MURALES EN BUENOS AIRES


RecreArte
A ORILLAS DEL PLATA

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Con los pies en la tierra,
Carlos Alonso, 1994
*
Pinturas murales en las Galerías Pacífico
Las pinturas murales en la cúpula de las Galerías Pacífico
constituyen la única realización del Taller de Arte Mural que,
bajo la influencia del muralismo mexicano, reunió a cinco artistas:

Antonio Berni,
Juan Carlos Castagnino,
Manuel Colmeiro,
Lino Enea Spilimbergo
y Demetrio Urruchúa.


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Los murales fueron realizados en 1945 e inaugurados en 1946.
La obra en su conjunto cumplía con la declaración de intenciones
que el grupo había manifestado desde la fundación del taller en septiembre de 1944:

“Con el propósito de desarrollar lo más ampliamente posible la pintura mural en nuestro país,
y sabiendo la finalidad que a ésta le corresponde con relación a la arquitectura moderna,
hemos organizado este grupo de pintores para establecer relación con arquitectos y constructores,
deseando encarar el problema en toda su extensión”.


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Los murales de la cúpula
En 1945, Ferrocarriles Buenos Aires al Pacífico convocó al estudio de arquitectura Aslan y Ezcurra para realizar la remodelación del edificio del antiguo Au Bon Marché, ubicado entre las calles Florida, Viamonte, San Martín y Avda. Córdoba. Estas reformas harían una galería cubierta de aquel paseo con calles interiores a cielo abierto, construido hacia fines del siglo XIX según el modelo parisino.

Los arquitectos decidieron cubrir esas calles internas con bóvedas a la altura del primer piso y construir 130 locales comerciales abiertos hacia esas naves y con salida al exterior. Las calles recibieron una cubierta abovedada con casetones y, en la intersección, una cúpula con linterna.

Las áreas dispuestas para la decoración mural fueron los tímpanos (con forma de lunetas colocadas sobre las cuatro puertas de ingreso) y la cúpula ubicada en el punto de confluencia de las naves (integrada por cuatro paños y sus pechinas, rematadas por una pequeña luneta en su base).

Desde un punto de vista óptico-arquitectónico, los paños constituyen lunetas trapezoidales ubicadas sobre cada uno de los cuatro arcos que se determinan en la intersección de la cúpula con las naves de las galerías; y, por encima de cada arco, si se consideran las pechinas triangulares a ambos lados de cada paño, cada uno de esos arcos cuenta con una enorme luneta semicircular
formada por un paño central flanqueado por pechinas.

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La sucesión de murales en la cúpula

1) La germinación de la tierra (detalle)
(La Germinación, El amor),
de Antonio Berni (paño, lado sur)

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2) La pareja humana
(Consagración de la familia, El amor maternal),
de Manuel Colmeiro (pechina, lado suroeste)

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3) La vida doméstica
(La ofrenda de la tierra, La ofrenda generosa de la naturaleza),
de Juan Carlos Castagnino (paño, lado oeste)

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4) Canto del mar,
de Manuel Colmeiro (pechina, lado noroeste)

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5) La fraternidad
(La Hermandad de las razas),
de Demetrio Urruchúa (paño, lado norte)

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6) La lucha del hombre,
de Lino Enea Spilimbergo y Demetrio Urruchúa (pechina, lado noreste)

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7) El dominio de las fuerzas naturales
(La lucha del hombre con los elementos de la naturaleza),
de Lino Enea Spilimbergo (paño, lado este)

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8) El trabajo y el poder del hombre,
de Antonio Berni (pechina, lado sureste)

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Lunetas en las entradas de las Galerías Pacífico
Junto a los murales de la cúpula, la impresionante obra original comprendía otras lunetas colocadas sobre las cuatro puertas de ingreso a las Galerías. En los trabajos de remodelación del edificio estas piezas fueron descartadas y quedaron en custodia del Ministerio de Educación; finalmente fueron cedidas a la Biblioteca Nacional, donde se exponen en la actualidad.

El conjunto se basaba en la articulación de los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones del año y cuatro actividades rurales primarias: Primavera (Spilimbergo, luneta Este), Verano (Colmeiro, luneta Norte), Otoño (Castagnino, luneta Oeste) e Invierno (Urruchúa, luneta Sur).

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Muralistas contemporáneos
En las Galerías Pacífico también se encuentran
otras obras murales de artistas contemporáneos,
como por ejemplo:
Con los pies en la tierra,
de Carlos Alonso, 1994

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Mujer y máscaras,
de Guillermo Roux, 1994

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Galería de imágenes
en: RecreArte. Murales en las Galerías Pacífico de Buenos Aires.

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Fuentes:

(*) Biblioteca Nacional, en Buenos Aires: Lunetos de las Galerías Pacífico.

(*) Ministerio de Cultura, Comisión para la Preservación del Patrimonio
Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires,
“Murales en Buenos Aires”
.
En el sitio pueden consultarse las fichas de murales
existentes en Buenos Aires (con sus relativas imágenes).

(*) Rabossi, Cecilia; Rossi, Cristina (2008),
Los muralistas en Galerías Pacífico
,
Centro Cultural Borges, Buenos Aires.

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* Ubicación. Las Galerías Pacífico están ubicadas en Florida 753, esquina Avda. Córdoba
(manzana comprendida entre las calles Córdoba, Florida, Viamonte y San Martín),
Buenos Aires.

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MONTEVIDEO AMURALLADA


MONTEVIDEO ANTIGUO.
LA PENÍNSULA FORTIFICADA HACIA FINES DEL SIGLO XVIII
Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX
*
Referencias del sistema defensivo
partiendo desde el Cubo del Sur
y continuando en sentido horario a lo largo de las murallas.

*


Montevideo fortificada,
hacia fines del siglo XVIII
y principios del siglo XIX.
*

1) Cubo del Sur, con la Batería de San Fernando.
Situado a la altura de las actuales calles Rambla Gran Bretaña y Treinta y Tres.
En los sistemas fortificados se denomina “cubo” a las torreones circulares que se integran a la muralla con fines defensivos. El Cubo del Sur, además del torreón, presentaba un terraplén amurallado que corría hacia el Portón de San Juan, constituyendo así el bastión que remataba el “frente de tierra” al sur de la Ciudadela. Allí estaba emplazada la Batería de San Fernando y allí comenzaba, sobre el Río de la Plata,
el “frente de mar” de la ciudad amurallada.

Hacia mediados del siglo XVIII, los Cubos del Norte y del Sur no se presentaban todavía como auténticas fortificaciones, de ahí las reformas emprendidas hacia fines de ese siglo. Sin embargo, las obras en el Cubo del Sur aún no habían sido completadas cuando se producen las segundas invasiones inglesas y la caída de Montevideo (1807); los ingleses logran entrar a la ciudad abriéndose una brecha precisamente en la cortina que iba desde el Cubo del Sur hacia el bastión del Parque de Artillería, es decir, en una zona donde la muralla era aún una simple pared de piedra; las obras definitivas para mejorar el cubo
y esta zona de la muralla fueron llevadas a cabo entre 1811-1812.

El Cubo del Sur que existe actualmente es una reconstrucción, realizada sobre restos del muro perteneciente al cubo original. Los restos fueron descubiertos durante las obras de construcción de la Rambla Sur, llamada Rambla Gran Bretaña en este tramo. Cabe recordar que con anterioridad a dichas obras, el Templo Inglés se hallaba no en su posición actual sino, de espaldas al mar,
en el área misma del Cubo del Sur.

2) Batería de San Juan. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Rambla Francia casi Alzáibar.

3) Batería de San Rafael. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Rambla Francia casi Pérez Castellano.

4) Batería de Santo Tomás. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Rambla Francia, entre Guaraní y Lindolfo Cuestas.

5) Batería de San Joaquín. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Lindolfo Cuestas y Buenos Aires.

6) Batería de Nuestra Señora del Carmen. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Lindolfo Cuestas, entre Sarandí y Washington.

7) Batería de San Carlos. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Lindolfo Cuestas y 25 de Mayo.

8) Fuerte San José. Estaba situado en la punta del mismo nombre, en el extremo noroeste de la península, y ocupaba el ángulo de las murallas ubicado aproximadamente en la manzana delimitada por las actuales calles Lindolfo Cuestas, Cerrito, Guaraní y Piedras. En 1724, durante el proceso fundacional de la ciudad,
fue allí donde se emplazó la Batería de San Felipe.

El fuerte estaba poderosamente artillado; constaba de una plaza de armas central y alojamientos para la guarnición. Tenía sólo una portada orientada hacia la ciudad y el perímetro completo de sus murallas quizás era superior a los trescientos metros.

9) Batería de San Ruperto. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Piedras e Isla de Lobos.

10) Batería de San Francisco. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Rambla 25 de Agosto y Colón.

11) Batería del Muelle o de San Antonio. Bastión saliente de la muralla,
a la altura de las actuales calles Rambla 25 de Agosto, entre Misiones y Treinta y Tres.

12) Las Bóvedas. Las dos casamatas abovedadas existentes, a la altura de las calles Rambla 25 de Agosto, entre Ituzaingó y Juan C. Gómez, formaban parte del imponente sistema defensivo comúnmente denominado “Las Bóvedas”, compuesto por un grupo de 34 casamatas cuya construcción se inicia por orden del Brigadier Bernardo Lecocq en 1794 y finaliza en 1806.

Partiendo desde el Cubo del Norte, el complejo de la fortificación se dirigía hacia el desembarcadero (actual calle Treinta y Tres), para reforzar la protección del área portuaria. Inicialmente fueron utilizadas como almacenes de boca y guerra y para alojamiento de tropas, y más tarde como depósitos.

13) Cubo del Norte, con la Batería de Santiago.
Situado a la altura de las actuales calles Rambla 25 de Agosto y Bartolomé Mitre.
Desde el Cubo del Norte hasta el Cubo del Sur se extendía el llamado “frente de tierra” del sistema fortificado defensivo de la ciudad, una cortadura de la península, desde la costa sobre la Bahía de Montevideo, al norte, hasta la costa sobre el Río de la Plata, al sur.

En la actualidad, la reconstrucción simbólica del Cubo del Norte se emplaza en un espacio verde
ubicado en la esquina noreste de Rambla 25 de Agosto y Bartolomé Mitre.

14) Tramo de muralla. Restos de un tramo de la escarpa entre el Cubo del Norte y la Batería de San Pascual, en tres predios de la calle Bartolomé Mitre (n° 1556-1578-1582),
entre Rambla 25 de Agosto y Piedras.

15) Tramo de muralla. Restos de un tramo de la escarpa entre el Cubo del Norte y la Batería de San Pascual, visibles en el predio de Piedras n° 668 casi Bartolomé Mitre; entrada por el Museo de las Migraciones, Bartolomé Mitre 1550, esquina Piedras.

16) Baluarte de San Pascual. Abarcaba parte de las dos manzanas ubicadas entre las actuales calles Piedras, Juncal, 25 de Mayo y Bartolomé Mitre.
Vestigios arqueológicos de la escarpa y contraescarpa de esta batería se encuentran en la manzana delimitada por las calles Piedras, Juncal, Cerrito y Bartolomé Mitre, y son visibles en el predio de Piedras n° 668, entrada por el Museo de las Migraciones, Bartolomé Mitre 1550, esquina Piedras.

17) Tramo de muralla. Restos de un tramo de la escarpa entre la Batería de San Pascual y el Portón de San Pedro, visibles en el predio de Bartolomé Mitre n° 1464 (Espacio Cultural al Pie de la Muralla).

18) Portón de San Pedro o Portón Viejo. Permitía la entrada y salida de la ciudad amurallada y estaba ubicado a la altura de las actuales calles 25 de Mayo, entre Bartolomé Mitre y Juncal.

19) Tramo de muralla. Restos de un tramo de la escarpa entre el Portón de San Pedro y el Baluarte de San Luis. Se ubica en predios de la calle Bartolomé Mitre, entre 25 de Mayo y Rincón.

20) Baluarte de San Luis. Al norte de la Ciudadela,
a la altura de las actuales calles Rincón y Juncal.
Restos de un tramo de la contraescarpa del Baluarte de San Luis se hallan en predios de la calle 25 de Mayo (n° 678-680-682) y restos de dos tramos de escarpa se encuentran en la calle Rincón entre Bartolomé Mitre y Juncal: Rincón n° 681, acera norte, y Rincón n° 690, acera sur, predio donde funciona actualmente el Consejo de Educación Secundaria.

21) Puerta de la Ciudadela. Portada de acceso a la Ciudadela. Tenía “rastrillo” y puente levadizo, y estaba ubicada en eje con la actual calle Sarandí.
La actual Puerta de la Ciudadela es una reconstrucción.

22) Ciudadela. Sólida y pequeña fortaleza de tipo “Vauban” (ingeniero militar francés del siglo XVIII), que ocupaba la mitad de la actual Plaza Independencia, es decir, ubicada en el área más alta de la cuchilla
y en la línea de corte de la península.

La piedra fundamental de la Ciudadela fue colocada en mayo de 1742. Las obras comenzaron con la construcción de los baluartes que miraban hacia el este, hacia el campo: al sur, el Baluarte del Rey o de San Felipe, al norte, el Baluarte de la Reina o de Santa Isabel. Los trabajos adelantaban con lentitud y la Ciudadela como tal fue concluida alrededor de 1751.

La fortificación se componía de un núcleo cuadrado
con un baluarte en cada uno de sus ángulos:
a) al noroeste, San Fernando (o del Príncipe);
b) al noreste, Santa Isabel (o de la Reina);
c) al sureste, San Felipe (o del Rey);
d) al suroeste, Santa Bárbara (o de la Princesa).

Sobre la fachada este, la que miraba hacia el campo, tenía un bastión triangular o “rebellín”. Cercaba la fortaleza un profundo foso. El patio de la plaza de armas se encontraba rodeado por dos pisos de locales con pórticos, donde se ubicaban la comandancia, el cuerpo de guardia, la enfermería, alojamientos para la tropa y maestranzas, y había sótanos donde se hallaban polvorín, arsenal y calabozo. En el eje de la entrada principal había una capilla de una sola nave, en forma de cruz griega.

23) Baluarte de San Sebastián. A la altura de las actuales calles Buenos Aires (antigua San Sebastián) y Bartolomé Mitre, al sur de la Ciudadela, en simetría con el Baluarte de San Luis, al norte de la misma.
Restos visibles del baluarte se encuentran en la esquina suroeste de las calles
Buenos Aires y Bartolomé Mitre.

24) Plaza de la contraescarpa. Restos visibles de la contraescarpa del Parque de Artillería se hallan en la esquina suroeste de las calles Reconquista y Juan Carlos Gómez.

25) Parque de Artillería. Baluarte donde estaba emplazada la Batería de Nuestra Señora del Rosario, dispuesto simétricamente con el Baluarte de San Pascual (al norte de la Ciudadela).
El Parque de Artillería tenía la puerta de acceso a la altura de las actuales calles Brecha, Ituzaingó y Reconquista. “Venía a quedar frente a la esquina Redonda”, la esquina de Ituzaingó y Reconquista, donde estaba la pulpería de José Pereira, como nos narra Isidoro de María. Parte de la reconstrucción simbólica de este Parque de Artillería se ubica en la Plaza España (a la altura de las calles Brecha y Camacuá).

26) Portón de San Juan o Portón Nuevo. Portón que permitía la entrada y salida de la ciudad amurallada. Estaba ubicado a la altura de las actuales calles Brecha y Camacuá.
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Batería San Sebastián
Restos visibles. Calle Buenos Aires esq.
Bartolomé Mitre (placa indicativa).
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Montevideo amurallada. 1811
Trazado urbano de la ciudad,
sobrepuesto al fundacional de 1730.
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*) Notas.

A) El Fuerte Grande. En enero de 1724, es decir, en los inicios del proceso fundacional de la ciudad, comienzan a construirse las primeras fortificaciones: la denominada entonces Batería de San Felipe, donde luego se ubica el Fuerte San José, y el Fuerte Grande, en el área que hoy ocupa la Plaza Zabala.

El Fuerte Grande, el Fuerte San José y el Cuartel de Caballería (ubicado a la altura de las actuales calles Alzáibar, entre Buenos Aires y Reconquista) serán las primeras fortificaciones con las que cuenta la nueva ciudad hacia 1730, cuando se constituye el Cabildo Justicia y Regimiento
de la ciudad de San Felipe de Montevideo.

La construcción iniciada en 1741 de la Ciudadela, como nueva fortaleza de Montevideo, llevó al abandono del Fuerte Grande como fortificación y permitió el incipiente desarrollo urbano de la ciudad hacia el oeste de la península. Las estructuras defensivas fueron demolidas y sólo se conservó la parte central del Fuerte destinándola a «Almacén y Caja Real» y para alojamiento del Gobernador y capilla.

El Fuerte Grande se transformará así en la “Casa del Gobernador” y, desde 1830 hasta 1879, en “Casa de Gobierno”, sede del Poder Ejecutivo. Fue demolido definitivamente en 1880.

B) Montevideo amurallada. Finalizada la Ciudadela hacia 1751, en 1753 se comienzan las murallas al norte y al sur de la misma. Habrá que esperar a 1780 para afirmar que Montevideo se convierte en una ciudad amurallada y a principios del siglo XIX para que se concluyan finalmente las mejoras y reformas proyectadas, en particular en el “frente de tierra”, desde el Cubo del Sur hasta la Ciudadela, y en el “frente de mar”, en la zona portuaria de la bahía con la construcción de Las Bóvedas.

C) Extramuros. Se han mencionado exclusivamente las fortificaciones de la ciudad amurallada, pero en realidad el complejo del sistema defensivo de Montevideo era más amplio ya que, para una mayor defensa de la ciudad, también incluía:

a) el despliegue de la flota naviera con base en el puerto de Montevideo, transformado a partir de 1776 en “Apostadero naval español del Río de la Plata, Patagonia y Malvinas”, creando así en la bahía una línea defensiva de barcos artillados,

b) baterías emplazadas en la Isla de Ratas (Isla Libertad),

c) la Fortaleza del Cerro, cuya construcción se inicia en 1809, luego de las Invasiones Inglesas, y

d) la instalación de otras defensas extramuros como la Batería de Santa Bárbara, emplazada para desalentar posibles desembarcos en las costas del Río de la Plata próximas a la ciudad, es decir, para contrarrestar desembarcos en las playas existentes al este del Cubo del Sur: playas Patricios, Santa Ana (ambas desaparecidas con la construcción de la Rambla Sur) y , en particular, Playa de la Estanzuela (actual Playa Ramírez; el “Camino de la Costa” partía del Portón de San Juan y conducía a la Playa de la Estanzuela, pasando poco antes por la Batería de Santa Bárbara, ubicada en una loma frente a la Playa de Santa Ana, a la altura de las actuales calles Cebollatí, entre Magallanes y Gaboto).

D) Río de la Plata. Finalmente cabe agregar que Montevideo constituía el principal baluarte de ese gran “frente de mar” desplegado sobre el Río de la Plata, para efectivo control de la Banda Oriental y de los accesos al Paraná. Hacia fines del siglo XVIII, un gran arco fortificado se extendía desde los actuales límites con el Brasil (Fuerte de San Miguel y Fortaleza de Santa Teresa, en proximidad de las costas atlánticas, actual departamento de Rocha), pasando por las fortificaciones costeras de Maldonado e Isla de Gorriti, y finalmente, más allá de Montevideo, llegaba a Colonia del Sacramento, otro importante puerto y plaza fuerte en el extremo occidental del Río de la Plata.
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Ciudadela de Montevideo
Maqueta realizada por el Prof. Alberto Gómez Ruano
Museo Pedagógico José Pedro Varela, Montevideo
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*) Vocabulario y notas lingüísticas. La arquitectura de las fortificaciones

- Adarve. Camino, pasillo detrás del parapeto, en la parte superior de la muralla.

- Almena. Cada uno de los prismas que coronan los muros de las antiguas fortalezas para que puedan resguardarse los defensores.

- Aspillera. Abertura larga y estrecha en un muro para disparar por ella.

- Baluarte, Bastión. En sentido estricto denomina una obra de fortificación de figura pentagonal, que sobresale en el encuentro de dos cortinas de muralla, y se compone de dos caras que forman ángulo saliente, dos flancos que las unen al muro y un lado de entrada.

- Batería. Conjunto de piezas de artillería.
Dícese también de la obra de fortificación destinada a contener cubierto un conjunto de piezas de artillería.

- Casamata. Bóveda muy resistente para instalar una o más piezas de artillería.

- Caserna. (Del provenzal cazerna, del latín quaterna, de cuatro) Bóveda a prueba de bomba, que se construye debajo de los baluartes y sirve para alojar soldados y también para almacenar
víveres y otras cosas.

- Contraescarpa. Pared en talud del foso, enfrente de la escarpa, o sea del lado de la campaña.

- Cortina, Lienzo. Tramo de muralla que está entre dos baluartes.

- Escarpa. Plano inclinado que forma la muralla desde el cordón (moldura que corre por debajo del adarve) hasta el foso (enfrente de la contraescarpa)

- Glacis. Declive del terreno, desde la fortificación hacia la campaña.

- Luneta. Pequeño baluarte y por lo común aislado.

- Rastrillo. Reja o verja levadiza que defendía la entrada de una plaza de armas. Se afianzaba con cuerdas fuertes o cadenas para poder levantarlas cuando se quería dejar libre el paso.

- Tronera. Abertura en la que se emplazan los cañones para disparar con ellos.
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*) Fuentes iconográficas y bibliográficas

(*) AA.VV., Investigación arqueológica en el área de “Las Bóvedas”, Montevideo.
[Disponible en archivo formato .pdf, pp. 7, consulta 18/07/2013]

(*) Anónimo, Plano de la ciudad de Montevideo, 1750(?).
Plano de la ciudad de Montevideo (fecha estimada) orientado con lis en rosa de ocho vientos prolongados; relieve representado por sombreado; manuscrito a plumilla en tinta negra y coloreado a la acuarela en varios colores; incompleto, cartela decorada vacía, escala sin equivalencia y anotaciones a lápiz.
[Disponible en Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico, Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Gobierno de España, consulta 30/06/2013]

(*) Arredondo, Horacio (1951), "El Fuerte de San José",
Almanaque del Banco de Seguros del Estado, Montevideo, 1973;
de la obra: Civilización del Uruguay: aspectos arqueológicos y sociológicos, dos tomos,
Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Montevideo, 1951.

(*) Baroffio Burastero, Raúl (2008), "Sistema defensivo de Montevideo Colonial en las Invasiones Inglesas", Almanaque del Banco de Seguros del Estado, Montevideo.

(*) Capillas de Castellanos, Aurora (1971), Montevideo en el siglo XVIII, Nuestra Tierra, N° 2, Montevideo.
En p. 6, véase Plano de Montevideo Antiguo con relativas leyendas.
[Disponible en archivo formato .pdf, pp. 62, consulta 24/10/2011]

(*) Carmona, Liliana; Gómez, María Julia (2002), Montevideo. Proceso planificador y crecimientos, Parte 1, Publicaciones Farq. (Universidad de la República, Facultad de Arquitectura), Montevideo.

(*) Casaflórez, Plano de la ciudad de Montevideo, 1783.
Leyenda:“Plano de la ciudad de Montevideo: situado a los 34° 55’ en la América Meridional sacado el año de 1783 siendo Virrey el Ex.mo señor Don Juan Jose de Vertis y Salzedo The.te General de los Rea.s Exercitos de S.M.”. Casaflorez
Plano de la ciudad de Montevideo manuscrito a plumilla en tinta negra y coloreado a la acuarela en varios colores; firmado y fechado por el autor; orientado con media lis; relieve representado por sombreado; relación de las calles principales de la ciudad indicadas por clave numérica;
indica caminos y masas forestales.
[Disponible en Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico, Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Gobierno de España, consulta 30/06/2013]

(*) de María, Isidoro (1885-1895), Montevideo Antiguo. Tradiciones y recuerdos, 4 volúmenes,
El Siglo Ilustrado, Montevideo.
Tomo I, edición del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, Biblioteca Artigas, Montevideo, 1957.
[Disponible en archivo formato .pdf, pp. 339, consulta 30/06/2013]

(*) Lerena Acevedo, Raúl (1952), “Monografía del Palacio Ortiz de Taranco. Sede del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social”, artículo en Revista Nacional,
Ministerio de Instrucción Pública, n° 161, Montevideo.
[Disponible en archivo formato .pdf, pp. 163, consulta 10/08/2013]

(*) Luque Azcona, Emilio, Evolución urbana de Montevideo en el siglo XVIII.
[Disponible en archivo formato .pdf, pp. 18]

(*) M.O.P., Ministerio de Obras Públicas de la República Oriental del Uruguay, Dirección de Topografía,
Plano topográfico de la ciudad de Montevideo en la época de la independencia, año 1811
.

Leyenda en el margen inferior:“Recuerdo de la IV Reunión Panamericana de consulta sobre Cartografía, realizada en Buenos Aires del 15 de octubre al 14 de noviembre de 1948”.
Plano de Montevideo orientado con rosa de ocho vientos; relación de los edificios civiles y militares así como de los baluartes indicados por clave alfabética y numérica; nota explicativa que informa de la naturaleza del documento, con datos históricos de la ciudad representada.
[Disponible en Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico, Ministerio de Educación Cultura y Deporte, Gobierno de España, consulta 30/06/2013]

Museo de las Migraciones. El sistema defensivo de Montevideo Antiguo. Exposición fotográfica y de hallazgos arqueológicos llevada a cabo, en marzo de 2012, en el Museo de las Migraciones, ubicado en Montevideo, Bartolomé Mitre 1550, esquina Piedras.
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Vista aérea de la Ciudad Vieja,
con el trazado de las antiguas murallas
(Museo de las Migraciones, marzo de 2012;
variada la numeración de las referencias).

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LOS AÑOS ’30


MONTEVIDEO, LA BANDA ORIENTAL Y LA CELESTE

Quizás sea cierto que hay números afortunados, o mejor dicho que hay años cuyo número nos recuerda aconteceres especiales, años de los que luego celebraremos los aniversarios.
Así son los años ’30 para los uruguayos.
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Artigas en el Paraguay,
litografía de Sauvageot,
en base a un dibujo de Alfred Demersay (1846).
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1830
Decir años ’30, como uruguayos nos lleva a pensar inmediatamente, por ejemplo, en 1830, en la jura de la primera constitución y en el efectivo empezar a caminar de ese nuevo país independiente; a partir de ese año la Banda Oriental será la República Oriental del Uruguay. Un año bastante cercano en el tiempo, del que todavía no hemos celebrado el bicentenario, y cuyo acontecer los orientales todavía no hemos digerido. De la escuela primaria nos queda esa vaga idea (idea deseada así oficialmente como vaga) de que es el año en el que finalmente se realizan las aspiraciones de independencia por las que había luchado el pueblo oriental.
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Plaza Constitución,
frente a la Iglesia Matriz,
Ciudad Vieja, Montevideo.
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Y ahí están los cuadros con banderas y tanta gente celebrando el evento en la Plaza Mayor; cuadros cuyo exaltado patriotismo olvida narrarnos algunas tristezas de ese día. José Artigas, el verdadero héroe del pueblo oriental, no estaba presente; estaba exiliado en el Paraguay y allí moriría veinte años más tarde. El nuevo país nacía independizándose no sólo de España sino de las Provincias Unidas del Plata con las que había compartido cultura, historia y lucha. ‘Un hijo es siempre un hijo’, se podrá decir para alegrar la tristeza de aquel parto auspiciado por el nuevo imperio colonial de los ingleses. La asamblea constituyente preparó el documento y un 18 de julio los orientales pudieron jurar la nueva constitución porque el juramento había sido autorizado por Argentina (las Provincias Unidas) y el Imperio del Brasil. Apenas un año más tarde, en abril de 1831, el flamante gobierno de Fructuoso Rivera llevaría a cabo la matanza del pueblo charrúa en Salsipuedes. ¿Dónde habían quedado los ideales artiguistas en aquel 1830; cuál es la celebrada ‘garra charrúa’, la de Rivera que embosca y mata indios a traición, o es la garra india y rebelde, como la del cacique charrúa Vaimaca o la del comandante guaraní Andresito, indios que lucharon con Artigas?
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1930
Pero, para los ya uruguayos (como más tarde, respecto al citado juramento, se empieza a llamar a los orientales), verdaderamente especial fue el 1930. Se celebraba el primer centenario de la Jura de la Constitución y se inauguraba el Estadio del Centenario, para disputar allí el primer campeonato mundial de fútbol. No sé cuál sería el clima de esperanzas entre los orientales, pero si sé que a partir de ese año el ’30 quiere decir la Celeste, ya coronada de títulos olímpicos y en ese año campeona mundial de fútbol.
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Monumento a Atilio Narancio,
Estadio Centenario, Montevideo.
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Junto a las historias de aquellos héroes del ’30, en casa nos contaban las historias de los héroes del ’50; en cada barrio las esquinas y las calles se poblaban de risas chiquilinas y nos sentíamos todos campeones porque jugábamos como aquellos del ’30 y del ’50, que con su garra celeste nos habían regalado tanta alegría.
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1730
Más atrás en el tiempo, un 1° de enero de 1730, se constituía el primer cabildo de Montevideo. Otro ’30 muy especial. Se cerraba el proceso de fundación de la nueva ciudad de San Felipe de Montevideo. En la península había un puerto, ubicado en la bahía y bajo la mirada del Cerro. Ya se había hecho la distribución de solares entre los primeros pobladores. Unas pocas callecitas (catorce, siete paralelas a la bahía y siete transversales), unas pocas manzanas que ocupaban parte de la actual Ciudad Vieja (32 manzanas, más una manzana destinada a la Plaza Mayor, que luego se llamará Constitución, porque será allí donde cien años más tarde será jurada la primera constitución del Uruguay).
Por el momento la ciudad-puerto está apenas fortificada: el Fuerte de San José, en la punta del mismo nombre (aproximadamente en el cruce de las actuales Guaraní y Piedras) y el Fuerte Grande, otro fuerte construido en el espacio de la actual plaza Zabala (con orientación aproximada Norte-Sur, es decir una orientación distinta a la del posterior amanzanamiento circundante que era y es ‘a medios rumbos’, a 45 grados respecto al eje Norte-Sur).
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Calle Treinta y Tres
Cartel de calle,
Ciudad Vieja, Montevideo.
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En 1730, por esas pocas calles de Montevideo viandaban los también pocos nuevos pobladores. Sólo seis familias habían llegado de Buenos Aires, treinta y pocas personas. Pedro Gronardo y Jerónimo Eustache, alias el Pistolete, propietarios socios de la primera pulpería de Montevideo, habían muerto en trágicos accidentes. La casa de Gronardo, una de las pocas casas bien construidas y que había sido el local de la pulpería, ya la menciona Pedro Millán cuando adjudica los primeros solares en diciembre de 1726; estaba ubicada en las proximidades del “Puerto Chico”, en la esquina de las actuales Piedras y Treinta y Tres. Huérfana de los pulperos, la casa primeramente fue destinada al cirujano Diego Mario, primer cirujano civil de Montevideo, probablemente venido con la primera expedición de familias canarias en 1726 (“Nuestra Señora de la Encina” llegó a Montevideo con esa primera expedición el 19 de noviembre de 1726) y a partir de 1730 la casa se transformó en la sede del primer cabildo de Montevideo.
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Plano de Montevideo Antiguo
Proceso fundacional,
el trazado urbano de 1730.
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En “Los chiquilines que fundaron Montevideo”, Milton Schinca sabiamente hace notar que, entre los treinta y pocos venidos de Buenos Aires, hay sólo cinco que llegan a los cuarenta años de edad (los mayores no superaban los 44 años) y que como edad seguían otros cuatro en la treintena (entre quienes estaba Juan Antonio Artigas, abuelo del futuro Don José, Protector de los Pueblos Libres) y luego tres mujeres en la veintena, es decir, doce adultos digamos y más de veinte muchachos y chiquilines, que seguramente jugaron y corretearon, rieron y soñaron como chiquilines en las esquinas y por las calles de aquella recién nacida ciudad. ¿Qué tendrá la cultura de los orientales de aquellos juegos y sonrisas de 1730?
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Plano de Montevideo Antiguo
Proceso fundacional 1724 - 1730
y desarrollo durante el siglo XVIII.
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Sin embargo, la mayoría de los primeros montevideanos no viene de Buenos Aires, sino que llega de las Islas Canarias, en dos expediciones. La primera expedición, de 1726, trae a Montevideo 13 familias (96 personas en total); la segunda expedición, a principios de 1729, lleva 25 familias más (otras 136 personas aproximadamente). Es decir que, la nueva Montevideo, el 1° de enero de 1730, nacía con poco menos de 270 vecinos, en su mayoría canarios (redondeando: doscientos treinta canarios y treinta y pocos bonaerenses). ¿Qué tendrá la cultura de los orientales de aquella cultura de pobres agricultores canarios a quienes de hecho se había impuesto el exilio y la emigración de sus tierras natales? ¿Qué tendrá la cultura de los orientales de esa melancolía típica del emigrante; qué habrá dejado en la memoria de los orientales aquel largo viaje atravesando el océano; qué tendrá la música popular del Uruguay de los cantares canarios y de las risas de aquellos primeros niños?
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Primer grupo de familias canarias que poblaron Montevideo
17 de noviembre de 1726

Placa conmemorativa en la Rambla Sur,
Ciudad Vieja, Montevideo.
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Durante el proceso fundacional de la ciudad, en Montevideo residían también otras personas que no se incluyen en la definición de colonos y primeros vecinos pobladores de la ciudad. Se trata, en relación con el número de vecinos, de un gran número de soldados que constituían el presidio militar de la ciudad y de indios tapes-guaraníes que trabajaron en la construcción de las fortificaciones; y se trata también de unos pocos religiosos, jesuitas como capellanes de los tapes, y franciscanos, como capellanes de la tropa y párrocos para los vecinos.
No se incluyen esclavos negros porque aún no los había en la nueva ciudad, si bien en años no tan futuros la comercialización de esclavos se transformará en un pilar fundamental de la actividad económica de Montevideo.
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Los emigrantes
Antonio Berni, pintura mural,
Entre Ríos esq. Mendoza, Rosario, Argentina.
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2030
Por ahora podemos solamente decir que será el año
del tricentenario de Montevideo,
del bicentenario de la jura de la constitución de la República Oriental del Uruguay
y del centenario de la Celeste como primer equipo campeón mundial de fútbol.
Será entonces un año cargado de celebraciones, pero no podemos anticipar cuál será el nuevo evento que a partir de ese año celebrarán los orientales.
Deseamos que cualquiera que sea el evento, sea para felicidad de montevideanos y orientales, para que puedan seguir construyendo ese gran evento de siempre, la historia de un pueblo latinoamericano cada vez más humano y más digno,
para “que los más infelices sean privilegiados”,
para ser “siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”.
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Hoy puede ser un gran día ...
¡No lo dejes escapar!

Joan Manuel Serrat

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