POR SUERTE A nuestra Latinoamérica, a los uruguayos como yo, les dedico esta narración de nuestra suerte. Es un texto que escribí pensando en todo lo que encierran nuestras historias, aunque en realidad decir todo es exagerado porque estoy seguro de haber narrado sólo un pedacito. Lo releí muchas veces, y quizás releyéndolo le podría hacer modificaciones y agregados, pero lo di por terminado así, por eso que les decía antes: “narré sólo un pedacito” y seguramente ustedes tendrán tantas historias para agregarle dejando que el corazón se las narre a ustedes mismos. Lo dejo así para que ustedes lo corrijan y le agreguen o le quiten, lo importante es que el viento siga contando historias.
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POR SUERTE
Como acompañamiento, o mejor dicho acompanándola, le puse una ejecución musical de Camerata Punta del Este que me parece excepcional: el tango Los mareados.
Las palabras (y la música) de este texto más que narrar las imágenes de este video, narran y complementan las imágenes del caminar, mirando memoria, de los videos:
CANTARES DE RÍOS Y DE PÁJAROS Al cantante, al compañero,
porque “el Uruguay no es un río / es un cielo azul que viaja”.
Desde el sur del sur, un cantar pájaro,
un cantar río, un cantar puente.
Audiovisual (3’48”)
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de Aníbal Sampayo RÍO DE LOS PÁJAROS Intérprete Daniel Viglietti (con coro en el que querría haber estado)
O bien, en esta otra hermosa versión,
audiovisual (1’10”)
con el Coro Escolar Departamental de Montevideo.
Abrir en página nueva: RÍO DE LOS PÁJAROS
Lamentablemente, el coro no la tenía incluida en su repertorio. La aprendió para la película Hit (Historias de canciones que hicieron historia; Dirección de Claudia Abend y Adriana Loeff; Producción 2004-2007; Productor asociado: Metrópolis Films).
Sin memoria no hay justicia,
sin memoria no hay identidad,
sin memoria no hay futuro.
Uruguay, 2 de noviembre de 2010.
La Suprema Corte de Justicia declaró nuevamente, por unanimidad, la inconstitucionalidad de la “Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado”, por violentar los artículos 4, 82 y 233 de la Constitución de la República, así como diversas normas del derecho internacional aprobadas por el Estado uruguayo, entre ellas la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Carta de la Organización de los Estados Americanos.
La nueva sentencia del máximo órgano del Poder Judicial fue adoptada reiterando los argumentos esgrimidos en octubre de 2009 cuando se declaró la inconstitucionalidad de la norma, en el caso de la militante de la Juventud Comunista, Nibia Sabalsagaray. En este sentido, el nuevo fallo (emitido el pasado viernes 29 de octubre) reitera lo expresado por la Corte, en cuanto la Ley de Caducidad violenta el principio de separación de poderes, transgrede el derecho de las víctimas y las familias de acceder al sistema judicial para identificar y castigar a los culpables “de los hechos acaecidos durante la dictadura militar” y de ninguna manera puede ser considerada una ley de amnistía. Asimismo, la declaración de inconstitucionalidad de octubre de 2009 dejó constancia de la interpretación de la Corte en cuanto a que “las convenciones internacionales de derechos humanos se integran a la Carta por la vía del artículo 72, por tratarse de derechos inherentes a la dignidad humana que la comunidad internacional reconoce”.
En este sentido, la corte expresa que “no puede invocarse la teoría clásica de la soberanía para defender la potestad estatal de limitar la protección jurídica de los derechos humanos. Los derechos humanos han desplazado el enfoque del tema y ya no se puede partir de una potestad soberana ilimitada para el Estado en su rol de constituyente”. “Por el contrario, la regulación actual de los derechos humanos no se basa en la posición soberana de los Estados, sino en la persona en tanto titular, por su condición de tal, de los derechos esenciales que no pueden ser desconocidos con base en el ejercicio del poder constituyente, ni originario ni derivado”.
La decisión de la Corte, por tanto, permite investigar a los militares o policías responsables en la muerte de:
Ivo Fernández Nieves, Eduardo Mondello,
Hugo Pereyra Cunha, Walter Hugo Arteche,
Gerardo Alter, Iván Morales Generalli,
Amelia Lavagna, Carlos María Curuchaga,
Carlos María Argenta, Julián Basilicio López,
Nicanor Lerena, Bonifacio Olveira,
Humberto Pascaretta, Silvia del Carmen Saldaña,
Gilberto Coghlan, Aldo Perrini,
Pedro Ricardo Lerena, Oscar Fernández Mendieta,
Nuble Donato Yic.
A todos ellos nuestro abrazo
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En los estados constitucional y democráticamente organizados como repúblicas parlamentarias, la fuerza y consistencia de su estructura radica, muy esquemáticamente, en:
a) el equilibrio entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial,
b) la independencia de los respectivos órganos en el ejercicio de sus poderes,
c) el centralismo del parlamento y de su poder legislativo,
d) el respeto estricto de la constitución por cada uno de los poderes.
De ahí que, en primer lugar, sean signos negativos y graves del hoy latinoamericano, los atentados externos e internos a los estados que se han dado tal organización democrática. Atentados como el golpe en Honduras o las ‘pruebas’ fallidas en Ecuador y Bolivia; como la instalación de bases militares en Colombia; como los intentos por parte del poder ecómico y de la Iglesia católica de condicionar el parlamento y el ejecutivo en la Argentina.
De ahí también que, en segundo lugar, sean signos negativos y graves, tanto el intentar condicionar el poder judicial, como por ejemplo se está haciendo en Italia desde hace tiempo, cuanto que al poder judicial se lo obligue a actuar ‘desequilibradamente’, asumiendo un centralismo que no le corresponde, transformándose para el ciudadano en la única piedra segura dentro del proyecto de sociedad en la que vive (como ocurre también hoy en Italia).
Y, volviendo a nuestro sur, por las mismas razones y premisas de antes, no deja de preocupar que, mientras el Parlamento habla de soberanías y cita frases artiguistas, tenga que ser la Suprema Corte de Justicia quien le reitera y le recuerda al Parlamento la incostitucionalidad de una ley.
No te olvides, el 27 de junio de 1973, fue ultrajado el parlamento.
No te olvides, entre el 27 de junio de 1973 y el 1º de marzo de 1985
el país padeció una dictadura cívico-militar cuyo poder despótico cercenó
las libertades democráticas, fue ultrajado el pueblo.
Por eso me pregunto y pregunto,
¿Por qué se habla de Justicia manteniendo, por ley injusta,
la impunidad de los culpables?
No te olvides, “Que los más infelices sean los más privilegiados”,
¿Por qué se pide la reconciliación con los culpables y no con el pueblo,
y no con las víctimas, con los tantos a los que el Estado siempre ha ignorado?
No te olvides, “Mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana”,
¿Por qué se dice de sostener el pensamiento artiguista
y se deja impunes a quienes usaron el poder de las armas
no para defender sino para terrorizar al pueblo uruguayo?
¿Y si el pueblo uruguayo pudiera recuperar su dignidad
y se le diera dignidad a la Justicia quitándole la venda que la humilla?
LOS DESCUBRIDORES El pasado 12 de octubre hay quienes celebraron, conmemoraron, el Descubrimiento de América,
otros el Día de la Raza, y los uruguayos el Día de las Américas.
Como uruguayo me gustaría que lo siguiéramos llamando así
y como americano me gustaría adjetivar ese día
conmemorándolo y celebrándolo como el Día de las Américas, de Todas las Sangres.
Conmemorar y celebrar de esa manera,
recordándole a los hijos de los descubridores
y recordándonos como hijos de descubiertos,
cuál es nuestro lenguaje, nuestra identidad y nuestra memoria.
Entre los tantos, creo que el siguiente artículo de Eduardo Galeano
nos ayuda a conmemorar y a celebrar con justicia.
Cinco siglos de prohibición del arcoiris en el cielo americano,
publicado en Eduardo Galeano, Ser como ellos y otros artículos,
Siglo Ventiuno Editores, México, 1992.
"... Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve.
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón escribió en su diario que él quería llevarse algunos indios a España para que aprendan a hablar ("que deprendan fablar"). Cinco siglos después, el 12 de octubre de 1989, en una corte de justicia de los Estados Unidos, un indio mixteco fue considerado retardado mental ("mentally retarded") porque no hablaba correctamente la lengua castellana. Ladislao Pastrana, mexicano de Oaxaca, bracero ilegal en los campos de California, iba a ser encerrado de por vida en un asilo público. Pastrana no se entendía con la intérprete española y el psicólogo diagnosticó un claro déficit intelectual. Finalmente, los antropólogos aclararon la situación: Pastrana se expresaba perfectamente en su lengua, la lengua mixteca, que hablan los indios herederos de una alta cultura que tiene más de dos mil años de antigüedad. ..."
MEMORIAS, IDENTIDADES Y LENGUAJES POR VERDAD Y JUSTICIA
Argentina, 30 de marzo de 2010.
Fue asesinada Silvia Suppo, ex-detenida-desaparecida,
testigo en juicio por desapariciones durante la dictadura militar.
Doce puñaladas para una víctima de la dictadura.
Silvia Suppo fue una testigo importante del juicio contra el ex juez federal Víctor Brusa. También impulsaba la causa que investiga la desaparición de su compañero, Reinaldo Hammeter, secuestrado el 25 de enero de 1977, en la catedral de Rafaela. Esta causa tiene imputados que viven en la misma ciudad de Rafaela.
Fue asesinada con doce puñaladas, entre las 9 y las 10 de la mañana, en su talabartería ubicada en pleno centro de su ciudad, de 95 mil habitantes, donde es inédito un crimen con semejante ensañamiento. Según la versión policial, entraron a robarle, dado que faltaba el dinero de la caja y alguna mercadería.
PANCARTAS DE LA MEMORIA Roberto y Miriam
Roberto De Vicenzo y Miriam Susana Moro de De Vicenzo. Desaparecidos y vivos. Argentina.
El 23 de octubre pasado, familiares y amigos despidieron a Roberto De Vicenzo. Militante montonero de la zona sur de Rosario, fue secuestrado el 27 de septiembre de 1976, unas horas después de que una patota de las fuerzas de seguridad hiciera lo propio con su mujer, Miriam Moro, quien regresaba junto a otro compañero de distribuir panfletos en frigoríficos de la zona sur de esta ciudad. Sus restos fueron identificados el 17 de marzo pasado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el cementerio de la localidad santafesina de Barrancas, donde habían sido enterrados como NN.
Gustavo, uno de los hijos de De Vicenzo, dijo durante el homenaje:
“Papá, con tus huesos darás justicia a tus compañeros. ...
Huesos desgastados por el tiempo -agregó- pero también inquebrantables, como fueron tus ideas de justicia y libertad”.
El cuerpo de Miriam Moro fue hallado en 1983 en el osario de la ciudad de Casilda, a 50 kilómetros al oeste de Rosario. En setiembre de 1976, cuando fue detenida, Miriam estaba embarazada de 3 meses. “Quiero decirte con todo el corazón y mi fuerza que me encuentro feliz de ser tu hijo. Es más, quiero agradecerte aquél día que fuiste a buscar a mamá ante el peligro inminente. ... Yo te diría hoy de vuelta: Andá papá, no la dejes sola a mamá”, continuó Gustavo durante el homenaje, antes de que trasladaran los restos de su padre al cementerio de Granadero Baigorria, donde fue enterrado.
Por su parte, el diputado provincial Gerardo Rico, dijo que en los años 70 “no sabíamos muy bien cómo había que hacer, pero sabíamos que había que cambiar el mundo para construir una sociedad digna de ser vivida”. Por último, el militante de la agrupación HIJOS Rosario, Juan Emilio Basso, leyó una carta escrita por Abril, una de las nietas de la pareja asesinada por la dictadura, que decía a sus abuelos que no conoció:
“Si pudieran estar aquí, les diría lo bueno que son”.
MIRIAM Y ROBERTO ¡HASTA LA VICTORIA!
Enlace al audiovisual;
música: Manifiesto Opus II,
por Teresa Parodi;
Todavía cantamos,
por Víctor Heredia:
Pantallazos del color y del canto.
Las mil lenguas, ventanas del encuentro
MADERITAS Y TIERRAS DE COLORES Nacimientos, huellas y caminos;
lenguajes de la palabra, la música y la imagen,
las mil lenguas del arte;
el mirar y el dejarse mirar por los alrededores.
Me gustaría presentarles a cada uno de los autores, pero les presento sólo a uno, porque me atrevo a afirmar que los demás, esencialmente, repiten la misma biografía.
Luca Albizi es carpintero y restaurador,
amante de colorear maderitas
y de dejarse colorear por sus alrededores.
Dejo que él mismo se cuente:
“Hace un tiempo, alrededor de 1975, recuerdo que mi padre volvía de trabajar, siempre ya de tardecita, con su pequeño y blanco auto utilitario (sin uno de los asientos anteriores), y me traía cajas llenas de recortecitos de madera, de formas cuadradas y rectangulares. Yo me pasaba tardes enteras coloreando esas maderitas con crayones, lápices y marcadores.
Desde entonces, al menos éste es mi recuerdo,
he pintado y dibujado metros y metros cuadrados de hojas y maderas.”
Así pues, los autores (entre paréntesis sólo una de sus pasiones),
y las obras de ellos presentadas, son:
Luca Albizi (carpintería), Italia. Maderas de colores.
Marco Lucherini (cirugía), Italia. Cerámica raku.
Letizia Pistolesi (fotografía), Italia. Grafito sobre madera.
Marina Biondi (escultura), Italia. Terracota.
Pablo Briozzo (arquitectura), Uruguay. Pintura y escultura.
Silvio Lorenzini (albañilería), Argentina. Escultura en mármol.
Enzo Pazzagli (fantasías del hijo de un herrero), Italia. Escultura en metal.
Ana Prada (música), Uruguay. Canción.
Creo que cada uno de ellos quizás nos podría contar historias similares a las de Luca, seguramente idénticas en cuanto a colorear y dejarse colorear por sus propios alrededores.
Música:
1) Mandolín,
2) Violeta,
3) Camalotes sueltos (chamamé).
Interpretadas por:
Juan Buonome, cajón, percusión,
Fernando Mántaras, contrabajo,
Ariel Hassan, acordeón, piano,
Matías Cella, guitarras,
Ana Prada, voz.
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Canta Mandolín en sus primeras palabras:
Tiene una mirada ebria
de palabras y poesías,
bajo un cielo claro
de un pueblito por ahí.
Un mundo imaginario
lleno de ilusiones coloridas,
y el amor monta en su caballo
y es feliz.
«»
Violeta qué lindo violeta daba
tu mejor jacarandá
solita mi alma andaba
no quisiera te encontrar/
camino de vuelta a casa
tu senda quise mirar
sin reparar en mi huella
perdida dónde quedar/
un sol gris me va siguiendo
apura mi caminar
pero si me voy tan lejos
mi raíces quemará/
un sol gris me va cegando
no veo dónde pisar
pero si te vas tan lejos
qué flores me quedarán
pero si te vas tan lejos
qué flores me quedarán/
qué lindo violeta daba
tu mejor jacarandá
solita mi alma andaba
no quisiera te encontrar
solita mi alma andaba
no quisiera te encontrar
EL PUENTE Pantallazos del color y del canto.
Las mil lenguas, ventanas del encuentro.
ABUELA GRILLO Cortometraje animado basado en una antigua leyenda ayorea.
Producido en The Animation Workshop, Viborg, Dinamarca,
por The Animation Workshop, Nicobis, Escorzo y la Comunidad de Animadores Bolivianos
(con el apoyo del Gobierno de Dinamarca).
Música principal:
Chillchi Parita,
compuesta y cantada por
LUZMILA CARPIO,
embajadora de Bolivia en Francia.
Otras composiciones y arreglos por Pablo Pico.
Enlace al audiovisual (10’00”):
Abuela Grillo Canta Luzmila Carpio
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CANTARES Y NACIMIENTOS
Enlace al audiovisual (4’16”):
Africa en América Canta Tania Libertad
Inundaciones en el barrio de Juanito Laguna.
Obra de Antonio Berni.
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EL MINERO N° 33 Luis Urzúa Chile, Copiapó, 14 de octubre de 2010
Un brindis con él
y con sus compañeros de trabajo,
con los mineros y con los trabajadores,
un brindis porque volvieron a la vida
y por la vida que nos regalan día tras día.
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El minero 33 Por Martín Granovsky
Se paró frente al presidente Sebastián Piñera y, de jefe a jefe, le dijo:
“Espero que esto nunca vuelva a ocurrir”. Y también: “Estoy orgulloso de vivir en este país”.
Después, Luis Urzúa se abrazó con Piñera, abrazó fuerte al ingeniero Andrés Sougarret,
de la Corporación del Cobre, abrazó muy fuerte a su hijo, habló con ellos y con otros
y rompió el protocolo médico. Nada de camilla. Nada de apuro. Terminó de pie cantando ese himno
que pone a Chile como “tumba de los libres” o como “asilo contra la opresión”.
Si fuera por la vida de Urzúa, según la contó para el diario El Mundo de España el periodista Jorge Barreno,
hasta anoche su país fue más tumba que asilo.
Su padre era dirigente sindical del Partido Comunista. Está desaparecido
desde el comienzo de la dictadura de Augusto Pinochet, que el 11 de septiembre de 1973
derrocó a Salvador Allende. Su padrastro, Benito Tapia, era dirigente sindical de los mineros del cobre
y miembro del Comité Central de las Juventudes Socialistas. En octubre de 1973 lo asesinaron en el cementerio de Copiapó
y lo enterraron en una fosa común sin ataúd junto a dos compañeros. Fue una de las víctimas de la Caravana de la Muerte,
el escuadrón de exterminio que partió de Santiago en helicóptero al mando del general Sergio Arellano Stark y fue matando
selectivamente a dirigentes sociales y funcionarios de Allende. Tapia tenía 32 años. Luis Urzúa, 17.
Luis, a quien los asesores de la NASA caracterizaron como “un líder natural”, tiene 54 años
y es minero desde 1979. Era el más experimentado de los 33 mineros
que quedaron bajo tierra, fue quien los organizó desde el derrumbe
y quien resolvió, como lo narró con elegancia a Piñera, “administrar las provisiones”.
También contó que lo primero que se preguntaron, cuando las piedras taparon el fondo de socavón,
fue qué habría pasado con los demás. Se habían salvado, pero ellos lo ignoraban.
Estaban bajo un mar de polvo que tardó tres horas en disiparse. Y además, con razón, no confiaban en los propietarios.
“Cuando escuchamos ruido, unos días después, pensamos que estaban trabajando en la mina”, contó Luis.
Es decir, imaginaron que no buscaban mineros vivos sino más cobre justo ahora cuando,
el mineral que Allende llamaba “el sueldo de Chile”, alcanzó su precio internacional más alto en los últimos cincuenta años.
La historia no es una línea recta. Allende nacionalizó la gran minería del cobre
(no la San José, que en Chile es considerada minería mediana) en 1971. Designó al frente de la empresa estatal Codelco a
uno de sus asesores jóvenes, Jorge Arrate. La nacionalización aceleró el golpe. Pinochet dio marcha atrás con buena parte
de las decisiones económicas de Allende, pero no reprivatizó el cobre, que siguió asegurando divisas a Chile
y financiamiento a las Fuerzas Armadas. Lo estableció una cláusula por ley. Codelco siguió formando cuadros técnicos
y transmitiendo oficios y saberes y durante los últimos dos meses organizó con éxito
el rescate que el sector privado chileno era incapaz de afrontar.
Ahí abajo, a 622 metros de la superficie seca de Atacama,
un hijo de víctimas de la dictadura escribió un día un papelito informando que los 33 estaban vivos
y organizó la rutina cotidiana sin dejar de alertarse cuando decaía la moral del grupo.
Nelly Iribarren, su madre de 78 años, relató que “yo me imaginaba cómo mi negro debía estar dando vueltas por el refugio
pasando lista a sus compañeros, racionando la comida y entregándoles labores, porque él es así,
mandón pero ordenado”. Describió a Urzúa como “muy disciplinado”
y dijo que “en la casa era el que llevaba la batuta entre sus seis hermanos”.
Sociedad con tradición autoritaria, que a veces parece fragmentada en castas, Chile no trató bien a sus trabajadores
y se ensañó con ellos –con su vida, con sus organizaciones, con su salario, con sus condiciones de trabajo– desde 1973.
Para un minero no es novedad la vida de otro. Mario Castillo, dirigente de los estatales de Río Turbio,
recordaba ayer que cuando él empezó en el oficio todavía largaban un pajarito a las galerías.
“Si vivía es que había oxígeno sufriente”, dijo. “O prendíamos una llama y veíamos el color
para darnos cuenta de si había gases peligrosos en el ambiente”, dijo también.
En junio de 2004 murieron en Río Turbio 14 trabajadores. La empresa que había sido concesionaria hasta 2002
perteneciente a Sergio Taselli, deslindó responsabilidades. “La seguridad mejoró después del accidente”, dijo Castillo.
Según la OIT, que encabeza el chileno Juan Somavía, existe constancia de que más de dos millones de personas
mueren por año en el mundo por causa directa de sus condiciones de empleo o por enfermedades contraídas en él.
Nadie puede decir seriamente que la simple exposición de un problema a mil millones de personas a la vez,
en transmisión desde Copiapó, dejará ese problema resuelto. Pero si la política y la acción sindical
se sumaran con eficacia a la exposición pública contarían a su favor con un dato evidente:
el rescate que terminó anoche hizo más visible para el mundo cómo es la vida de un minero y qué riesgos corre
cuando aumenta la desproporción entre la rentabilidad empresaria y la seguridad de los trabajadores.
Por eso Luis Urzúa, el minero 33, el último del grupo que dejó el socavón, el último al que le gritaron
Chichichi/lelele/ Minerosdechile, se merece un buen pisco.
Seguramente, aunque muchas veces así nos lo presenten, el problema de los umbrales no es un problema matemático.
Un problema para el cual existen, sin embargo, premisas ciertas y matemáticas. Existen quienes deciden el qué, cuánto y hasta dónde
de los derechos del hombre, sin mirar a los hombres. Existen quienes deciden el qué, cuánto y hasta dónde
es digno y tolerable mirar, escuchar y recordar, sin escuchar a los hombres. Existen quienes deciden que el umbral es siempre pocos,
quienes resuelven el problema, mágica y matemáticamente: en términos de umbral, los pocos es siempre más que los muchos.
En esos términos, pues, si el umbral se mira al derecho, el norte es el sur del hombre
y desde ese sur brindamos con un pisco y con un Chichichi/lelele/ Minerosdechile,
para Luis Urzúa, el minero 33, y para todos sus compañeros.