LUGARES DE LA RESISTENCIA


MARCAS COMO HUELLAS
La gente manda cariño,
manda nostalgia,
manda tristeza.
La gente no cree en la muerte,
quiere la vida, busca belleza.

Postal que circulaba en Uruguay en 1984
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En agosto de 2006 se realizó en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República la presentación del proyecto “Lugares de la Resistencia”, ante el pedido realizado por la Asociación Memoria de la Resistencia 1973-1985. La tarea había sido asignada al Instituto de Diseño
y desarrollada por el programa de Diseño de Comunicación Visual.

No fue poco el tiempo ni los acontecimientos que ocurrieron desde la presentación hasta este 24 de junio de 2010, día en que la Junta Departamental de Montevideo aprobó el proyecto. La resolución, votada en forma unánime por todas las fuerzas políticas allí representadas decidió “la instalación en la ciudad de marcas urbanas como conjunto de lugares simbólicos de la resistencia a la dictadura cívico-militar,
del pueblo uruguayo”.

Dicha instalación se realizará mediante un convenio elaborado entre la Asociación, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, la Intendencia de Montevideo y el PIT-CNT.

Si se hace memoria y se ordenan los acontecimientos transcurridos entre estas fechas, particularmente los vinculados a la recuperación de la historia reciente, podría explicarse la razón del tiempo transcurrido.

Interpelamos a la sociedad por la presencia consecuente de los familiares de desaparecidos pero también al incorporar el valor del papel jugado por el pueblo en la resistencia a la dictadura. Este ejercicio de análisis realizado por la Asociación Memoria de la Resistencia, sumado a su persistencia, permitió ratificar una consideración inicial: la dictadura cívico-militar que padeció el país afectó a todos los uruguayos.

En consecuencia, multiplicidad de actores participaron en la resistencia a la dictadura, interviniendo en diversos planos de la sociedad y en distintas formas, fragmentarias, individuales u organizadas. Poner de relieve esta participación, no como mero discurso sino como señas de identidad permitirá apreciar el hilo conductor que existe, por ejemplo, entre la movilización popular del 9 de julio de 1973 en la plaza del Entrevero, durante la Huelga General y el multitudinario acto del 27 de noviembre de 1983 en el Obelisco.

De todo esto tiene que dar cuenta la ciudad. La memoria requiere de un lugar desde donde acontecer y desde donde reconstruir. Para hacerlo en estos años, se debió recrear infinitos gestos, miradas y sucesos –muchas veces encontrados en su valoración– pero siempre en el entendido de que la vida de cada uno de nosotros está afectado por una serie de “marcas-lugares-símbolos”.

Ellos conforman nuestra memoria, marcan y nos marcan,
entrelazando los planos de lo público y lo privado,
lo individual y lo colectivo, el pasado y el presente.

Apelamos a una memoria colectiva que se despliega en un marco social y que es capaz de recordar en tanto se resitúa en ese marco. Todo esto, creemos, permitió el enriquecimiento político del proyecto y el apoyo unánime del gobierno departamental. Y si nombrar el pasado es darle una interpretación, hemos librado una batalla por la memoria. Lo hemos hecho en el espacio público de la ciudad, aquello que nos fue prohibido por formar parte de nuestro acervo cultural y político. Allí se instalarán las marcas-lugar que generen un espacio para el encuentro. Serán un lugar-símbolo para detenerse, para estar, para dar lugar a la memoria. Serán también un lugar-dato que identifica el sitio de la resistencia actuando como dato-fragmento que en forma sistemática compone el todo y nos dignifica.

Las marcas urbanas ¿Vuelven presente las ausencias? ¿Señalan, denuncian, recuerdan? ¿Qué sentimiento no hemos compartido aún recordando la sede de un sindicato, con dirigentes presos, trabajando en la clandestinidad, convertido en una comisaría? Y cuál es el relato de la emoción contenida ante una sala teatral vulnerada, ajena, cuando todavía sentíamos los ecos explosivos:
¡Cuidado comendador, cuidado comendador!

La construcción que nos planteamos no resulta de una sola intervención, se sumará a distintas expresiones ya existentes y a otras, que nuevas generaciones volverán significativas a través de su propio diálogo con el pasado. Las marcas urbanas de este proyecto se convirtieron en monumento por disposición del órgano legislativo departamental, en consecuencia se necesitaba para su aprobación una mayoría especial de voluntades políticas y culminó votándose por unanimidad. Seguramente hemos comprendido su verdadera monumentalidad, la que encierran miles de actitudes y acciones humanas en la conquista de la libertad.

* Marcas como abrazos, artículo de Antonia Yáñez en la revista “No te olvides”, Nro. 10, 2012.
Fuente: “Asociación Memoria de la Resistencia 1973-1985”,
Proyecto “Marcas de la Memoria”.
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Desde el paisito, un buen año compañero
Postal del Frente Amplio
que circulaba en Uruguay en 1984

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RECUPERANDO A LOS HIJOS


Uruguay. 1973 - 2013
A CUARENTA AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CÍVICO-MILITAR

*
Re-Construyendo identidades.
MARCAS DE LA MEMORIA
*
Los hijos del exilio; la llegada
Sede sindical de Aebu
(Asociación Empleados Bancarios)

*
26 de diciembre de 1983
NIÑOS EN VUELO DESDE EL EXILIO

La tierra nunca es ausencia
cuando se lleva en el corazón.

José Carbajal “el Sabalero”, La flota
*
Los hijos del exilio
Sede sindical de Aebu
Foto de Nancy Urrutia, MuMe

*
MARCAS COMO ABRAZOS, MARCAS COMO HUELLAS.
NIÑOS EN VUELO DESDE EL EXILIO

Los hijos del exilio; la despedida
Sede sindical de Aebu
enero/1984

*
Invitación y Promemoria.

En el marco de los 40 años del golpe de Estado en Uruguay,
Marcas de la Resistencia y la Memoria.
*

El jueves 5 de diciembre de 2013,
a las 17.00 hs.,
se inaugura una nueva “Marca de la Memoria” en el local sindical de la
Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU),
Reconquista 574 esq. Brecha, Ciudad Vieja,
en reconocimiento al aporte de la Asociación en la reorganización sindical y recordando el lugar donde se desarrollaron múltiples acciones de resistencia. En esta jornada se conmemoran también los 30 años del viaje de 154 niños provenientes del exilio uruguayo, que a su llegada a Uruguay,
el 26 de diciembre de 1983,
desde el aeropuerto de Carrasco fueron conducidos a este local en una caravana de ómnibus.
La Coordinadora del Transporte del Pit se encargó de los vehículos,
los niños pudieron abrazar a sus familias
y un pueblo se volcó a la calle para recibir a sus hijos.
*

MARCAS COMO ABRAZOS
La memoria requiere de un lugar desde donde acontecer y reconstruir.
De todo esto tiene que dar cuenta la ciudad.

*
Marcas de la Memoria
Sede sindical de Aebu
(Asociación Empleados Bancarios).
Los hijos del exilio;
la llegada, 26/12/1983

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La flota
Volver ...
volver a ver tu cielo azul,
sentir ...
tu verde canto de mar,
amor.

Vivir ...
con renovada alegría
la esperanza que un día / fue
tu calor tierra mía, / y se ...,
se perdió en el adiós.

Volver ...
desde los tercios del alma gris,
a ti, madre tibia y brutal,
dolor.

Sentir ...
como rebrota la infancia
de la oscura distancia / que
nos quemaba la vida ayer
y hoy es puente de amor.

La gente manda cariño,
manda nostalgia,
manda tristeza.
La gente no cree en la muerte,
quiere la vida, busca belleza.
La barra soltando amarras
anda el camino de la querencia.
La tierra siempre se aferra
a los rincones del corazón.
La flota no quiere otra
que ver la tierra donde nacimos.
El tiempo vendrá cantando
lo que ganamos, lo que perdimos.
Volver es robarle al tiempo
la batallita de la experiencia.
La tierra nunca es ausencia
cuando se lleva en el corazón.

Volver ...
desde los tercios del alma gris,
a ti, madre tibia y brutal,
dolor.

Sentir ...
como rebrota la infancia
de la oscura distancia / que
nos quemaba la vida ayer
y hoy es puente de amor.
*
Obra de Miguel Fabruccini,
de la serie Conversaciones con la alpargata

*
La gente manda cariño,
manda nostalgia,
manda tristeza.
La flota no quiere otra
que ver la tierra donde nacimos.
La barra soltando amarras
anda el camino de la querencia.
La tierra siempre se aferra
a los rincones del corazón.
Volver es robarle al tiempo
la batallita de la experiencia.
La gente no cree en la muerte,
quiere la vida, busca belleza.
El tiempo vendrá cantando
lo que ganamos, lo que perdimos.
La tierra nunca es ausencia
cuando se lleva en el corazón.

Volver ...
volver a ver tu cielo azul,
sentir ...
tu verde canto de mar,
amor.

Vivir ...
con renovada alegría
la esperanza que un día / fue
tu calor tierra mía, / y se ...,
se perdió en el adiós.

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De José Carbajal, “el Sabalero”,
audiovisual (duración 8’03”),

La flota


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NIÑOS EN VUELO DESDE EL EXILIO

Audiovisual
(Canal 10 de Uruguay,
duración prevista 12’49”,
pero lamentablemente se corta antes),

El viaje de los niños


*
Cantos de Abrazo y Huella:

en 2’15”: Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar

en 4’40”: El pueblo unido jamás será vencido

en 4’55”, “La flota”, canción de José Carbajal, “el Sabalero”,
La gente manda cariño, manda nostalgia, manda tristeza ...
La tierra nunca es ausencia cuando se lleva en el corazón ...

*

¡Nunca más!
Los Diablos Verdes interpretando El Gran Tuleque,
acto en Plaza Libertad, 18/03/2011.

*
Cuando se despidieron del Uruguay,
los niños partieron de aquel mismo local sindical de Aebu,
donde los habían abrazado a la llegada.
Una huella inolvidable,
para ellos y para toda aquella gente de corazón tan grande.
En aquel caluroso verano, entre quienes despedían había un heladero
y por supuesto que antes de que los niños terminaran de subir a los ómnibus,
él ya había terminado de vender sus helados;
entonces subió él también a uno de los ómnibus
y acompañó al aeropuerto a esos niños, hijos del pueblo uruguayo.
Cosas pa’ no creer, aura que dice –comentó Don Verídico–,
que los chiquilines terminen con cuanto helado haiga, es resabido,
pero que también se lleven al heladero, jamás había oído.
*

TUS PADRES VOLVERÁN
Los hijos del exilio ...
Los niños miraban atónitos
por las ventanillas de los ómnibus,
mientras la gente los saludaba con banderas uruguayas,
gritando al unísono
el impresionante grito de “tus padres volverán”.

*

*
“Tus padres volverán”
El avión arribó al mediodía en uno de los días de más calor en la historia de Uruguay. En el aeropuerto no había nadie, era un panorama totalmente desolador y triste porque los militares habían restringido el ingreso a sus familiares. Rápidamente, sin explicarles mucho, sin sellarles sus pasaportes y sin entregarles el equipaje, los subieron a 10 ómnibus urbanos y los sacaron del aeropuerto. La sorpresa fue que a los lados de la ruta, las calles y la rambla, había miles de personas esperándolos, los tocaban llorando, les decían cosas que muchos no entendían, les daban agua y de las casas los regaban con mangueras para hidratarlos. Los niños miraban atónitos por las ventanillas de los ómnibus mientras la gente los saludaba con banderas uruguayas, gritando al unísono el impresionante grito de “tus padres volverán".
*

Hijos del exilio ..., tantos años después
El encuentro tuvo lugar en Montevideo,
en el local de la Foeb de la calle Grito de Asencio,
el 19 de noviembre de 2017.

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