Las bicicletas de Rosario

Fernando Traverso. Las bicicletas de Rosario


«¿Alguien vio una bici que dejé aquí?»
Fernando Traverso
Las bicicletas de Rosario

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Las bicicletas de Rosario

Fernando iba caminando por una calle de Rosario, Argentina,
cuando se cruzó con un amigo en bici.
Contra la costumbre habitual, éste no lo saludó.
Después de andar unos metros, encontró la bici atada a un árbol, sola.

¿Conocen la historia?

Ante este hecho extraño,
al otro día Fernando fue al lugar
donde su amigo había atado su bicicleta,
la misma seguía en el lugar.

En ese momento se dio cuenta de que su amigo
había sido secuestrado por las fuerzas del terrorismo de Estado.

Comprendió que su amigo sabía que lo estaban siguiendo
y que por tal motivo omitió el saludo,
para no revelar que lo conocía.
De otra manera, ambos hubieran sido víctimas de la desaparición
que incluía al considerado sospechoso y a su entorno.

Más tarde, Fernando Traverso, que es artista,
escribió un poema basado en este episodio,
uno de cuyos versos dice:

"Me cuidaste y seguiste de largo".

La aparición de grafitis de bicicletas en la ciudad de Rosario
durante los años 2001 y 2002 despertó la curiosidad.

La presencia de un número en cada bicicleta era una de las incógnitas.
Cuando en algunas paredes se borraron las bicicletas,
el autor escribió sobre el mismo muro:

¿Alguien vio una bicicleta que dejé aquí?

Las bicicletas se convirtieron en símbolo de la memoria histórica,
en especial porque fue premiada
por el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Castagnino.
En aquella ocasión el artista declaró:

Una bicicleta vacía refleja la imagen de un cuerpo ausente.

"Las bicicletas de Rosario" es una obra de arte urbano de Fernando Traverso,
compuesta por 350 dibujos realizados en aerosol de color negro por medio de un esténcil,
con la representación de bicicletas de tamaño real.

Están pintadas en muros de casas y edificios.
Debajo de la bicicleta se encuentra un número seguido de una barra y la cifra 350.
El número corresponde a los casos de desaparición de personas
durante la dictadura denunciados en Rosario

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Las bicicletas de Rosario

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A Raúl Sendic, Xenia Itté y Jorge Zabalza

A Raúl Sendic, Xenia Itté y Jorge Zabalza


Raúl Sendic

Xenia Itté

Jorge Zabalza

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A Raúl Sendic, Xenia Itté y Jorge Zabalza

Se nos han ido físicamente en estos años muchos queridos compañeros.
Voy a concentrarme en tres de ellos
con quienes me unen lazos que no desaparecen con el tiempo, ni con la muerte.
Porque anduvimos mucho tiempo tratando de esquivar a la muerte y años quizás,
tratando de que esa muerte viniera a buscarnos
para romper la angustia de una existencia miserable en los agujeros de la dictadura.
Me refiero ahora a Raúl Sendic, a Xenia Itté y al Tambero Zabalza.
Con Xenia y Raúl anduvimos en esa etapa en la que decidimos no irnos del país
y tratar de sacar a todos los tupamaros que aún estaban en el país.
Para después irnos al monte del Queguay y ver cómo hacer para reorganizarnos.
Pero nos capturaron.
Con Raúl, el Tambero y seis más,
anduvimos penando por el brutal camino del aislamiento durante 12 años.
Lo que pasamos en esos periodos, cauterizó faltas y errores
y nos dejó al final templados, como se tiempla el acero, a puro fuego.

A los tres los marca y los une la solidaridad. La verdadera.
El amor por los demás, especialmente por los desposeídos
y el desprecio al poder, la gloria, la fama y la vanidad de los hombres.
Hoy duele ver a la izquierda uruguaya, sucumbir por la ambición de los sillones,
de los cargos, del poder
y convertirse en los mismos mercachifles que antes querían erradicar.
Hoy el amor por los semejantes,
en la izquierda, se ha transformado en hacerse reclames para obtener posiciones,
puestos de mando y realizar cosas materiales que se vean,
pero que no tienen mucho que ver con ayudar a los desprotegidos.
No es extraño entonces que los señores feudales (léase militares)
hayan retomado el poder y con arrogancia y maldad,
señalen únicamente a los tupamaros asesinos
y escondan 197 asesinatos con desapariciones,
encubran y abracen a los canallas. A los genocidas.

Y la llamada “izquierda” parece haber aprendido del avestruz,
a meter la cabeza en un agujero y no ver lo que sucede.
Los distraídos en la nueva izquierda
miran para otro lado si cualquier acontecimiento puede amenazar sus sillones.
El espíritu renovador, el afán de hacer el bien,
que caracterizó a la mayoría de los ministros allá por el 2004,
se transformó en una arrogancia de pasión por un sillón bonito
y la sensación de estar formando parte de una aristocracia nueva.
Muchos, muchísimos se convirtieron en “políticos”.
Siempre recuerdo la definición de Raúl:
“No soy ni seré un político, soy un luchador social”.
La diferencia es enorme. Sendic, el Bebe, Jorge el Tambero y Xenia Itté,
nunca fueron políticos, vivieron y murieron como luchadores sociales.

Que el recuerdo de estos luchadores sociales
nos inspire para llevar adelante las profundas reformas que el país necesita
para erradicar la pobreza y proporcionar trabajo a quienes lo necesitan.

Raúl, Xenia y Jorge:
nosotros desde este lado del universo,
tenemos que luchar por la tierra y contra la pobreza.
Idea fundamental que aún no se ha cristalizado.
¡Hasta Siempre queridos!

Henry Engler
Luchador Social

Idea Vilariño. Apuntes de su sentir

Idea Vilariño. Apuntes de su sentir



Cubierta del libro Poesía completa,
Editorial Lumen (2016).

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Poemas

Pobre mundo

Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja
mojada
borrara su lugar en el espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo.
Se le caerá la vida como una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose
despacio
como una llaga entera
como un muerto

en: Idea Vilariño, Pobre mundo, 1966.

Pobre mundo en la voz de Idea Vilariño.
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Pobre mundo

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El color de la tierra.
Plato de cerámica raku.

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No hay ninguna esperanza

No hay ninguna esperanza
de que todo se arregle
de que ceda el dolor
y el mundo se organice.
No hay que confiar en que
la vida ordene sus
caóticas instancias
sus ademanes ciegos.
No habrá un final feliz
ni un beso interminable
absorto y entregado
que preludie otros días.
Tampoco habrá una fresca
mañana perfumada
de joven primavera
para empezar alegres.
Más bien todo el dolor
invadirá de nuevo
y no habrá cosa libre
de su mácula dura.
Habrá que continuar
que seguir, respirando
que soportar la luz
y maldecir el sueño
que cocinar sin fe
fornicar sin pasión
masticar con desgano
para siempre sin lágrimas.

en: Idea Vilariño, Nocturnos, 1955.

No hay ninguna esperanza en la voz de Idea Vilariño.
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No hay ninguna esperanza

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Dolores y llantos de la madera

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Ya no
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme.
Nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

en: Idea Vilariño, Poemas de amor, 1958.

Ya no en la voz de Idea Vilariño.
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Ya no

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Fantasías autumnales.
Hojarasca en el Parque de la Recoleta, Buenos Aires.

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Idea Vilariño. Apuntes de su sentir

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Cada primero de mayo serán resucitados

11 de noviembre de 1887, por Eduardo Galeano


¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

¡HABLAN LOS QUE LUCHAN!


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«Spies grita:
‘La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que
cuantas palabras pudiera yo decir ahora’.

Les bajan las capuchas,
luego una seña, un ruido, la trampa cede,
los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…»

(Relato de José Martí que cubrió como periodista
la ejecución en Chicago, noviembre de 1887)

August Vincent Theodore Spies
(alemán, 31 años, periodista,
uno de los cuatro ahorcados por las manifestaciones de mayo de 1886)
Trabajando en el adoquinado de Lisboa

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11 de noviembre de 1887 - Chicago
por Eduardo Galeano

Cada primero de mayo serán resucitados.
Les espera la horca. Eran cinco, pero Lingg madrugó a la muerte haciendo estallar entre sus dientes una cápsula de dinamita. Fischer se viste sin prisa, tarareando "La Marsellesa". Parsons, el agitador que empleaba la palabra como látigo o cuchillo, aprieta las manos de sus compañeros antes de que los guardias se las aten a la espalda. Engel, famoso por la puntería, pide vino de Oporto y hace reír a todos con un chiste. Spies, que tanto ha escrito pintando a la anarquía como la entrada a la vida se prepara, en silencio, para entrar en la muerte.
Los espectadores, en platea de teatro, clavan la vista en el cadalso. Una seña, un ruido, la trampa cede... Ya, en danza horrible, murieron dando vueltas en el aire.

José Martí escribe la crónica de la ejecución de los anarquistas en Chicago. La clase obrera del mundo los resucitará todos los primeros de mayo. Eso todavía no se sabe, pero Martí siempre escribe como escuchando, donde menos se espera, el llanto de un recién nacido.

Fuente:
Eduardo Galeano, Memorias del Fuego,
en Cuba Debate


quién lo diría
los débiles de veras
nunca se rinden

Mario Benedetti, Haiku n° 60.

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Apuntes sobre Ibero Gutiérrez

Apuntes sobre Ibero Gutiérrez



Ibero Gutiérrez
Cubierta del libro Obra junta, (1966-1972);
Estuario editora (2009).

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Las huellas de Ibero

Ibero Gutiérrez González era un joven montevideano de 22 años cuando su cuerpo apareció sin vida el 28 de febrero de 1972 con la firma del Comando Caza Tupamaros-Óscar Burgueño. Estudiaba Psicología en Humanidades y Ciencias, el arte era su razón de ser, y la búsqueda de la libertad su militancia. Se había casado recientemente y su familia era de clase media intelectual, con gran interés por el arte y la cultura.

Ibero no solo dejó recuerdos y afectos, sino que su obra como artista es impresionante. Conocer a Ibero es conocer al artista y al militante, es conocer parte de nuestra historia, y es también conocer a quienes lo mataron, que no eran asesinos cualesquiera. Conocer a Ibero es, también, una forma de acercarse al movimiento estudiantil de 1968. El hecho de que los versos de Ibero no sean himnos políticos lo hace aún más representativo de la juventud revolucionaria de los 60. Rebelde hasta en su arte, el absurdo es una forma de denuncia del absurdo político y social. En el arte se rebela contra lo aceptado, en su militancia contra el sistema, pero también contra las formas tradicionales de la izquierda.

hay un querer vivir

hay un querer vivir
que incuba en todos lados
hay un querer asesinar
la muerte de una vez
vivir vivir vivir
ya no somos más ovejas
y queremos vivir
sin el poder
para poder nacer

Ibero Gutiérrez

Archivo de la Dirección de Información e Inteligencia,
Ministerio del Interior (ADNII).
“Ibero tu lucha continúa”. Bulto 208. Ibero Gutiérrez González.
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Dame un pequeño pedazo de paz

Dame un pequeño pedazo de paz
de boca a boca
para poder mirar al mundo
con los ojos inocentes
el mundo verdadero de los sueños
para habitar el mar azul la arena
vestido de ebriedad el corazón
al desbocarse nuestros sueños para todos
de boca a boca
sin dueño
las bocas inocentes de soñar el mundo

Ibero Gutiérrez, 1970

Archivo de la Dirección de Información e Inteligencia,
Ministerio del Interior (ADNII, La Juventud, 1986).
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... en prisión (Ibero) ya reflexionaba sobre los vínculos entre poesía y política:
«...se supone que las poesías que uno escribe en el cuartel son la expresión de un arte revolucionario y no sé cuántas cosas más, la Izquierda nacional te aplaude y promociona si escribís ese tipo de “protesta” por ellos permitida (¡qué bien que suena por ejemplo eso de “poesía de cuartel”!) me cago en el arte de protesta y todas las bazofias de moda...»

(en Gutiérrez, Ibero, La pipa de tinta china: Cuadernos carcelarios 1970. Montevideo: Estuario editora y Biblioteca Nacional. 2014, pág. 178). La historia no refiere solo al pasado, sino que lo estudia para comprender el presente y cambiarlo.

Fuente: Las huellas de Ibero,
Equipo Dar vuelta todo. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Ludmila Katzenstein Bermúdez y Maite Villero Samaniego, estudiantes de Ciencias Históricas, opción investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencia de la Educación-UdelaR. En 2015 forman el equipo de investigación histórica Dar vuelta todo y participan en actividades de investigación y extensión sobre el movimiento estudiantil en 1968.
Correo electrónico: equipos1968@gmail.com.

“En las líneas que siguen se pretende seguir las huellas de Ibero desde las fuentes históricas. A través de los archivos encontrados, se establece un orden cronológico de los hechos para el relato del presente trabajo.”

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Las huellas de Ibero

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Ibero Gutiérrez: Un poeta inédito, el ’68 en Uruguay

Ibero Gutiérrez fue asesinado por el Escuadrón de la Muerte a la edad de 22 años.Se reveló de inmediato tras su muerte, que se trataba de un poeta inédito de inmensa significación artística. Del mismo calibre ha sido considerada su obra visual. Ibero Gutiérrez ejemplifica con su obra, de forma impar, la significación del 68’ en el Uruguay, incluso porque su creación la incorpora en la significación universal de esa generación.

Fuente, abrir en página nueva:

Ibero Gutiérrez. Arte y Lucha

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Ibero Gutiérrez
Informe sobre el asesinato.
Publicado en revista Cuestión
del 16 de marzo de 1972.
Año II, Nº 16.

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Ibero Gutiérrez: Informe sobre el asesinato

Y escribió Hugo Alfaro en el libro Ibero Gutierrez, Antologia I
Prójimo - Léjimo y otros poemas. 1966 – 1970.
Editorial ARCA:

Retrato de un artista adolescente “He ido componiendo su imagen (no lo conocía) a través del testimonio de sus padres, de su compañera y de su hermana, en un itinerario de afuera adentro, que parte de los titulares de los diarios (“Estudiante asesinado”, etcétera) y el asombro inicial, y va penetrando en un mundo sorprendentemente rico aunque soterrado. Porque Ibero, bienhumorado y sano, y hasta suave practicante de una ironía del absurdo (quería y conocía la obra de Ionesco), era pudoroso e introvertido, por una calidad del sentimiento que le hacía huir de todo exhibicionismo. Tampoco sentía orgullo de su soledad. Llegó alguna vez a autocalificarse de egoísta, me cuenta Olga, por una cierta incapacidad suya para la comunicación fácil, incluso con muchachos de edad e inquietudes similares. Pero no era eso. Trataba de llegar al fondo de la gente; era de escuchar, no de contar; tenía un gran sentido del silencio. Decía que había que ser como los hindúes: reencontrarse y encontrar la paz espiritual, estar callado, pensar las cosas, no escapar de sí, estar consigo mismo; no juzgar, comprender; conocerse, y por conocerse conocer al prójimo.

Sólo quería estudiar, pintar y escribir. Estudiaba filosofía y psicología en Humanidades, e Historia informalmente, por simple inclinación vocacional, y siguió siendo un estudiante serio, después de haber sido en primaria (Escuela Nº 81, del barrio) y en secundaria, incluídos preparatorios de derecho (Instituto Dámaso Larrañaga), un estudiante brillante. A los veintidós años no le alcanzan las paredes de su casa y de la casa de sus padres, y los cajones, las libretas de apuntes y hasta los vidrios esmerilados del cuarto de baño, para colgar o guardar su pintura (óleos, dibujos, colajes, algunos notables).

Tenía dieciséis años cuando dibujó el autorretrato que tengo delante. Y el poema que sirve de acápite, es uno en una masa de poesía inédita a la que parece haber tenido acceso sólo Olga, en los últimos dos años de que data la relación entre ambos. Así exteriorizaba Ibero su registro sensible del mundo. Y cualquiera que sea el juicio que merezcan su poesía y su pintura a quienes realmente entienden, yo -que de pintura y poesía sólo sé qué me gusta, pero no por qué- no pude sustraerme al impacto de esa entrega apasionada, esas señales de sangre y fuego creadas entre las ocho paredes de dos casas. El revés de la trama de un solitario, de un introvertido.

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Ibero Gutiérrez: Informe sobre el asesinato.
Publicado en revista Cuestión del 16 de marzo de 1972.
Año II, Nº 16


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Durante siete días, cronistas de Cuestión interrogaron a familiares de Ibero Gutiérrez González, rastrearon datos e informaciones sobre las actividades del Escuadrón de la Muerte, consultaron a abogados e investigadores policiales.

Esa indagación permitió detectar algunos elementos aún no difundidos sobre el asesinato de Ibero y sobre las actividades de ciertos grupos para-policiales. En ese capítulo se incluyen revelaciones claves, algunas de las cuales puede resultar de capital importancia para el total esclarecimiento de los asesinatos cometidos por el Escuadrón. Este es el texto del informe elaborado por los cronistas de Cuestión.

Cuando Ibero Gutiérrez González regresó de Europa, luego de dos meses de permanencia en Francia y España, envió a un sacerdote amigo de su padre, en cuyo domicilio madrileño se había hospedado, una carta en la cual le solicitaba le enviara unos libros que había dejado allá. La carta llegó abierta a manos del religioso y su domicilio y su parroquia fueron allanados. A duras penas el propio sacerdote evitó una temporada en la cárcel. También en París, la casa amiga donde Ibero permaneció unos días, fue prolijamente allanada por la policía. Eso sucedió en 1968. Ibero tenía entonces 18 años. No había, en aquel momento, justificaciones aparentes para esos episodios. Un premio en el concurso de Radio Habana y una breve estadía en Cuba eran los únicos extremos que podían explicar; después, un diario norteamericano publica una gran fotografía de Ibero, como ilustración de aquellos hechos. Poco tiempo de una nota en la que se le sindica como "jefe tupamaro".

¿Quién proporcionó esa fotografía al diario yanqui? ¿De dónde surgieron los datos personales que se incluyen en la nota? ¿Cómo explicar la absurda acusación que se hace allí contra Ibero, y presentándole, nada menos que como "jefe tupamaro"?

Sus familiares, su compañera, sus amigos se plantean hoy insistentemente esas preguntas. Y muchas otras. Por ejemplo: ¿por qué la insistente persecución desatada contra Ibero durante estos últimos cuatro años? ¿Por qué las mentiras, las mistificaciones, las ambigüedades tendientes a construirle una imagen de sedicioso, que se complementa a la perfección con la intención que refleja el cartel que apareció sobre su cadáver, el lunes 28: "Vos también pediste perdón. Bala por bala. Muerte por muerte. C.C.T.." (Comando Caza Tupamaros)?

... ... ...

El propio Ibero contó a sus amigos: "Cuando me interrogaba el juez un funcionario entró al despacho y le dijo que alguien quería hablarle. ¿Quién es?, preguntó el juez. «El comisario Otero», respondió el funcionario. Y el juez salió y habló con Otero". Y después volvió y, aún careciendo de pruebas como la propia fiscal luego lo admitió, mandó a Ibero a Punta Carretas. Otra vez, la inquietante pregunta de siempre: ¿Quién, desde dónde, desde cuándo, por qué, dirigía la persecución contra Ibero? ¿Quién tiene el brazo tan largo como para llegar a Madrid, a París, a los Estados Unidos? ¿Qué habló el comisario Otero aquel día con el juez?.

El martes 29 los matutinos alcanzaron la primer respuesta: había aparecido el cadáver de Ibero Gutiérrez González, en un lugar apartado, con 13 balazos en el cuerpo, asesinado por el Comando Caza Tupamaros, una de las tantas caras del Escuadrón de la Muerte.

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Ibero Gutiérrez: Informe sobre el asesinato.
Publicado en revista Cuestión del 16 de marzo de 1972.
Año II, Nº 16


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No nos olviden
Intervención en memoria de los detenidos desaparecidos.
Area portuaria, Rambla Edison,
en proximidades de la Central Batlle,
Montevideo.

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Apuntes sobre Ibero Gutiérrez

Impronta

Yo soy un intelectual y por ejemplo, claro que antes que nada soy un poeta, reivindico la tradición de los poetas, los que pueden hablar de la nada, los locos incurables, puedo (también) decir las cosas, nombrar el mundo desde abajo, desde su culo esencial, su realidad intestinal, los huevos del mundo, los pendejos, sus olores más hediondos, ¿qué otra realidad que la hediondez? (¿no se escribe con Z?), siento mi sangre correr por tus piernas abiertas, el olor a marea baja de su vagina hinchada.

(Obra junta, pág. 141).

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Estás caído

Estás caído
bajo unos eucaliptus
con las palmas de las manos
abiertas
mirando para arriba
Estás tendido en la hierba
y un poco de sombra
se acompasa
con un poco de sol
a medias, entibiándote la cara:
la tarde calurosa de octubre
se pone de pie
y te descubre.
Un poco más allá
–tal vez no lo alcances a ver–
Un tronco retorcido, grueso
sugiere un cielo
con el subir frondoso
y el canto de las aves
Estás pues, allí, dormido
con las 24 primaveras
y la boca semiabierta
el traje oscuro
el cabello confundido con el pasto;
estás, sí
allí
y el eucaliptus, como el mundo
por la muda expectativa
y la mirada incierta
compartiendo el sol y la sombra
de un vasto escenario
poblado de escuelas y silencios
(los silencios de las tardes calurosas
de octubre entre las chacras
y el incesante decir de las cigarras
más el aire infectado de luz
y caminos de tierra, sin final
siempre recorridos, sin apuro).

Octubre, 1969
(Obra junta, págs. 32-33)

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La historia no refiere solo al pasado,
sino que lo estudia para comprender el presente y cambiarlo.


Gestaciones
Fantasías en piedra.
Venus de Laussel.
Obra de Silvio Lorenzini (Argentina).
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El aire del mundo está infectado de muerte

El aire del mundo está infectado de muerte
y la violencia generando el odio que penetra
los cuerpos desnudos clavados de miradas
los jóvenes que gritan:
Roll over Beethoven
las flores ya no sirven o mejor
a esas flores que se pudren por culpa
de los cerdos
y que una mugre genera diariamente
contestamos
Roll over Beethoven
contestamos siempre
contestamos el cielo que nos repleta de indulgencias
las familias carnívoras que nos cubren
las entrañas que nacimos allí en la existencia
que elegimos gritando
Roll over Beethoven
el mundo imposible de los “Cómics”
y de las cajas de chiclets interminables
donde mueren nuestros sueños sueños
perseguidos
exigiendo lo imposible y ya sabemos
la autodestrucción que nos espera
como el dulce suicidio que planeamos
a la luz del desierto restringido
por los sordos
los ciegos
y los cerdos.

Ibero Gutiérrez
(poema escrito en el Penal de Punta Carretas en 1971)

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Las huellas de Ibero

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Apuntes sobre Ibero Gutiérrez

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