ENFOCANDO LA CAMARA: EL ENCUADRE Y EL COLOR


PANTALLAZOS DEL PUENTE
INTERSTICIOS Y CONCORDANCIAS,
DE LA PALABRA Y DE LA IMAGEN,
DEL SENTIR Y DEL CANTAR


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ENFOCANDO LA CAMARA

1) EL ENCUADRE
Cuando enfoco la cámara, río, lloro y festejo como ellos

“Es imprescindible que el fotógrafo tenga interés en las personas. No siento la necesidad de mantener una distancia emocional prudente cuando trabajo. Cuando enfoco la cámara, río, lloro y festejo como ellos. El escritor John McPhee me causó una honda impresión porque logró expresar en palabras lo que yo sentía cuando me encontraba en medio de la nada. Quiero dar voz y rostro a la gente común. Quiero iluminar lugares que nadie aprecia, porque provengo de un lugar así.”

Palabras de Annie Griffiths Belt,
una de las primeras mujeres que trabajó para National Geographic:

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EL ENCUADRE
A NUESTRO PADRE CREADOR TÚPAC AMARU (HIMNO-CANCIÓN)

En los pueblos, con su corazón pequeñito,
están llorando los niños, ...
En las punas,
sin ropa, sin sombrero,
sin abrigo, casi ciegos,
los hombres están llorando,
más triste,
más tristemente que los niños.
...
¡Somos aún, vivimos!
Escucha, padre mío, ...
Baja a la tierra, ...
Dame tu fuerza,
padre amado.

José María Arguedas

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El encuadre y los primeros planos
como tentativo de evidenciar los intersticios,
de resistir la cancelación,
de abrir las compuertas de la vida.

Dialéctica de la palabra,
dialéctica de la imagen;
palabra e imagen que desocultan,
que revelan.

Hablar y fotografiar desentrañando la vida,
hablar y fotografiar para que la vida se entrañe en el fotógrafo,
para que éste pueda mejorar el encuadre.

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2) EL COLOR
Porque allá donde nace el viento ... me duelen los ocres.
Pueblos originarios de Formosa (Argentina).
Una comunidad pilagá.

Enlace con audiovisual (4’32”):
HERIDA AZUL


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Música:
Herida azul, Raly Barrionuevo

*Me dijo el autor:
Te mando un video que filmé y edité
allá por mayo 2009 en una comunidad indígena pilagá,
porque... “me duelen los ocres”.
Un abrazo.

*Le dije y le repito:
Muchísimas gracias por este video.
No te puedo decir que es hermoso porque la palabra queda chica
o mejor dicho porque sobran las palabras
y, como dijo una vez Eduardo Galeano,
para no palabrear con lo sagrado.

Te agradezco el video, te agradezco la sensibilidad
y la vida que encierra ese mundo, porque con sensibilidad y vida
te acercaste a esas imágenes.

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HERIDA AZUL
Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse.
En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo estaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
- Decile a... -susurró el niño-. Decile a alguien que yo estoy aquí.

De Eduardo Galeano, El libro de los abrazos,
Ediciones del Chanchito, Montevideo, 1993, p. 58

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3) FOTOS DE FAMILIA

A mí me costó mucho encontrar una fotografía para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia es como no formar parte de la historia de la humanidad ...


Película La ciudad de los fotógrafos, Chile.
Fotógrafos dándole imagen a la lucha del pueblo chileno contra la dictadura de Pinochet. Fotografías resistencia, que como un grito dan imagen a un pueblo y al fotógrafo mismo. De esto habla esta película.

Cuentan los fotógrafos:
Entre la gente a veces se metían falsos fotógrafos espías,
pero los reconocíamos, “los ojos que no tenían brillo ..., que no hablaban con nadie ...,
estaban como alrededor de ..., nosotros estábamos metidos con la gente ...”.
Ayudamos a decir lo que estaba ocurriendo junto a otra gente y sobre todo junto a gente anónima ...
“Se iba a multiplicar a través de la fotografia lo que estaba ocurriendo”.

Enlace audiovisual (1h31’):
LA CIUDAD DE LOS FOTÓGRAFOS



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FOTOS DE FAMILIA
Salvador Allende
11 de setiembre de 1973

El último discurso de Salvador Allende fue pronunciado a las nueve y diez de la mañana del 11 de setiembre de 1973. A las doce será bombardeado el Palacio Presidencial (Palacio de la Moneda).
Alrededor de las dos de la tarde muere Salvador Allende.
A continuación una parte de dicho discurso.

“... Ante estos hechos sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo, que tengo la certeza, que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza. Podrán avasallarnos. Pero no se detienen los procesos sociales,
ni con el crimen, ni con la fuerza.
¡La historia es nuestra! Y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron,
la confianza que depositaron en un hombre,
que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, ...

En este momento, definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes...
Me dirijo sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra. A la campesina que creyó en nosotros.
A la obrera que trabajó más. A la madre que supo de nuestra preocupación por los niños.

Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas...
Me dirijo a la juventud: aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha.
Me dirijo al hombre de Chile. Al obrero, al campesino, al intelectual...

Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde,
de nuevo, abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre,
para construir una sociedad mejor.
...tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano...”

ULTIMO DISCURSO DE SALVADOR ALLENDE
Enlace: TEXTO COMPLETO DEL DISCURSO

Enlace: AUDIO DEL DISCURSO

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MADRES DE PLAZA DE MAYO,
MADRES DE AMERICA



Enlace audiovisual (43’07”):
MADRES DE PLAZA DE MAYO
30 AÑOS DE VIDA VENCIENDO A LA MUERTE



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MADRES DE PLAZA DE MAYO
30 AÑOS DE VIDA VENCIENDO A LA MUERTE

1976 - 24 DE MARZO - 2006

Se trata de un audiovisual realizado en el 2006, a los treinta años de vida de Madres de Plaza de Mayo;
la historia de treinta años de vida luchando contra la muerte;
un eslabón imprescindible para entender la historia de Argentina y de América Latina.

La narración que acompaña el audiovisual se detiene y subraya los rasgos de esa historia.
Las Madres protagonistas, siempre, se van haciendo una única madre, un pueblo.
Envejecen y su imagen se hace Abuela, envejecen y cada vez tienen más vida.
Sus consignas dichas y en pancartas, explicitan ese proceso,
se van transformando en los gestos de las madres.

Que aparezcan con vida
Todos los desaparecidos son nuestros hijos
No al punto final
El otro soy yo


El drama de cada una de las madres y abuelas se va transformando en un único drama,
drama de un pueblo, real protagonista cada vez más madre y más hijo.
Los pañales se hacen pañuelos blancos y renacen también ellos como nuevos pañales de un pueblo.
Cada uno de los gestos conmemora, lucha contra la barbarie y la muerte,
cada uno de los gestos se va haciendo vida que empieza.
Reaparecen poco a poco los nietos y poco a poco reaparecen todos y cada uno de los hijos,
primero en las fotos de las pancartas o en fotitos pegadas, encoladas en los vestidos de las madres,
y junto a las fotos un nombre, una fecha; desde su dolor empezaron a decir
¡Presente! a sus hijos, a los hijos de todos,
y con ellas los hijos de todos comenzaron a decir ¡Presente!,
al principio con un susurro que sostenía sólo ese caminar de mujeres alrededor de una plaza,
luego el susurro se hizo grito sostenido por las mismas mujeres, ahora ya viejas,
que seguían caminando alrededor de una plaza.

Pero ya no estaban solas, listas interminables de ausentes ahora decían ¡Presente!
y de todas partes llegaba gente para caminar con ellas.

Gritos retacitos,
de una historia de muerte;
resonaba cada vez más fuerte un grito de esperanza y de vida,
los retacitos se hacían manta,
cada una de las historias,
singulares y colectivas del pueblo argentino y latinoamericano, recobraba su imagen;
se recuperaba cada trocito de esas historias tratando de armar ese nuestro rompecabezas,
que heredamos y dejamos en herencia;
de esas historias de barbarie y de muerte nacía un único fluir grito de esperanza y de vida.

Escuchando la narración de la historia de las Madres de Plaza de Mayo queda también una sensación,
la de que en algún momento como que se ocultan pero siguen estando,
como que dejan de ser protagonistas
para que sus hijos pueblo sigan protagonizando.

Tenemos adentro el fuego del amor que nos dieron nuestros hijos,
y con eso no van a poder
,
dijeron y dicen.
En realidad,
y por eso este homenaje,
tuvieron el fuego porque fueron
y siguen siendo nuestras madres.

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No hay que perder jamás la esperanza
y tampoco la decisión de luchar

María Ester Gatti - Madres del Uruguay

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¡Qué lejos y qué cerca!
¡Qué grande que es el mundo y qué pequeño,
qué lejos los amigos y qué cerca!

Líber Falco