flor para Sendic,
la lucha sigue


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Album de fotografías
El álbum puede verse en:

Una flor para Sendic


Descripción: El álbum contiene los audiovisuales
“Una flor para Sendic” (2014, 3’01”),
“Recordando al Bebe Sendic” (2018; 9’01”) y
“Una flor para Sendic, la lucha sigue” (2021; 3’51”)

«Una flor para Sendic»
Acto realizado el 26 de abril de 2014, en el cementerio de La Teja, Montevideo,
en conmemoración de los 25 años de la muerte de Raúl “Bebe” Sendic.
Audiovisual con música “Sólo digo compañeros”, de Daniel Viglietti,
interpretada por Ezequiel Fascioli en dicho acto.

«Recordando al Bebe Sendic», por Washington Rodríguez Belletti
Acto realizado el 28 de abril de 2018, en el cementerio de La Teja, Montevideo,
en conmemoración de los 29 años de la muerte de Raúl “Bebe” Sendic.
La hija de Washington Rodríguez Belletti leyó las palabras que su padre, al cumplir sus 90 años, dedicó al Bebe Sendic.
Audiovisual con la grabación en vivo de Washington Rodríguez Belletti con ocasión del festejo de sus 90 años.

“Una flor para Sendic, la lucha sigue”
Audiovisual preparatorio del 28 de abril de 2021
La mayoría de las fotos son de la conmemoración realizada en abril de 2014.
El audio, en aquel momento, fue elaborado por Espacio Reactiva.

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«El río da muchas vueltas
pero sabe donde va»
Raúl Sendic Antonaccio
Chamangá 16-03-1925

Monumento conmemorativo en Trinidad, Flores,
departamento natal de Raúl Sendic.

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TEJIENDO MEMORIAS. NO SE RINDAN NUNCA

Tejiendo memorias. David “Chichí” Cámpora



A LOS CHICHÍ CÁMPORA,
QUE FUERON Y SIGUEN SIENDO TAN POCOS
Y TANTOS
David “Chichí” Cámpora
fue un compañero,
conocido militante tupamaro,
que en palabras de Carlos Liscano:

«David, Chichí para casi todo el mundo, decidió irse el 28 de marzo. Tenía 86 años, 14 más que yo. Compartimos organización política, aunque nunca militamos juntos. Compartimos cárcel y, muy importante, fuimos vecinos, celdas 14 y 15 del segundo piso del Penal de Libertad. Esa forma de vecindario, el pertenecer al mismo «barrio» en la cárcel, vincula de un modo difícil de describir. Todos los días uno comparte dolores y tristezas. Pero también risas, lecturas, noticias, pequeñas historias, cómo fue que David conoció a la madre de sus hijos.

En 1985 se publicó Las manos en el fuego, de Ernesto González Bermejo, trabajo en el que Cámpora es el protagonista principal. Cuando el libro todavía no estaba en las librerías, la editorial Banda Oriental me ofreció un ejemplar porque, me contaron, yo aparecía allí. No lo acepté ni presté atención a la información. A pocas semanas de haber recuperado la libertad yo no estaba en condiciones de darme martillazos en el dedo leyendo historias de la cárcel. Eso fue lo que sentí.

Tres años después, en Estocolmo, mi amigo Paco Uriz, a quien González Bermejo había enviado el libro, volvió a hablarme de lo mismo. Hasta ese momento, 1988 más o menos, yo estaba convencido de que no había nada para contar sobre las experiencias de la cárcel. ¿De qué se iba a hablar, de dolor, de miserias humanas? Pero aquella noche en casa de Paco y Marina me vino curiosidad por saber qué y cómo lo contaba David. Volví a casa y empecé a leerlo en la cama. Lo terminé al amanecer.

Las manos en el fuego fue tal vez el primer relato testimonial sobre la dictadura en Uruguay. Instaló un asunto, la memoria reciente, e hizo ver la necesidad de conocer, y aceptar, qué nos había pasado. Lo seguirían muchos testimonios, que, sumados a los trabajos académicos hechos dentro y fuera del país, llegan hoy a cientos y miles. En mi opinión, sirvieron, sirven, para conocer y también para sensibilizar. Eso fue lo que me pasó a mí. El relato me ayudó a entender que contar lo ocurrido era necesario para mí, y era también una obligación que teníamos con la sociedad.

... ... ...

En algún momento, cuando yo trabajaba en la Biblioteca Nacional, necesitábamos una información que muy pocos, entre ellos Cámpora, podían tener. Lo llamé, le conté de qué se trataba, le dije que era para una investigación. Al poco rato me llamó para darme los datos que le pedí. No quiso que su nombre apareciera en la publicación. Ese era Chichí. Había recopilado papeles para ponerlos al servicio de la comunidad y no para destacarse personalmente.

Se despidió por carta y con un mensaje de voz dirigidos a sus viejos compañeros. No me extraña. No podía no hacerlo. Como siempre, tenía que dejar todo bien organizado. Explicó que la posibilidad de elegir la muerte propia estuvo siempre en su pensamiento en caso de que sintiera que podía perder independencia y dignidad. Fue en ejercicio de ambas que tomó la decisión.»

Fuente: semanario Brecha, El archivo Cámpora , 09/04/2021

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En recuerdo de David “Chichí” Cámpora,
en uno de sus cumpleaños,
Chiquito Terra cantando el tango “Así fui yo”

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La solidaridad contra la que no pudieron los Eduardo Ferro,
contra la que no pudo la dictadura.


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El pasado sábado 27 de marzo, fuimos a esperar a Eduardo Ferro, imputado por múltiples delitos de lesa humanidad, ya que lo conducían al juzgado de la calle Uruguay esquina Convención, en Montevideo. Lo traía Interpol directamente desde el aeropuerto de Carrasco, donde había llegado proveniente de España, donde se había refugiado y donde ya había escapado de la detención precedentemente. La cita en el juzgado estaba programada para las 11 de la mañana y por un por si acaso, que cabe siempre en estas situaciones, fuimos a eso de las 10.

¿Qué tiene que ver esto con el Chichí y con esa resistencia y solidaridad popular que no han logrado destruir? Es lo que brevemente intento contarles.

No éramos una multitud, pero sinceramente ya emocionaba que esperando a un asesino estuvieran las pancartas de algunos desaparecidos representando a todo un pueblo resistente y en lucha. Se cantaron antiguas y nuevas consignas, en consonancia con las edades de quienes estábamos ahí: algunos muy veteranos y muchos muy jóvenes, con el mismo promedio de edad de los desaparecidos ... y con la misma frescura y con los mismos sueños, poniéndole el cuerpo al nuevo odio fascista enceguecido.

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No se rindan nunca
Mucha gente al pasar nos preguntaba por qué estábamos ahí, y se formaron muchas rondas de memoria y testimonios. En cierto momento, me encontraba junto a una compañera con su pancarta y pasa una muchacha y nos dice, con el puño alzado: ¡No se rindan nunca! Es lo primero que quería contarles.

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¿Dónde están?
Eduardo Ferro optó por no declarar nada, supimos luego, pero igualmente la audiencia se prolongó bastante, más o menos hasta las 18.30, dado que los abogados interpusieron recursos de inconstitucionalidad y nulidad, como nos hemos acostumbrado a escuchar en este paraíso de los impunes. A cierta hora de la tarde, en uno de los apartamentos de un edificio vecino al juzgado, aparece un cartel con la imagen de la margarita, que identifica a la asociación de madres y familiares de desaparecidos, y nuevamente, apenas colocado el cartel, vemos que quien lo ha puesto alza el puño saludándonos. Era 27 de marzo, y apenas tres días antes, Plaza de Mayo en Buenos Aires se llenó nuevamente con tanta gente reclamando a sus desaparecidos; todavía me resuenan las mil veces que las viejas madres y abuelas repitieron a la multitud, con total humildad y fuerza: Gracias por habernos acompañado hoy y siempre, sin ustedes nuestra lucha no habría sido la que fue, y, sobre todo, ya estamos seguras que nuestra lucha seguirá siendo en ustedes. Eso decía el cartel colocado en el apartamento cercano al juzgado: ¿Dónde están?, pregunta a la que no ha respondido Ferro ni los valientes militares de nuestras fuerzas armadas. Ese ¿Dónde están? ondeando en un balcón es lo segundo que quería contarles.

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¿Un omelette? ..., ¿y un cafecito con leche?
Finalmente, algo muy personal pero que creo resume muy bien el tema del que estamos hablando. A una cierta hora, digamos a eso de la cuatro de la tarde, se me acerca un hombre al que no reconozco y que en principio creo se trate de alguno de quienes estaban allí frente al juzgado. Me dice: estás aquí desde la mañana, te puedo traer un omelette si querés. Ya el tono de la oferta era sumamente solidario, pero respondí que no, agradeciéndole mucho. Entonces me insistió diciéndome: ¿y un cafecito con leche? Ahí acepté y veo que no se integra a ningún grupito de los que estábamos ahí, sino que entra en otro edificio de apartamentos cercano al juzgado, Al rato vuelve con un cafecito con leche, en vaso tipo aquellos de bares donde antes te servían los capuchinos largos, cucharita, azúcar y dos bizcochitos. Mismo antes de irnos, le llevé el vasito al apartamento que me había indicado, y cuando se lo agradecí me dijo: por nada compañero.

«°»

Eso es lo último que quería contarles, aunque también podría agregarles que, como pasa siempre, cada actividad vale por sí misma y por la posibilidad que nos da de estos abrazos. Porque me quedaron sin relatar tantas otras cosas, como la presencia de compañeros sindicalistas, cada uno con sus mundos y sus luchas, de la salud, de Ute, del Inau, los dulceros y los gastronómicos .

«°»

Por toda esa lucha y solidaridad es que dieron su vida
compañeros como el Chichí Cámpora

«°»

y otro agregó refiriendo a su amistad con Chichí:

... porque detrás de nosotros
estamos ustedes ...


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...y si no con el vientito

y otro, cuando le respondí:
aquí vamos mientras nos dé la nafta,
me miró sonriente y me dijo:
y si no con el vientito.

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MERCEDES, JUNTO A TU PADRE Y TU HIJA, VIVES EN EL CORAZÓN DE LOS PUEBLOS

Madres de Plaza de Mayo. Mercedes "Porota" de Meroño

... ACÁ NO SE VIENE A LLORAR ...

MARÍA DE LAS MERCEDES “POROTA” COLÁS DE MEROÑO
Madres de Plaza de Mayo
Mercedes "Porota" de Meroño


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ENTREVISTA A MARÍA DE LAS MERCEDES COLÁS DE MEROÑO

A veinte años del inicio de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, esta entrevista a María de las Mercedes Colás de Meroño (1925), activa luchadora de la Asociación, es el homenaje de “Razón y Revolución”. La historia de Porota condensa dos episodios trágicos de nuestro corto siglo. Esta entrevista es el relato de sus afectos, de su vida cotidiana y de su lucha.

HISTORIA DE POROTA: "TODA ESPAÑA SE ME VINO ENCIMA"

Entrevista de Roberto Amigo

- ¿Cómo fue tu infancia?
- Hasta los seis años viví en la Argentina. Mi papá era albañil, era anarcosindicalista. Conocí a muchos anarquistas porque mi papá iba al sindicato; cuando se enteraba de que a alguno lo iban a deportar lo traía a casa. Yo conocí en esa época a muchos italianos. Salía a trabajar mi papá porque ellos estaban perseguidos, era muy solidaria mi casa. Me acuerdo que mi papá tenía un lindo carácter. Mi mamá le decía "José María no tenemos, hay poco para comer" y mi papá decía "patatas para todos Melchora". Y bueno después vino el golpe de Uriburu y también a él lo persiguieron y nos tuvimos que ir a España. Me fui de acá cuando tenía seis años. Nací en el 25, me fui en el 31. Creo que fue en 31 o principios del 32, no recuerdo bien era muy chica. Volví en diciembre del 39. Pasé un año de guerra civil española donde fusilaron a mi papá y a mí que tenía 11 años me cortaron el pelo al acero. Cuando llegué acá, a los 14 años me puse de novia con mi marido. Tuve un matrimonio muy feliz, muy lindo, no me arrepiento ni un día de vida de la que viví con él y tuvimos una hija, concebida y criada por amor. Y mi hija desapareció en la otra dictadura, la de la Argentina. Mi única hija Alicia, desaparecida.

- ¿Qué recordás de esa España del lado republicano?
- Recordaba una España muy linda ... ir al sindicato. Yo iba con mi papá a todos lados, éramos muy compañeros. Yo era muy chica y enseñaba a leer y escribir a los campesinos. El pueblo que me crié antes de la guerra civil era un pueblo chico de Navarra donde había mucha gente analfabeta. Yo era chica, pero en mi casa siempre hubo muchos libros; había aprendido a leer desde muy chica, y enseñaba. Me acuerdo de los pizarrones del sindicato, me acuerdo como se hacían las reuniones, como se levantaban actas, como se pedía la palabra, como se votaba, como se respetaba la mayoría, y desde muy chica estuve entre esas cosas. Por ejemplo, recuerdo que una vez había 28 albañiles y había trabajo para 25, entonces en el sindicato se resolvió que se rotaban y trabajaban todos. Mi papá se podía haber salvado, eran cinco que agarraron en Tudela, porque la familia de un hermano de él era oriunda de Tudela, y tenía conocimientos. Del pueblo los fueron a buscar porque los querían fusilar en la plaza pública, como mi papá era un dirigente sindical querían ponerlo como escarmiento, en el paseo. A mi papá le dijeron que se podía salvar, y él dijo: "¿todos?", no "tú". El dijo: "todos o ninguno". Y fue ninguno. El orgullo que yo tenía y el amor que tenía por mi padre, mi hija también lo sabía. Cómo lo fusilaron, cómo me cortaron el pelo al acero a mí. El orgullo de todo eso. Cuando vine a la Argentina tuvimos que ponernos a trabajar, nos habían sacado todo lo que teníamos, vinimos sin un centavo. Yo tenía unos tíos acá que nos pagaron el viaje, como ellos no podían habían pedido dinero, y para pagarles tuvimos que trabajar mi madre, mi hermana y yo, mi hermano tenía cuatro años. Cuando me casé mi marido trabajaba en Grafa, y hubo una huelga de brazos caídos y se hizo una reunión en el Luna Park, y yo fui aunque no trabajaba y vi que hablaban los oradores pero la gente no escuchaba. Había punteros que gritaban ¡Perón, Perón! y todo el mundo gritaba. Había oradores pero la gente no escuchaba ... yo trataba de escuchar, estaba acostumbrada que se escuchara, y cuando me di cuenta que nadie escuchaba y a todo el mundo le decían lo que tenía que opinar, aplaudir o decir le dije a mi marido esto no sirve, esto es una barbaridad, acá nadie opina acá te llevan, y eso lo dije por la experiencia que había tenido de chica, yo ya entonces tenía 21 años.

- ¿Tu marido fue siempre trabajador textil?
- Mi marido primero trabajaba en un corralón de materiales, después fue trabajador textil. Y después en mi casa tenían una empresa de transportes, hacíamos mudanzas, y empezó a trabajar con nosotros en casa. Después nos independizamos, nos hicimos lo que se llama una buena posición económica. Pero mi hija siempre fue quien fue, estaba muy orgullosa de su abuelo, porque todo lo comuniqué a mi hija.

- ¿Tuviste algún contacto con lucha barrial o sindical hasta integrar Madres de Plaza de Mayo?
- Creía que había dejado de hacer todo, que me había puesto muy burguesa. Pero después analizando recordé que yo estaba embarazada de mi hija y actuaba, hacia teatro, en el PEAVA, Patronato Español de Ayuda a Victimas Antifascistas. En la época peronista iba a ver a los presos políticos, a los presos anarquistas que ponían muchos en las cárceles. He venido mucho al Cuarto y Quinto del Departamento de Policía, he ido a la cárcel de Devoto. Porque había mucha gente que ponían detenida, también tuvimos que quemar muchos libros, porque el que los tenía iba preso. Pero no me acordaba de todo eso, lo recordé después.
Informe “Nunca Más”, ilustrado por León Ferrari.
Carátulas de los fascículos editados por Página 12.
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti,
Buenos Aires
*

- ¿Tu vida familiar cómo era?
- Hermosa. Estaba muy enamorada de mi marido, y mi marido de mi también. Un hija muy llena de vida, muy simpática, muy querida por todo el mundo. Vivimos siempre en la casa de mi mamá que se había vuelto a casar con otro hombre. Es difícil tener dos padres en la vida y que a los dos los quieras. Y yo tuve dos padres, que los quise mucho y estoy muy orgullosa de los dos. Yo creo que todo ese amor que recibí en mi infancia, es lo que me hace poder luchar con amor por todo lo que estoy haciendo ahora.

- ¿Cómo recordás a Alicia?
- Físicamente mi hija era muy bonita, y de adentro era mucho más linda todavía. Alicia era muy simpática, muy dada con todo el mundo, muy solidaria. Me enseñó muchas cosas, yo aprendí mucho de mi padre pero aprendí mucho de mi hija. Creí que me había aburguesado mucho. Trabajé mucho, mucho trabajé, muchas horas, mucho tiempo. Pero como tenía un matrimonio muy lindo, me dediqué mucho a mi casa, a mi marido, íbamos juntos a todos lados. Y mi marido es un hombre que en su casa no había mamado lo que yo mamé, venía de una familia muy católica y yo soy atea. Y le costó mucho a la familia de mi marido aceptar eso. La única discusión que tuve con mi marido, la única vez que nos enojamos fue porque en un picnic que hacía Talía hubo una conversación, a la que yo había invitado al hermano mayor de mi marido, sobre el amor libre. Yo hablé de amor libre. Mi viejo, que lo perdí cuando era tan joven, me dijo siempre que el amor no se mide por una libreta, que es más inmoral acostarse con un hombre porque te une una libreta que acostarse con un hombre por amor; que era prostituirse todos los días cuando vos no querías a un hombre y te obligaba una libreta a acostarte, y que por amor nada es prostitución. Cuando perdí a mi padre tenía once años, y las conversaciones con él me sirvieron para toda la vida. Esto sirvió para que dijeran a mi marido, que yo era una loca, y esto, y aquello.

-... en qué año fue ese picnic?
- Me casé a los 19 años, así que eso fue cuando yo tenía 18 años. En el 43. Tenía mis convicciones seguras, pero le dije a mi marido ya que pensás así, y tu familia también, para acostarte conmigo te vas a tener que casar. Así fue. Había ese concepto machista de que la mujer que se entrega a uno, se puede entregar a cualquiera. Ocho días aguantó mi marido sin venir, y cuando vino, volvió.

- ... y Alicia?
- Alicia... Alicia. En estos días que me mudé, estuve viendo cosas de ella. Tenía una biblioteca enorme, que se la regalé a los chicos del grupo de solidaridad. Los libros es para que se lean, no para tenerlos guardados en una biblioteca. Creo que mi hija estaría muy contenta de que los hijos de hoy tengan la biblioteca de ella. Encontré dedicatorias, les pedí a los chicos que cuando los vayan abriendo me devuelvan los que tienen dedicatorias. Encontré de cuando iba a la escuela todas las cosas que los compañeros ponen en las fotografías y los libros que le han regalado. A ella le gustaba, se reía mucho con La venganza de Don Mendo, y encontré que ya en el primario le habían regalado un libro con La venganza de Don Mendo. Se reía mucho con esa obra de teatro, ella tenía mucho sentido de humor. Alicia fue siempre muy compañera, mi casa siempre estaba llena de amigas, de compañeras. Era muy alegre, muy yo, con mucho carácter. Por ejemplo, te cuento una anécdota. Yo vivía en Devoto en un lugar grande, y había una chica que vivía en una habitación, se llamaba Anita, o se llama, debe de vivir. Alicia decía -todas querían jugar con Alicia- la que no juega con Anita no juega conmigo. Y entonces todos jugaban con Anita. Y esta chica, cuando mi hija tuvo la hepatitis y estuvo 40 días sin ir a la escuela, todos los días le traía todas las clases para que Alicia no las perdiera. Uno después de muchos años se da cuenta el valor que tienen esas cosas, claro primero lo ves como natural. Alicia tenía sus convicciones muy claras, y las hacía valer. Además era amiga y defendía lo que creía que había que defender. Una vez en el secundario la dejaron fuera de hora porque había defendido a una compañera. Yo llamé al colegio para que viniera pronto a casa, y me dijeron que estaba fuera de hora. Yo les dije: "los hago responsable si a mi hija le pasa algo en el camino, porque mi hija tiene un horario para llegar a casa y para salir de la escuela. Yo la voy a ir a buscar." Tanto es así, que ya la habían dejado salir y la fueron a buscar a la esquina. Fui a hablar con el rector. Me dijo que se había quedado por defensora de pobres, por salir a defender a una compañera, le contesté que dejaría de ser mi hija si no defendiera una injusticia. Alicia lloraba. Entonces dice el rector: "no ve que llora, debe estar arrepentida". Le pregunté: "Alicia, ¿estás arrepentida?". "No, mamá, lloro de impotencia, de bronca lloro".

- ¿Cuándo la secuestraron?
- El 5 de enero de 1978, la noche de reyes se la llevaron de su casa.
Con los pies en la tierra
Carlos Alonso, 1994
Mural en las Galerías Pacífico,
Buenos Aires
*

- ... y tu vinculación con las Madres cuándo comenzó?
- Tardé un poquito más. Ese día perdí a mis nietos también. El padre de mis nietos, mi hija estaba separada, se los llevó. Por dos años no los vi. Tardé más o menos seis o siete meses en venir, tal vez un poquito más. Yo quedé muy mal, hecha una piltrafa. Toda España se me vino encima, todo aquello que había pasado cuando era chica. Eso de ver la gente armada, eso de las desapariciones, eso de que yo en el camino había visto muertos, y no podías hablar, porque fusilaban en los caminos. Todas esas cosas terribles que pasó en España, se me vino todo encima. Y tardé como seis meses en reaccionar, pero cuando reaccioné ya me puse a luchar. No sé, fue algo que no ... mi marido, que no servía para esto, me protegió mucho en esos momentos. Eso lo llevó a la muerte, él hizo un cáncer. La impotencia del hombre de perder a su hija, de no poder hacer nada, y protegerme a mí, que siempre me vio tan fuerte, tan segura, me vio tan mal. El hizo muchas cosas mientras yo no las podía hacer. El vino a la plaza antes que yo, me dijo: "Poro, hay madres caminando en la plaza", y él me trajo. Es importante decirlo. Mi familia íntima toda me apoyó, y algunos otros que no eran tan familia ya los borré, y cuando se quisieron volver a arrimar les dije que no. Los amigos íntimos que tenía me respondieron, de los que tenés como amistades, no como amigos, esos no y también los borré. Yo tengo dos amigos, uno ya falleció que desde el primer día me acompañó a buscar a mi hija. Desde ya tengo a mi hermano y a mi cuñada que nos apoyan muchísimo. Tengo poca familia acá, tengo toda en España, por eso me tira ir a España a pesar de todo lo que pasó. A mi casa dejó de venir gente cuando lo de Alicia. Yo estuve varios días a mate y Paso de los Toros, no me pasaba nada. Ramón, un amigo incondicional, vino un día con pizza, siempre me acuerdo de eso. Yo no sé que sentí, sentí que tenía ganas de comer pero no era hambre, podía haber seguido sin comer. El cariño, el amor ... él tan consecuente venía todos los días. Muchos no se atrevían, ir a la casa de un desaparecido era un compromiso, un compromiso muy grande. No es un hombre con ideas políticas, tiene un buen corazón y es un amigo. Ese es Ramón; y el otro fue Luis, que hoy no está.

- ... y estos veinte años?
- Estos veinte años ..., primero cuando venía a la plaza, primero a extrañar a mi hija. Luego recuperar a mis nietos, con los que tengo una buena relación, nos queremos mucho. Mi marido vivió para sus nietos, el abuelo se daba maña para todo, el abuelo todo lo podía. Cuando recuperamos a los chicos vivimos una época de ilusiones nuevas. Nosotros habíamos comprado otra casa para mi hija, para que cuando volviera no fuera a la misma casa donde la habían secuestrado. Todas esas cosas que vos hacés pensando en el mañana. Y después, la enfermedad de él, que yo desde el primer momento supe lo que era, y ocultarle a él porque yo no quería que sufriera por eso. Tuvo mucha fuerza hasta último momento. Hay una cosa que tengo adentro mío. Mi marido se estaba muriendo y decía: yo lo único que quisiera es ver otra vez a Alicia. Por eso no podemos perdonar a los milicos, porque no únicamente nos sacaron los hijos, casi todas nosotras nos quedamos viudas. Nos deshicieron la familia. Pero estamos orgullosas de que no nos convirtieron en vegetales. Que seguimos luchando, que seguimos teniendo hijos. Le demostramos que no pudieron, que no los mataron, que acá están. Que nosotras todas tenemos una nueva familia: somos las Madres, que nos queremos mucho entre nosotras, que nos peleamos, que discutimos, como toda familia.

Fuente:
Historia de Porota: “Toda España se me vino encima”,
entrevista de Roberto Amigo.
Revolucionarios, en Razón y Revolución; nro. 3, invierno de 1997,
reedición electrónica,


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Enlace audiovisual (3’29”):
Entrevista a María de las Mercedes Colás de Meroño




«Che, acá no se viene a llorar, eh,
acá se viene a luchar,
así que levantate y vamos»

Es el diálogo de Porota con otra madre en Plaza de Mayo,
cuando Mercedes comenzó a ir a la plaza
luego de la desaparición de su hija Alicia Meroño.

***

Hoy al mediodía nos dejó Porota, Mercedes de Meroño.
Hacía ya varios meses que estaba muy enferma.
Después de la fractura de su cadera no se recompuso más.
Se fue despacito. Todos los días se moría un poco.
Ella era una de las Madres que había pasado dos veces por la tortura y el horror.
Porque ella estuvo en la Guerra Civil española,
donde fue fusilado su padre por ser antifranquista y revolucionario.
Allí, además, a ella le cortaron el pelo al cero, la pelaron,
para que todo el pueblo sepa que su padre había sido fusilado.
Siempre contaba eso Porota.
Y siempre hablaba de su Lodosa, en España, donde había nacido.
Y luego viene acá y cuando estaba bien, y feliz,
casada, con su hija y sus nietos,
le secuestran a su hija.
Y España se le vino de vuelta a la cabeza.
Y ahí estuvo ella, con los dos horrores y terrores,
que nunca le dejaron. Siempre que hablaba los recordaba.
Se fue tranquilita, lentamente. Sin darse cuenta,
de a poquito. Se apagó despacito.
Otra compañera que se va y nos deja un vacío enorme.
Pero la vida sigue.
Así somos las Madres: estamos lo más enteras que podemos,
cada vez que se va alguna
se nos va un pedazo de nosotras mismas.
Pero sabemos el compromiso que tenemos
con nuestros hijos y que debemos seguir.
Porota se fue despacito. Lentamente. Sin darse cuenta.
Estaba en la cama, y de repente... se cortó.
Seguramente estará ahora diciendo
"ay, Lodosa, Lodosa mía", como siempre nos decía.

Hebe de Bonafini

***
lustración de Carlos Alonso,
en Juan Gelman,
Bajo la lluvia ajena


*

Alicia Norma Meroño Colás de Grodzinski
Desaparecida el 5/1/78
Tenía 31 años

Alicia era muy bonita, y de adentro era mucho más linda todavía. Era muy simpática, muy dada con todo el mundo, muy solidaria. Le gustaba la lectura y el teatro. Le gustaba mucho reír y tenía muy buen sentido del humor. Había cursado estudios secundarios en el Instituto Angel D'Elía. Alicia fue siempre muy compañera, su casa siempre estaba llena de amigas. Defendía la injusticia.

Era divorciada y tenía hijos (quienes quedaron con el padre después de su desaparición).
Fue secuestrada en su domicilio en Capital la noche de Reyes.

No tenemos testimonio de su paso por un CCD.

Su padre, que luego murió de cáncer, fue el primero en ir a la Plaza.
Su madre, Porota, se unió a Madres de Plaza de Mayo.
Su abuelo materno había sido fusilado durante la guerra civil española.

Fuente:
Desaparecidos en Argentina, Alicia Norma Meroño Colas


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