MEMORIAS DE MUJERES
UNA MANERA DE DECIR AQUÍ ESTOY
[...] Los familiares nos reunimos para ir a la marcha que cerraba la Semana del Estudiante de ASCEEP. Fue en setiembre de 1983. Unos muchachos se ofrecieron a pintar el pasacalle que llevaríamos. Cuando llegué al local estaban terminando un inmenso cartel con letras rojas que decía ADMISTÍA. Logré convencerlos de la importancia de corregir el error y marchamos detrás de nuestro pasacalle con fe de erratas.
Avanzamos por 18 de Julio hasta el Obelisco; doblamos por Bulevar Artigas. Teníamos miedo pero nos protegía el entusiasmo colectivo. En el estadio Franzini nos recibieron cientos de jóvenes gritando: “Liberar, liberar a los presos por luchar”. En ese preciso momento, ni antes ni después, yo me dije: “Nosotros vamos a ganar”. Y por primera vez me sentí invencible.
Virginia Martínez, “Una manera de decir aquí estoy”,
en Las palabras que llegaron. Distintas voces contra la impunidad, Uruguay, 2009.
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Memorias de mujeres - El camino hacia el penal de Punta Rieles
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LA VISITA
[...] Desde la parada del ómnibus hasta el Penal [de Punta de Rieles] un larguísimo camino descampado se presentaba como la primera prueba que el visitante debía vencer para, quizás, ver a su familiar preso, o para sencillamente alcanzarle el tesoro sagrado de medio kilo de queso, medio de dulce y tres de fruta. Quien no haya estado en esa situación no puede quizás comprender hasta qué punto medio kilo de dulce de membrillo puede convertirse en un mensaje de solidaridad, en un abrazo de amor, en un gesto de resistencia. Ese camino por el cual podría, perfectamente, haber transitado un micro compasivo, o aun uno caro y prepotente (si la intención no hubera sido la purita crueldad) era no sólo muy largo sino increíblemente inhóspito: carente en absoluto de sombra en verano y del más mínimo reparo en invierno. Sortearlo implicaba, a veces, un verdadero acto de coraje [...]
Vanina Arrregui, “Los que estuvieron afuera”, Taller de Género y Memoria ex Presas Políticas, Memoria para armar - dos: ¿quién se portó mal?, Editorial Senda, Montevideo, 2002, p. 149;
citada en Marisa Ruiz, Ciudadanas en tiempos de incertidumbre. Solidaridad, resistencia y lucha contra la impunidad (1972-1989), Doble clic Editoras, Montevideo, 2010, p. 54.
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POESÍAS Y CANTARES EN PUNTA DE RIELES
OVILLOS DE LA MEMORIA
Miguel Hernández y Joan Manuel Serrat
... para la libertad sangro, lucho y pervivo
... aún tengo la vida
[...] En Uruguay, en el Taller Testimonio y Memoria, de ex presas políticas, Ana Demarco expresa el mencionado sentimiento de gratitud del que habla Lévi-Strauss. Lo hace recordando la compañía que significó Joan Manuel Serrat para ellas:
Era bueno escuchar tus palabras cuando la angustia nos inundaba, nos decías:
Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar
[...] Era importante para nuestra relación tener presente el lugar de ‘aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón’. Sin esa cotidianidad no hubiéramos podido lograr aquella magia que existía entre nosotros, Joan Manuel lo mencionaba y nosotras coincidíamos [...]. Sintiendo la tristeza y la plenitud, el compromiso y la fuerza cuando decíamos juntos los tres ‘para la libertad sangro, lucho y pervivo’, y nos consolábamos porque hoy como Miguel podíamos decir ‘aún tengo la vida’. Él sabía como nosotras que no era fácil encarar el nuevo día, el desafío de la supervivencia, él sabía como nosotras que ‘un día más, que se va colando de contrabando, y bueno pues, adiós ayer y cada uno a lo que hay que hacer’. Y nos repetía animándonos, ‘tire p’adelante, que empujan atrás’. Y allá marchábamos a encarar el día más, el día menos, porque mire que empujaban atrás, no paraban de empujá. (1)
La poesía musicalizada, las letras de Serrat, interpretaba la subjetividad de las prisioneras que alojaron sus canciones –como las de Viglietti y Paco Ibáñez– con gratitud en la memoria. Las canciones como regalo al recién nacido, como bienvenida, como gesto de cuidado y compañía o como despedida, fortalecían un sentimiento afectuoso de familia que se creaba entre las prisioneras. La canción era un vínculo relacional que permitía enfrentar “en familia” los momentos compartidos de la adversidad. [...]
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Fuentes y referencias
Jorge Montealegre y Natalia Montealegre, "Punta de Rieles, donde termina y empieza una vía",
Revista Encuentros Uruguayos, Año 3, N° 3, 2ª. parte, setiembre de 2010.
Puede consultarse la revista digital Encuentros Uruguayos
Ana Demarco, “A Joan Manuel Serrat”, en Los ovillos de la memoria,
Taller Testimonio y Memoria del Colectivo de ex Presas Políticas.
Editorial Senda, Montevideo, 2006, pp. 273-274.
Puede consultarse el libro Los ovillos de la memoria,
en formato pdf, que en su prólogo hace la siguiente dedicatoria:
A nuestros padres,
nuestros hermanos,
a nuestros hijos,
a los hijos de nuestros hijos
y a nuestros compañeros
y compañeras de lucha.
Memoria para armar,
la serie publicada en formato pdf:
Memoria para armar 1
Memoria para armar 2
Memoria para armar 3
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