Enlace audiovisual (43’07”):
MADRES DE PLAZA DE MAYO
30 AÑOS DE VIDA VENCIENDO A LA MUERTE
«««°»»»
MADRES DE PLAZA DE MAYO
30 AÑOS DE VIDA VENCIENDO A LA MUERTE
1976 - 24 DE MARZO - 2006
Se trata de un audiovisual realizado en el 2006, a los treinta años de vida de Madres de Plaza de Mayo;
la historia de treinta años de vida luchando contra la muerte;
un eslabón imprescindible para entender la historia de Argentina y de América Latina.
La narración que acompaña el audiovisual se detiene y subraya los rasgos de esa historia.
Las Madres protagonistas, siempre, se van haciendo una única madre, un pueblo.
Envejecen y su imagen se hace Abuela, envejecen y cada vez tienen más vida.
Sus consignas dichas y en pancartas, explicitan ese proceso,
se van transformando en los gestos de las madres.
Que aparezcan con vida
Todos los desaparecidos son nuestros hijos
No al punto final
El otro soy yo
El drama de cada una de las madres y abuelas se va transformando en un único drama,
drama de un pueblo, real protagonista cada vez más madre y más hijo.
Los pañales se hacen pañuelos blancos y renacen también ellos como nuevos pañales de un pueblo.
Cada uno de los gestos conmemora, lucha contra la barbarie y la muerte,
cada uno de los gestos se va haciendo vida que empieza.
Reaparecen poco a poco los nietos y poco a poco reaparecen todos y cada uno de los hijos,
primero en las fotos de las pancartas o en fotitos pegadas, encoladas en los vestidos de las madres,
y junto a las fotos un nombre, una fecha; desde su dolor empezaron a decir
¡Presente! a sus hijos, a los hijos de todos,
y con ellas los hijos de todos comenzaron a decir ¡Presente!,
al principio con un susurro que sostenía sólo ese caminar de mujeres alrededor de una plaza,
luego el susurro se hizo grito sostenido por las mismas mujeres, ahora ya viejas,
que seguían caminando alrededor de una plaza.
Pero ya no estaban solas, listas interminables de ausentes ahora decían ¡Presente!
y de todas partes llegaba gente para caminar con ellas.
Gritos retacitos,
de una historia de muerte;
resonaba cada vez más fuerte un grito de esperanza y de vida,
los retacitos se hacían manta,
cada una de las historias,
singulares y colectivas del pueblo argentino y latinoamericano, recobraba su imagen;
se recuperaba cada trocito de esas historias tratando de armar ese nuestro rompecabezas,
que heredamos y dejamos en herencia;
de esas historias de barbarie y de muerte nacía un único fluir grito de esperanza y de vida.
Escuchando la narración de la historia de las Madres de Plaza de Mayo queda también una sensación,
la de que en algún momento como que se ocultan pero siguen estando,
como que dejan de ser protagonistas
para que sus hijos pueblo sigan protagonizando.
Tenemos adentro el fuego del amor que nos dieron nuestros hijos,
y con eso no van a poder,
dijeron y dicen.
En realidad,
y por eso este homenaje,
tuvieron el fuego porque fueron
y siguen siendo nuestras madres.
«««°»»»
No hay que perder jamás la esperanza
y tampoco la decisión de luchar
María Ester Gatti - Madres del Uruguay
«««°»»»
¡Qué lejos y qué cerca!
¡Qué grande que es el mundo y qué pequeño,
qué lejos los amigos y qué cerca!
Líber Falco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario