Cuento infanrtil. Álvaro Yunque. Mocho y el espantapájaros
Pequeña Biblioteca
Es muy difícil levantarse luego de haber sido tan golpeados.
Pero es posible, construyendo y re-construyendo el tejido social que han destrozado.
Nunca solos, con memoria y colectivamente.
“Sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.” Carta del Che Guevara a sus hijos.
Memoria y justicia Pintura mural.
Imágenes y palabras se hermanan en homenaje a Plef.
Tomás Basañez y Avda. Rivera,
Buceo, Montevideo.
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Tantas cosas deberíamos incluir en nuestra pequeña biblioteca.
Hoy proponemos este cuento infantil de Álvaro Yunque.
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Mocho y el espantapájaros
Me querés acompañar a la chacra de mi tía? —dice Tula—. Mamá me manda llevarle esta torta. Yo tengo miedo al espantapájaros que hay a la salida del pueblo.
—¡Puf! —hace Mocho, y se yergue, satisfecho de que Tula, ¡tan limpia, tan suave, tan modosa!, le haga este pedido, confíe en su valor y en su fuerza, apoye en él su debilidad femenina.
—¿Me acompañás? —insiste ella.
—¡Vamos!
Comienzan a andar uno al lado del otro. Son de la misma edad, diez años, pero Mocho es bastante más alto, y parece de más edad con su corpachón vigoroso de muchacho crecido al sol y al aire libre, con su cabeza de pelos enmarañados, negros y duros, con su cara morena y como amasada a golpes. No en vano la delicada y dulce Tula busca su apoyo. El muchacho exhibe fortaleza y coraje, ¡vaya!, ¿no lo ha visto ella misma enredarse a puñetazos con chicos mayores o correr a pedradas a perros grandes?
Caminan y conversan. Él:
—¿Por qué le tenés miedo al espantapájaros? No es nada más que un espantapájaros. Y vos no sos un pájaro. ¿O te creés que sos un gorrión?
—Ya sé que no soy un gorrión, pero abuela dice que de noche el espantapájaros se pone a caminar, y yo pienso que si vuelvo tarde, sola, y me encuentro el espantapájaros por el camino... ¡Ay! Con solo pensarlo, mirá, se me pone carne de gallina, me enfrío. Tocá.
Mocho no se lo hace repetir. Toca la piel aterciopelada del brazo de su amiga, y habla. Habla seguro de sí:
—¡Son macanas eso que dice tu abuela! Yo he pasado de noche por el camino y el espantapájaros estaba allí como si fuese de día.
—¿Habrás pasado una noche de luna?
—He pasado en noches de luna y en noches de tormenta. El espantapájaros no se mueve de su sitio.
—¿Noches de tormenta? ¡Qué valiente!
Mocho sonríe, gozoso. Tula cree lo que él afirma.
Y dice:
—¡Para eso soy hombre! Los hombres somos valientes.
Continúan andando. De vez en vez, ella lo mira de reojo. Y vuelve a hablar:
—Yendo a tu lado no tengo miedo de pasar por allí frente al espantapájaros.
Él calla. Una ola de satisfacción le sube desde el pecho al rostro y se lo colorea. Saber que esta muchacha tan linda, tan suave, tan graciosa, confía en él, le da mayor seguridad todavía. Calla, mete las manos en los bolsillos, pisa más fuerte.
Ella insiste:
—¿Y si saliera el espantapájaros a atajarnos en el camino?
—¡Bah! —hace él y se encoge de hombros, despreciativo: no toma en cuenta una suposición tan descabellada.
—Sí, ya sé que no saldrá, al fin ahora es de día. Pero... ¿si saliera?...
—¡Lo rompo todo! ¡No le dejo una hilacha! —afirma él, y continúa andando. Lo dice con tanta firmeza que Tula sonríe, contagiada de la seguridad de su amigo.
—¿Qué torta llevás allí? —pregunta él, y las pupilas le relucen de gula.
—Una torta de dulce de membrillo para mi tía, la de la chacra. Hoy es su cumpleaños.
—A ver, dejame tomar el olor... ¡Ah, qué rica ha de ser!
—Sí, es rica. Yo te daría un pedazo, pero... si mamá sabe...
—¿Y cómo puede saberlo?
—Muy fácil: que mi tía, mañana, cuando la vea, le diga: a tu torta le faltaba un pedazo.
—Es cierto.
—Mamá hizo otra torta para nosotros. Esta noche, cuando me den mi pedazo, en el postre de la comida, no lo comeré. Te lo guardaré para vos.
—Guardame la mitad —concede él, un poco caballero.
—No, te lo guardaré todo.
—No, la mitad.
—Bueno, la mitad —accede la chica, y agrega—: También le puedo pedir a mamá un pedazo para vos. Le puedo decir que me acompañaste. ¿Qué te parece?
—Me parece mejor. Así con tu medio pedazo y mi pedazo, yo me como un pedazo y medio.
Tula no responde, aunque en verdad, Mocho no ha interpretado su pensamiento. Ella pensaba que pidiendo para él, este se conformaría con su pedazo.
En fin...
Doblan el camino.
—¡Allí está! —exclama ella, se toma de la mano de Mocho, aminora el paso.
—¿Y qué? —dice él, despectivamente—. ¡Vas conmigo!
Llegan delante del espantapájaros. Un sombrero de paja medio caído y, sobre la cruz de palo de sus hombros, colgantes harapos de lo que fuera un saco de hombre.
Mocho lo enfrenta, burlón y valiente:
—¡Hola, espantapájaros! ¿Qué decís? ¿Cómo te va?
Recoge unas piedras y le tira. Acierta con una y le bambolea el sombrero. No se conforma con esa demostración de valentía. No oyendo a Tula que le balbucea:
—¡No, Mocho, no hagas eso! Mirá que de noche se puede vengar... ¡No, Mocho!...
El muchacho, de un brinco, salta el alambrado, se acerca al espantapájaros y le quita el sombrero. Ríe a carcajadas. Se topa con él y continúa andando, regocijado de su hazaña cuanto del temor con que su trémula compañera, pálida y temblorosa, lo sigue.
Mocho se da vuelta y, saludando, grita:
—¡Chau, espantapájaros! ¡Tanto gusto de saludarlo con su sombrero, señor espantapájaros! —Y le tira el sombrero que cae entre los trigos de su custodia.
A la vuelta, después de haber dejado el obsequio en manos de la tía, más satisfechos, porque ésta los ha invitado con masas y sándwiches, Mocho vuelve a enfrentarse con el espantapájaros:
—¡Adiós, che! Te has quedado sin cabeza. Te voy a poner el sombrero.
Vuelve a saltar el alambrado, recoge el sombrero y lo hunde en el palo que sirve de cuello al espantapájaros. Antes de doblar el camino, se vuelve para burlarlo:
—¡Adiós, espantapájaros! ¡Seguí asustando a gorriones, que a mí no me asustás!
—¡Pero a mí me asusta! —agrega la chica, y se toma de su mano. Llegan a las casas del pueblo.
—Hasta mañana, Mocho valiente.
—Hasta mañana, y ya sabés...
—¿Qué, Mocho?
—¿Te olvidaste lo del pedazo y medio de torta?... ¡Me quedé con unas ganas de probarla!
Por la noche, una noche sin luna, con oscuros nubarrones que rezongan truenos, Mocho sale al camino. Va a buscar al espantapájaros. Va a probarle que, si de día no le tuvo miedo, de noche tampoco se lo tiene. ¡Y eso que no es noche de luna! Se burlará de él, le quitará el sombrero de paja, le desgarrará el saco. Porque el espantapájaros estará allí, en el sitio de siempre, inmóvil e inofensivo, solo sirviendo para asustar a tontos gorriones o débiles niñas como Tula...
Pero ¿qué? ¿Quién viene allí por el camino? ¿Es el espantapájaros?
¡No puede ser! ¡Y es el espantapájaros, sí! Lentamente, con sus harapos al viento, con su sombrerote de paja agitado, allí viene, por el camino, y en dirección contraria a la suya. Mocho se detiene, sorprendido y temeroso. Siente que un frío de hielo le paraliza las piernas, que la piel se le eriza, que los cabellos se le ponen de punta. Intenta gritar, y no puede. La voz se le corta.
¿Pero entonces era verdad lo que decía la abuela de Tula? ¿Es verdad que el espantapájaros sale de noche a andar por los caminos? ¡No puede ser! ¿Cómo creer en tal cosa? Y sin embargo, allí está, en el camino, andando como un hombre y dirigiéndose hacia él, quizás dispuesto a vengarse de sus burlas y de sus pedradas. Ya se acerca, se acerca... Mocho no resiste más. Da vuelta y, temblando de miedo, echa a correr.
Pero corre torpemente, sus piernas temblorosas han perdido el vigor y la agilidad habituales. Y oye detrás suyo los pasos del espantapájaros que lo persigue. Los oye más cerca, ¡más cerca todavía!, ya parece que lo tiene junto a él, no puede más...
Pide auxilio. ¿A quién pedirlo sino a la madre?
Intenta dar un salto, y grita:
—¡Mamá, mamá! —Siente que ha caído. Porque Mocho acaba de rodar de la cama donde estaba soñando. Se hace la luz. A su lado está la madre, afligida:
—¿Qué te pasa, querido?
Mocho la mira con ojos espantados. Va a decirle que el espantapájaros lo corría, pero calla. ¿Cómo decir tal cosa? Calla y se aprieta contra su pecho, sollozante. La madre lo consuela y acaricia:
—Estabas soñando. Una pesadilla, seguramente. Eso te pasa por comer mucho y a cada rato. No es nada. Acostate, querido. Yo te acompañaré.
Lo tiende en la cama, lo arropa. Y se instala a su lado. Mocho se siente seguro, cierra los ojos, se duerme.
Pero a la mañana siguiente, día de sol radiante y magnífico, pasando por delante del espantapájaros inmóvil, sigue derecho, lo contempla de reojo. No se le ocurre burlarlo ni tirarle piedras.
Marc Chagall
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Mocho y el espantapájaros, de Álvaro Yunque (seudónimo de Arístides Herrero Gandolfi), está incluido en el libro Mocho y el espantapájaros: y otros cuentos; el libro fue publicado en 1972 y prohibido en época dictatorial. Argentina.
Numa Moraes canta en el marco de «1983-2023. A 40 años del viaje de los niños del exilio. Presentación de una muestra fotográfica», actividad llevada a cabo en la sede de la Junta Departamental de Montevideo, el 22 de noviembre de 2023.
Marcas de la Memoria, Marcas como Abrazos: Niños en vuelo desde el exilio, 26 de diciembre de 1983.
Se conmemoran los 40 años del viaje de 154 niños provenientes del exilio uruguayo, que a su llegada a Uruguay, el 26 de diciembre de 1983, desde el aeropuerto de Carrasco fueron conducidos a este local en una caravana de ómnibus. La Coordinadora del Transporte del Pit se encargó de los vehículos, los niños pudieron abrazar a sus familias y un pueblo se volcó a la calle para recibir a sus hijos.
Música Compañero,
de Marcos Velásquez,
en la voz de Héctor Numa Moraes.
Compañero
Qué lindo es vivir así
sabiendo que el hombre es bueno,
sabiendo que el hombre es bueno,
que la semilla ni sabe
que la culpa es del terreno,
que la semilla ni sabe
que la culpa es del terreno.
Llegará el día, sí señor,
verá qué lindo, verá qué bueno,
que usted tire un beso al aire,
verá qué justo, verá qué cierto,
sabiendo que donde caiga
no caerá preso
no caerá preso.
Es lindo mirar a un niño
porque cuanto más pequeño,
porque cuanto más pequeño,
es más puro, más semilla,
menos patrón y más dueño,
es más puro, más semilla,
menos patrón y más dueño.
Dele usted la mano a un niño
verá qué lindo, verá qué bueno,
y dígale con confianza,
verá qué justo, verá qué cierto,
y dígale como a un hombre
¿cómo le va, compañero?
Murga Perlita Cucú Memorial de las ex Presas Políticas,
Espacio Julia Arévalo
Avda. de las Leyes y Colombia,
Montevideo. 01/10/2021.
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¡LA PRÓXIMA VEZ, DOS! Patricia caminaba junto a otras cinco o seis compañeras, o quizás fueran más; el número total no lo recuerdo, pero tengo en cambio bien nítida la carita risueña y vivaz de Patricia, cuando narraba esta breve historia del penal de Punta de Rieles.
Caminaban hacia la huerta de la cárcel, sin tener ni siquiera la alegría de saber que al menos parte del producto de su trabajo en la huerta estaría destinado a las presas o a sus familiares. En realidad la buscada utilidad de ese trabajo era humillarlas, no era y nada tenía que ver con ese contacto diario con la tierra que al final hace sonreír orgullosos ante los frutos.
Quizás la tierra también sabía cuánto significaba el trabajo de esas mujeres y por eso se esforzaba para regalarles al menos un poquito de esa gran solidaridad que veía entre ellas. Lo hacía a su manera, es decir con sus frutos, y ese día, cuando vio llegar a Patricia y sus compañeras, recibió al grupo susurrándole que había escondido para ellas un regalito: tantos rabanitos, frescos, picantitos y bien rojitos granada. El grupo de presas no tardó en descubrir el regalo y Patricia, tentada, escondió uno de los rabanitos entre sus ropas, tejiendo y enhebrando así hilitos de vida, como era costumbre entre las compañeras, en aquellos tiempos, en aquel pedacito de tierra cercado, allá en el penal de Punta de Rieles.
Ahora las mujeres están volviendo a la celda que comparten. Patricia quiere llegar lo antes posible a la celda; teme por sus compañeras y por ella misma, que las sancionen a todas por haber robado un rabanito; y quiere salvar ese tesoro que lleva en sus ropas.
Llegan a la celda y, mientras todas cuidan que la guardia no las vea, Patricia divide el ya minúsculo rabanito en tantas partes como el número de compañeras. Gran festín, todas sentadas, saboreando su fresca partecita, y en ese momento Patricia levanta su mano izquierda con el índice y el mayor abiertos en V. No sólo festeja la victoria solidaria del grupo, sino que mirando a sus compañeras, con su misma carita risueña y vivaz, exclama:
Descripción: Ayer en el hoy, Memoria para el futuro. Identidad y cultura del pueblo uruguayo.
Memorias de mujeres Realización: Virginia Martínez; Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli.
Reseña. Entre 1973 y 1985, el Penal de Punta de Rieles (Establecimiento Militar de Reclusión N° 2) fue un lugar de detención para presas políticas durante la dictadura cívico militar uruguaya. Para llegar hasta el edificio rodeado de flores, más que decoroso, casi confortable, se recorría un camino –“la pradera”– donde pastaban animales. No era posible percibir a primera vista la sorda lucha que encerraban esos muros. El documental intenta reconstruir la vida en esa cárcel tal como la narran algunas de las cientos de mujeres que allí estuvieron y resistieron a la pretensión de los militares de destruirlas física, psíquica e ideológicamente.
Sobre un proyecto original de Rosario Caticha, Charna Furman e Isabel Trivelli (tres ex presas del establecimiento penitenciario de Punta de Rieles), la película está dirigida por la documentalista y escritora Virginia Martínez, quien, como lo hiciera antes con Por esos ojos (1997) y Ácratas (2000), parte de una profunda investigación, una rigurosa selección del material filmado, y una sobria edición, para concentrar en tan sólo media hora de proyección los testimonios de varias mujeres que sobrevivieron al cautiverio que les impuso la dictadura en la cárcel de Punta de Rieles.
La crónica a cargo de estas mujeres ex presas políticas es un relato en primera persona, salpicado apenas con el destello de viejas fotografías o unas pocas imágenes clandestinas de la prisión. Como en sus anteriores trabajos, Virginia Martínez maneja hábilmente los escasos recursos disponibles para inquietar y desacomodar al espectador, empujándolo inevitablemente a una instancia reflexiva.
Isabel Trivelli, mientras estaban preparando el documental, recuerda cuanto sostenía el Mayor Arquímides Maciel, Director del Penal de Libertad: “No los liquidamos cuando tuvimos la posibilidad y encima tendremos que largarlos. Debemos aprovechar el tiempo que nos queda para volverlos locos”.
“Fieles a esta premisa, –continúa diciendo Isabel Trivelli–, los militares uruguayos organizaron sus cárceles para destruir. En Punta de Rieles murieron compañeras por negligencia médica, otras fueron empujadas con saña hacia la locura, todas salimos con cicatrices. Pero estamos acá, para contarlo.”
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Pero estamos acá para contarlo,
es la consigna de la película caracterizada por primeros planos de rostros que denuncian, se alegran y se entristecen, narran sentires, penas y esperanzas de nuestra historia reciente.
“Pero estamos acá para contarlo”, y estamos como mujeres. Una narración en femenino, de vida de mujeres, de mujeres presas durante la dictadura que sufrió el pueblo del que forman parte; una perspectiva y un encuadre con palabras de mujer que, sin lugar a dudas, permiten completar en una visión más cabal la historia y la lucha del pueblo uruguayo, y en particular el lugar que en esa historia y en esa lucha tiene la mujer uruguaya.
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Ficha técnica. Documental
Dirección: Virginia Martínez
Proyecto original y asesoramiento: Rosario Caticha, Charna Furman, Isabel Trivelli
Dirección de fotografía y cámara: Diego Varela
Asistencia de cámara: Cristian Quijano
Fotografía y gráficos: Popi Pereira
Sonido: Álvaro Mechoso
Música y sonorización: Daniel Yafalián
Voz: Margarita Musto
Edición: Jorge García
Producción: Melina Sícalos
Duración: 30'
Año: 2005
Uruguay.
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Fuentes:
- Entrevista publicada el 26/04/2005 con ocasión del estreno de Memorias de mujeres.
Entrevista a Charna Furman
Memorias en la pantalla No tener las fotos de la familia
es como no formar parte de la historia de la humanidad ... Película La ciudad de los fotógrafos
Documentales y películas que por su género contribuyen a narrar
el hoy y la historia reciente de América Latina.
De cómo la palabra es un modo de concebir el mundo, un modo de transitarlo, el modo que nos enseñaron los Viejos.
Muchas veces nos preguntamos ¿por qué? y tratamos de mirar hondo, y las palabras andantes, por sus modos y por sus tonos, nos dan las respuestas del sentir de un pueblo.
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Sigue la luz Mural, obra de Pardos.
Calle Acevedo Díaz, esquina Miguelete.
Montevideo. 2018.
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Palabra de Oriental Esbozo de Diccionario bilingüe
Castellano ► Rioplatense
Rioplatense ► Castellano
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Ni mármol duro y eterno, ni música y pintura, sino palabra en el tiempo.
Antonio Machado, Nuevas canciones, 1924.
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Paseando entre las palabras ...
Bobo, a (estúpido, a, imbécil, papamoscas, papanatas, tonto, a, zonzo, a)
► Abombado, a (← abomba’o, abomba’a). “No te podés confiar en él, es muy abombado”.
► Alcornoque (→ árbol de cuya corteza se extrae el corcho). Como en la expresión “cabeza llena de aserrín”, también en este caso se hace referencia a la consistencia de una substancia inerte como el corcho para definir a la persona esúpida o tonta. “Es un cabeza de alcornoque, no te va a entender nunca”.
► Banana. Nabo, en cuanto tonto, y también boludo, pelotudo, por cuanto ridículo en lo que dice y hace. “Se las tira de crack, pero es un banana”.
► Belinún, una (beninún, una) (← gen., belinún, tonto; ← gen. aumentativo de belin, pene). “No le hagas caso, es un belinún de primera”.
► Bobalicón, ona. Aumentativo de bobo, en cuanto persona crédula y estúpida. “Es un grupito de bobalicones con los que no podés contar”.
► Burro, a. Define la estupidez total, con perdón de los burritos.
► Cabeza hueca. “No se interesa por nada, es un cabeza hueca”.
► Cabeza llena de aserrín. Como cabeza hueca pero haciendo referencia a que en lugar de “materia gris” tiene sólo materia inerte en la cabeza. “No razona, tiene aserrín en la cabeza”. Cuando a la estupidez se suma la maldad o la crueldad, entonces el aserrín se transforma en mierda: “Es una bestia, tiene mierda en la cabeza”; o bien, en expresión simplificada: “Es un enfermo, a”.
► Calabaza, Nabo, a, Zapallo, a. “No sé cómo hace para ser tan naba”.
► Chorizo, a. “Juan es un tipo muy bien, pero el hermano es un chorizo”.
► Chorlito (← chorlito, ave de cabeza pequeña); persona ingenua o tonta. La locución “caer como un chorlito”, subraya la ingenuidad de la persona a la que se le hace un engaño; mientras que la expresión “cabeza de chorlito” destaca la estupidez de una persona.
► Gil, gila, y su aumentativo gilastrún, una (muy tonto, a). “Se hace el gil pero entendió todo”.
► Marmota. Bobo, muy tonto (← siciliano, marmótta, especie animal / torpe, bobo).
► Otario, a. “Es bastante otario como para estar en ese cargo”.
► Pajarón, ona. “Con su cara de pajarón no paró de decir bobadas”.
► Pánfilo, a. “Es bastante lerda de entenderas, más bien una pánfila desde chiquita”.
► Papafrita. “Me dijeron que hablara con el director, que es todavía más papafrita que el empleado”.
► Paparulo, a. Bobo, tonto zonzo; poco inteligente.
► Salame. Sinónimo de tonto, torpe. “Me duele haber sido tan salame y no darme cuenta antes de lo que estaba pasando”.
► Zoquete. De discutida etimología, indica la persona estúpida, muy boba. “El novio de Alicia es un zoquete, pero allá ella”.
De todo este largo listado hay al menos dos elementos muy destacables: por un lado la abundancia de sinónimos del vocablo madre “bobo” (estúpido, imbécil, tonto) y por otro lado la dificultad para explicar la génesis de algunos de los vocablos sinónimos, ya que identidades tan notorias, como por ejemplo, de estúpido, a con nabo, a; vejiga; salame; ... son realmente difíciles de interpretar.
Descripción: Murales del Festival Wang 2018 y otras pinturas murales en los barrios La Comercial y Tres Cruces.
Artistas participantes del Festival Wang 2018: Colectivo Licuado (Theic y Fitz), Pardos (Demo y Lolo), Pintadas (Ceci Ro y Fér), Fulviet, Nulo, Zesar Bahamonte, Juan Contreras, Alfalfa, Matu, Ákite, David de la Mano.
Il Quarto Stato (El Cuarto Estado) Pintura original (óleo sobre tela, 1901),
de Giuseppe Pellizza da Volpedo (italiano).
Mural en Sutel,
Sindicato Unico de Telecomunicaciones.
Barrio Tres Cruces, Montevideo.
Descripción: Exposición en el Museo de la Memoria de Montevideo. Exposición temporal, junio-julio 2014.
A través de la historia de ONDA, recorremos la historia del Uruguay durante 80 años. Es una historia de pioneros en un país que crecía y se desarrollaba luego de estabilizarse institucionalmente, dejando atrás las guerras civiles que marcaron el nacimiento de la Nación. Pero llegó un momento que ese modelo de desarrollo se agotó, llegó la crisis de los años ‘60, la dictadura y el terrorismo de Estado de los años ‘70 y hasta mediados de los ‘80, donde se produjo una reestructura del sistema que tuvo sus últimas expresiones con la política neoliberal de los años ‘90, que, entre otras consecuencias, produjo el cierre de ONDA.
Con esta exposición el Museo de la Memoria realiza un homenaje al emprendimiento colectivo que fue ONDA, y a los miles de personas que trabajaron en esta empresa, que sintetiza en su historia, buena parte de la historia del pasado reciente en Uruguay.
Memorias de un galgo Antiguo ómnibus de la compañia de transportes Onda
en la explanada de acceso al Museo.
Exposición temporal, junio-julio 2014.
Museo de la Memoria (MuMe),
Montevideo.
Descripción: Exposición fotográfica Hijos, en el Museo de la Memoria. Montevideo. Marzo 2011.
Hijos y desaparecidos ¡Presente!
Frente al Museo de la Memoria.
1° de Mayo de 1984. Hijos Exposición fotográfica temporal.
Museo de la Memoria (MuMe).
Montevideo.
Descripción:
Quizás el resumen más breve de este trabajo se pueda hacer, por un lado, con la imagen del fotógrafo Aurelio González encontrando en el 2006 las fotos de archivo del diario ‘El Popular’ que había escondido en 1973, cuando tuvo que abandonar el Uruguay por la dictadura; su alegría creo que fue no sólo la de recuperar sus fotos y un archivo, sino la de recuperar memoria, memoria del pueblo uruguayo, memoria de pueblos, por algo las había escondido.
Por otro lado, también diría que seguramente aquí faltan las tantas fotos que ustedes tienen. “... Aquí falta la foto que usted tiene” aparecía escrito luego de una serie de fotografías dispuestas en el suelo, delante del Museo de la Memoria de Montevideo, y creo que también en este caso se trata de recuperar las fotitos que van más allá de la imagen; esas fotitos escondidas y a flor de piel de la memoria son las que faltan, las que hay que agregar para recuperar memorias y reconstruir identidades.
Porque “... la categoría fundadora de la imagen no es la necesidad de figurar o imitar algo que existe sino la necesidad de prolongar el contacto, la proximidad, el deseo de que el vínculo persista. Incluso y fundamentalmente cuando el adiós es definitivo”. Marisa Strelczenia. Fotografía y memoria: la escena ausente, en ‘Ojos Crueles’, Buenos Aires, octubre de 2004, Año I, nº1. Citado en en la página web del CMDF, ‘Pasado reciente’.
Memoria del pueblo uruguayo, memorias de pueblos, porque alcanza con detenerse apenas en esas fotos para ver que las memorias se entremezclan sin fronteras y sin banderas; protagonistas, lugares y hechos resuenan en una única memoria rioplatense y latinoamericana.
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Música e intérpretes:
1) A DOS VOCES - Mario Benedetti y Daniel Viglietti - Benedetti, Muerte de Soledad Barret (fragmento)
- Viglietti, Soledad Barret
- Viglietti, Anaclara
- Benedetti, Bienvenida
2) NUMA MORAES
La Patria compañero
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Imagen, Memoria e Historia
«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...»
Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.
Descripción:
Mujeres.
Nombre, de personas, femenino, plural
Poesías, diccionarios, gramáticas y aledaños.
Aproximaciones musicales e idiomáticas a un tema que sólo apenas es idiomático.
Con la poesía de Gioconda Belli (Nicaragua), “Y Dios me hizo mujer”,
y de Mario Benedetti (Uruguay),
pocos de los formidables haikus de su libro “Rincón de haikus”.
Con algunos apuntes lingüísticos (también aproximados).
Con imágenes a las que acompaña el estupendo cantar de Ana Prada (Uruguay):
1) Soy pecadora,
2) Tu vestido,
3) Adiós.
«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...»
Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.
Descripción: Muestra fotográfica de Lucila Quieto, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Buenos Aires. Abril/Mayo de 2013.
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Sobre filiaciones y duelos
Filiación reúne una serie de fotografías y collages que Lucila Quieto realizó durante interminables búsquedas de su padre desaparecido y, a la vez, de su propia identidad.
Búsquedas en el mundo exterior, recorriendo distintos centros clandestinos. Otras en sí misma, tratando de encontrar en su propio cuerpo, en sus rasgos, miradas y gestos, aquellas marcas del cuerpo de su padre.
Ensayo Fotográfico Arqueología de la Ausencia, 1999 - 2001
Mediante la proyección de fotografías de desaparecidos sobre las figuras de sus hijos, el deseo de esa foto inexistente e imposible se logra al reunir dos tiempos. Se genera un tercer tiempo en el cual los hijos e hijas consiguen verse con sus padres en una imagen familiar.
Sitios de Memoria, 2008 - 2012
Registro fotográfico de sitios que funcionaron como campos de concentración durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Collages Familia Quieto, 2012 - 2013
Búsqueda de parecidos físicos y gestuales, entre descendientes de una rama familiar atravesada por la tragedia de la desaparición, la rotura de lazos familiares. Un duelo pensado en imágenes y la reconstrucción de la familia que queda.
“Como capas arqueológicas, Lucila acumula sobre su primera obra estos renovados intentos de encontrar a su padre. La filiación incluiría aquel trabajo paradójico de escarbar en la ausencia. Si hechos inéditos demandan palabras inéditas, habrá que inventar un verbo reflexivo para este filiar(se) en torno al vacío. Y habrá que duelar en lugar de hacer el duelo, porque hacer el duelo tiende hacia un final que la desaparición parece suspender indefinidamente. Duelar sin suponer un resultado, un duelo hecho, normal, sanito.” Mariana Eva Pérez.
“Lucila Quieto inició, entonces, otra búsqueda, de la que da cuenta esta muestra. Después de registrar con su cámara lugares elegidos de los centros clandestinos de detención y de fotografiar el río que sigue guardando su ominoso secreto, volvió sobre el tema familiar, motivo central de toda su obra. Reunió a sus parientes en grupos, combinó y superpuso algunas fotos sobre otras, hasta convertir el pacífico álbum de familia en una serie desordenada y algo caótica. De este texto surgen nuevas preguntas. Esta vez es la familia entera, con los cuerpos y rostros caprichosamente asociados, la que participa en esta demanda por la identidad.” Eduardo Jozami, Director Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Familia Quieto Collages. 2012 - 2013.
Filiación.
Muestra fotográfica de Lucila Quieto.
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
ex Esma, Buenos Aires.
Descripción: Taller Ferrari. León Ferrari, Yaya Firpo
Exposición en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Buenos Aires.
23 de marzo de 2013 - 26 de mayo de 2013
Artista consagrado mundialmente, León Ferrari es además un gran constructor de sentidos y su taller, el espacio material donde suceden sus alquimias. La exposición Taller Ferrari aborda el universo que se genera desde ese espacio de creación. En la Sala 1, junto a la obra de Ferrari, se presentan trabajos de Yaya Firpo (único asistente y colaborador del artista) y obras realizadas en colaboración.
La serie que Yaya Firpo presenta en el Conti se llama Fronteras. Con mapas y banderas reflexiona en torno del concepto de inmigración. “Juego de manera plástica con el tema de la división política”, sostiene el artista entrerriano. “La inmigración marca el rumbo de las diferentes poblaciones y da cuenta de la situación que atraviesa cada país. Algunos se abren a la inmigración, mientras que otros se cierran de manera violenta”, reflexiona.
El “Nunca Más”, ilustrado por León Ferrari. La obra que resume la memoria del horror
En la Sala 4, como parte de la muestra Taller Ferrari, se exhiben trabajos de la serie “Nunca Más” (fascículos del informe “Nunca Más” de la Conadep,1984, reeditados por el diario Página 12 y la editorial Eudeba en 1995 e ilustrados por León Ferrari).
Los músicos León Ferrari.
TALLER FERRARI.
León Ferrari - Yaya Firpo.
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Buenos Aires.
* Descripción:
Se muestran imágenes del espectáculo “Testimonios en escena”, que desarrolla fragmentos de la obra Antígona Oriental, cuya dirección correspondió a Volker Loscht y la dramaturgia a Marianella Morena.
La puesta en escena se hizo en el marco de los 20 años de Marchas del Silencio, con el auspicio de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y con la participación de expresas políticas, hijas y exiliadas de la dictadura.
Martes 19 de mayo de 2015, en dos únicas funciones, a las 20.00 hs. y a las 21.00 hs., en el Teatro Florencio Sánchez, Grecia 3281, Cerro, Montevideo.
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¡Basta ya de impunidad!
VERDAD Y JUSTICIA
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Audio:
Gallo rojo, gallo negro de Chicho Sánchez Ferlosio,
en la voz de Carmen Baliero (Signos, Pronunciamiento global por un No al neoliberalismo).
Dice Carmen Baliero en una entrevista a Página12, 01/02/2016:
El gallo rojo” me atrajo porque es la única canción de protesta que pone en duda lo que dice. Deja la posibilidad de que la historia no sea como la cuenta el relator. Y eso tiene que ver con el anarquismo, que no se arroga el derecho de verdad histórica. El relator toma partido por el gallo rojo al que llama “valiente” en contra del gallo negro al que llama “traicionero”, pero lo que marca en el estribillo es que podría ser mentira lo que dice. “¡Ay! Si es que yo miento,/que el cantar que yo canto/lo borre el viento...”
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Gallo rojo, gallo negro. Letra:
Cuando canta el gallo negro
es que ya se acaba el día.
¡Si cantara el gallo rojo,
otro gallo cantaría!
¡Ay! ¡Si es que yo miento
que el cantar que yo canto
lo borre el viento!
¡Ay! Qué desencanto
si me borrara el viento
lo que yo canto!
Se encontraron en la arena
los dos gallos frente a frente.
El gallo negro era grande
pero el rojo era valiente.
¡Ay! ¡Si es que yo miento
que el cantar que yo canto
lo borre el viento!
¡Ay! Qué desencanto
si me borrara el viento
lo que yo canto!
Se miraron cara a cara
y atacó el negro primero.
Se miraron cara a cara
y atacó el negro primero.
¡Ay! ¡Si es que yo miento
que el cantar que yo canto
lo borre el viento!
¡Ay! Qué desencanto
si me borrara el viento
lo que yo canto!
«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...»
Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.
Crónicas de la resistencia
Colección “Tejiendo Memorias”
Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir. Silvio Rodríguez, “Al final de este viaje”
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Albumes fotográficos de la Memoria Para los navegantes con ganas de viento
la memoria es punto de partida
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Son vida abierta ... Cantares en memoria de
Carolina Barrientos,
Célica Gómez Rosano y
Amelia Sanjurjo Casal. Centro Clandestino de Detención y Tortura de La Tablada,
Camino Melilla, Montevideo. 5/octubre/2019.
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Restos hallados e identificados en costas del Uruguay (10):
Nelson Valentín Cabello Pérez. Chileno. Hallado en las costas de Rocha, 22/04/1976. Nacimiento, fecha: 08/10/1953, en Santiago de Chile. Fue secuestrado a los 22 años, el 9 de abril de 1976, en la zona de Valentín Alsina, Provincia de Buenos Aires, junto con su esposa embarazada y su cuñado, quienes permanecen desaparecidos. Ocupación: obrero textil. Actividad política : PRT. Su cuerpo fue hallado el 22 de abril de 1976, en Laguna Garzón, Paraje Las Garzas, en la orilla del mar. Estaba boca abajo, con una tela adherida a una de sus muñecas y los ojos vendados por otra que le rodeaba toda la cabeza y estaba anudada. “Las manos estaban atadas con un trozo de tela azul y los ojos fuertemente vendados con un trozo de tela naranja”. El cuerpo presentaba hematomas y heridas, tenía rotos los dos brazos y múltiples hematomas en el rostro. El diagnóstico primario señala que fue golpeado “salvajemente, muerto y tirado al agua”. El mismo indica que la muerte se produjo antes de su inmersión y que ésta se debió a los múltiples traumatismos recibidos. Sus restos fueron identificados el 17 de agosto del 2012.
Laura Gladis Romero Rivera. Argentina. Hallada en las costas de Rocha, 22/04/1976. Nacimiento: 29/12/1956, en La Quiaca, Jujuy, Argentina. Estado civil: en pareja con Luis Guillermo Vega Ceballos (desaparecido, cuyo cuerpo apareció en las costas de Rocha e identificado en agosto de 2012). Se encontraba embarazada de 4 meses al momento del secuestro. Domicilio: Olavarría 1016, Capital Federal, Argentina. Fecha de desaparición/detención: 09/04/1976. Circunstancias: fue secuestrada junto con su compañero de su domicilio de la calle Olavarría por personal uniformado perteneciente al Ejército argentino. Militancia política: Ejército Revolucionario del Pueblo-Partido Revolucionario de los Trabajadores (ERP-PRT). Datos del hallazgo, en fecha 22/04/1976, en las inmediaciones de la Barra de la Laguna de Rocha, costa del Océano Atlántico. La autopsia señala signos de violación, fractura múltiple de los huesos del miembro superior izquierdo, con total destrucción del codo. Los dos miembros inferiores también están destrozados con restos de haber sido fuertemente ligados, conservándose la cuerda en la pierna derecha. Enorme cantidad de hematomas profusamente diseminados por todo el cuerpo. Destrozo total del cráneo observándose un enorme orificio irregular en la región occipital. Destrozo del macizo óseo facial. “La muerte se produjo por traumatismos violentos que destrozaron prácticamente el cuerpo de la víctima”. Hubo extracción de huellas dactilares. Reducido en 1983, trasladado a osario común 3 años más tarde. Fue identificada en el año 2012, por pericia dactiloscópica, como Laura Gladis Romero Rivera, pareja de Luis Vega.
Luis Guillermo Vega Ceballos. Chileno. Hallado en las costas de Rocha, 01/05/1976. Fecha de nacimiento: 18/09/1947. Estado civil: en concubinato con Laura Gladis Romero (desaparecida, cuyo cuerpo apareció en las costas de Rocha. Identificada en diciembre de 2012). Fecha de desaparición/detención: 09/04/1976. Circunstancias: fue secuestrado junto con su compañera, Laura Gladis Romero, quien se encontraba embarazada de 4 meses, en su domicilio de la calle Olavarría por personal uniformado perteneciente al Ejército argentino. Militancia política: Ejército Revolucionario del Pueblo-Partido Revolucionario de los Trabajadores (ERP-PRT). Datos del hallazgo, fecha: 01/05/1976. Lugar: Costas del Océano Atlántico, a la altura del Balneario La Esmeralda de La Coronilla. Proceso de identificación; 27/08/2012, resulta indubitable que el cuerpo hallado en las costas del Balneario La Esmeralda en fecha 1º de mayo de 1976 pertenece a quien en vida fuera Luis Guillermo Vega Ceballos, pareja de Laura Romero.
Roque Orlando Montenegro Roldán. Argentino. Hallado en las costas de Colonia, 05/05/1976. Roque había nacido el 16 de agosto de 1955 y fue secuestrado con 20 años el 13 de febrero de 1976, junto con su esposa, Hilda Ramona Torres, quien continúa desaparecida y su hija de 13 días, Victoria Montenegro. La niña es apropiada por el Coronel Hermann Tetzlaff que prestaba servicios en Campo de Mayo, recuperando su identidad biológica el 5 de julio de 2000. Roque Montenegro militaba en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Su cuerpo fue hallado el 5 de mayo de 1976 y el informe de la autopsia indica lo siguiente: “(...) Nos inclinamos a pensar que se trata del cadáver de una persona que fue sometida a intensos castigos corporales antes de ser arrojada al agua. Tenía sujeta a su cintura una placa de hormigón de unos siete kilos de peso, atada con cuerda y alambre”. Sus restos fueron identificados el 15 de diciembre del 2011.
María Rosa Mora González. Argentina. Hallada en costas del Río de la Plata, Montevideo, 09/05/1976. Fecha de nacimiento: 15/02/1945. Padres: Carlos Marcelo Mora y Eusebia Magdalena González. Estado civil: casada (su esposo, Jorge Niemal, se encuentra desaparecido). Hijos: 1. Ocupación: Empleada en Fate Electrónica. Fecha de desaparición/detención: 01/04/1976 o 19/04/1976. Reclusión: Presumiblemente en Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Circunstancias: secuestrada en Buenos Aires; operativo represivo en contra de militantes de la Juventud Trabajadora Peronista. Represión contra los trabajadores de Fate y las “coordinadoras interfabriles”. Militancia política: Juventud Trabajadora Peronista (J.T.P.). Datos del hallazgo, fecha: 09/05/1976; en aguas del Río de la Plata, a la altura de la boya blanca, cerca del Banco Arquímedes, a unas 12 millas de la costa uruguaya, por un barco pesquero. 28/05/1976, Policía Federal Argentina Informa a Interpol la identificación positiva de María Rosa Mora.
Floreal Edgardo Avellaneda Pereyra. Argentino. Hallado en costas del Río de la Plata, Montevideo, 14/05/1976. Fecha de nacimiento: 14/05/1961. Lugar: Rosario, Argentina. Padres: Floreal Avellaneda e Iris Pereyra. Fecha de desaparición/detención: 15/04/1976. Reclusión: Comisaría de Villa Martelli, luego trasladado a Campo de Mayo. Circunstancias: en la madrugada del 15 de abril es allanada la vivienda de la familia Avellaneda (Sargento Cabral Nº 2835, Vicente López) por un grupo de varios hombres armados, pertenecientes al Ejército y a la policía de la Provincia de Buenos Aires, que buscaban capturar al padre de Floreal Avellaneda, quien logra huir por la ventana. En ese marco se produce el secuestro de Iris Pereyra y de Floreal Avellaneda (hijo). Ambos son llevados a la Comisaría de Villa Martelli, allí ambos son torturados. Iris Pereyra es trasladada al día siguiente a un centro de detención de Campo de Mayo y puesta a disposición del Poder Ejecutivo el 23 de abril del mismo año. Militancia política: Federación Juvenil Comunista. Hallazgo del cuerpo, fecha: 14/05/1976; en aguas del Río de la Plata, al Sur del Pontón Práctico de Recalada; fue encontrado por el pesquero de nombre “Samarang”, que rescató el cuerpo de las aguas del Río de la Plata. 03/09/1977, División Información de Antecedentes determina que las fichas dactiloscópicas remitidas y las que figuran en el prontuario de Floreal Avellaneda se corresponden entre sí.
Raúl Antonio Niño Cotto. Argentino. Hallado en las costas de Colonia, 05/06/1976. Datos del hallazgo, fecha: 05/06/1976, lugar: Carmelo, en el paraje denominado “Conchillas”, en las aguas del Río de la Plata. Presumiblemente se trataba de un marino argentino que fue reconocido poco después de su hallazgo por el Sub-prefecto argentino de Guazusito y el Prefecto de la Isla Martín García, siendo repatriado en un avión de la Fuerza Aérea Argentina. El resultado de la autopsia había concluido que no se trató de una muerte por inmersión sino por estrangulamiento.
Horacio Adolfo Abeledo Sotuyo. Argentino. Hallado en las costas de Colonia, 05/09/1976. Horacio había nacido el 25 de julio de 1953 y con casi 23 años fue secuestrado en Capital Federal el 21 de julio de 1976, en Av. Belgrano 2027, 4to piso D. Estudiante de antropología, era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Su cuerpo había sido hallado el 5 de setiembre de 1976 y según el Dr. Juan Carlos Rossel: “(...) se encuentra en posición de cúbito ventral, con los brazos extendidos y antebrazos semiflexionados (...) presenta fractura tercio inferior muslo izquierdo y tiene atada una cinta gruesa como las usadas para enrollar cortinas en la muñeca del lado izquierdo. Tiene un corte sobre la parte alta del escroto, total con oblación de ambos testículos y el escroto, hecho con un instrumento cortante (...)”.
Liborio Gadea. Paraguayo. Hallado en las costas de Montevideo, 31/08/1977.
Atilio Eleuterio Arias. Uruguayo. Hallado en las costas de Montevideo, 01/09/1977.
Descripción:
«En el cementerio de Colonia, existen ocho lápidas con la inscripción NN (...) Sólo se sabe que corresponden a los cuerpos de ocho hombres y mujeres, que allá por 1976 aparecieron flotando en las marrones aguas del río como mar, y que a partir de ese momento han permanecido allí, al amparo del pueblo de Colonia, que nunca ha dejado que les falte una flor.
Eran tiempos de silencio y de terror en ambas márgenes del Río de la Plata y no teníamos información todavía sobre los tenebrosos “vuelos de la muerte”», comenta Mario Carrero.
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«Departamento de Colonia: 11 hallazgos (8 cuerpos se preservaron, entre los que fue identificado Raúl Orlando Montenegro, Raúl Antonio Niño y Horacio Adolfo Abeledo, todos de nacionalidad argentina)».
«Entre los elementos comunes que tienen los cuerpos hallados se destacan los siguientes:
1. Los cuerpos aparecidos pertenecen a ambos sexos y sus edades oscilan entre los 19 y los 35 o 40 años.
2. La casi totalidad de los cuerpos evidenciaban señales de haber tenido sus miembros atados entre sí y con pesos para evitar que flotaran.
3. Todos los cuerpos muestran señales de tortura y algunos de violaciones.
4. Algunos de los cuerpos pudieron haber encontrado la muerte antes de ser arrojados a las aguas, por extremadas señales de violencia que presentan.
5. Ningún cuerpo presentaba elementos que pudieran conducir a la determinación de su identidad. Inclusive los últimos dos cuerpos encontrados tenían sus rostros quemados con soplete.
6. Pocos cuerpos tenían ropa o restos de ropas.
7. La mayoría de los cuerpos tenía una permanencia en las aguas mayor a los diez días».
Acompañan el cantar imágenes del Sitio de Memoria de “La Tablada”. Por el Centro Clandestino de Detención y Tortura de La Tablada pasaron más de 200 personas y al menos 13 están desaparecidas:
Luis Arigón, Oscar Baliñas, Carolina Barrientos, Ricardo Blanco, Carlos Cabezudo,
Juvelino Carneiro, Eduardo Gallo, Célica Gómez, Miguel Mato, Félix Ortiz, Omar Paitta, Amelia Sanjurjo y Oscar Tassino.
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Audio:
Canción sin nombre Letra y música: Eduardo Larbanois y Mario Carrero.
Disco CD: Canciones de Santamarta, Larbanois y Carrerro (Sello “Ayuí/Tacuabé”, 2001)
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Letra: Canción sin nombre
Ocho huecos en la tierra,
ocho pozos en el alma,
ocho ausencias sin olvido,
ocho historias sin mañana.
Ocho vuelos por el aire,
ocho tajos en el agua,
ocho espinas lacerantes,
que el mar devolvió a la playa.
Ocho lápidas sin nombre,
ocho abrazos que nos faltan,
y hay ocho manteles puestos,
y ocho incertidumbres largas..
Ocho escuelas sin maestros,
ocho herramientas que aguardan,
y hay ocho pañuelos blancos,
y ocho madres en la plaza.
... y ocho madres en la plaza.
Ocho huecos en la tierra,
ocho pozos en el alma,
en Colonia los cipreses,
ni se olvidan ni se callan,
... ni se olvidan ni se callan,
... ni se olvidan ni se callan.
Descripción: Memoria a la vista. Fotografías de Nancy Urrutia Exposición al aire libre en el Museo de la Memoria.
“Nancy Urrutia es una reportera gráfica nata.
Hizo su primer trabajo como reportera profesional el 27 de noviembre de 1983. Ese día inmortalizó en la figura de Alberto Candeau el clamor de todo un pueblo por democracia, libertad, amnistía para los presos políticos, retorno de los exiliados.
Las nuevas generaciones de fotógrafos deben saber que cuando Nancy comenzó a fotografiar había pocas reporteras gráficas, también deben saber que no había cámaras digitales y que cada fotografía tenía un costo importante en materiales, sin embargo siempre tuvo la foto que necesitaba el medio de prensa y siempre logró ese plus que sólo logran los que saben que están fotografiando la historia.
Si bien no considero que ‘una foto vale más que mil palabras’, creo que la fotografía nos ha permitido ‘ver’ lo maravilloso y lo terrible que podemos ser los seres humanos, nos ha ayudado entonces, a ver y a vernos y eso es lo que ha hecho Nancy, sus fotografías nos permiten reconocernos en esta etapa de la historia reciente del país.
Al haber tenido el privilegio de trabajar con el archivo (impecable) de Nancy, veo que para ella no hay gestas grandes y pequeñas, va siempre más allá del hecho en sí, fotografía el abrazo solidario, la sonrisa de esperanza, la mirada de bronca o de tristeza, el gesto de dolor o de alegría.
Nancy no juega a la imparcialidad, sabe que no hay objetividad posible, y nos muestra en sus fotografías esos momentos en que Juan y María Pueblo construyen la historia. Fotografía desde los desposeídos, desde los que buscan justicia. Nancy ‘se’ fotografía en los otros”.
“El período que tomamos para esta exposición va desde 1983 a 1989. Es un período de la historia de nuestro país donde pasamos por la lucha y la alegría por las libertades reconquistadas, al dolor de la pérdida del plebiscito por la anulación de la ley de caducidad, al dolor de la pérdida de Sendic, en que más allá del acuerdo o no con su manera de luchar, un pueblo entero supo que se iba un referente de la consecuencia.
No pretendimos abarcar todos los hechos que se sucedieron en esos años, pero esperamos que la selección que hicimos transmita una idea de cómo nuestro pueblo vivió esos años y de lo excelente reportera gráfica que es Nancy Urrutia”.
Annabella Balduvino
Texto de la presentación de la muestra en el Museo de la Memoria de Montevideo.
Liberación de las últimas presas políticas Jefatura de Policía. Marzo de 1985.
Memoria a la vista.
Fotografía de Nancy Urrutia.
Museo de la Memoria, Montevideo.
Descripción: Dibujos y reflexiones en los Juicios de Crímenes de Lesa Humanidad (2010 – 2014). Exposición en el Museo de la Memoria de Montevideo.
Julio/Agosto/2014.
Testigo Eduardo Giardino Causa ESMA.
Dibujos urgentes.
Eugenia Bekeris y María Paula Doberti.
Exposición en el Museo de la Memoria.
Montevideo. Julio/Agosto/2014.
Descripción: Retratos compartidos entre el dibujante y el retratado. Exposición en el Museo de la Memoria de Montevideo. Mayo de 2017.
Las personas dibujadas y algo de sus vidas:
1) Emilio Guagnini. Abogado, docente universitario, militante de HIJOS, abogado querellante en causas por delitos de Lesa Humanidad. Hijo de María Isabel Valoy (secuestrada y desaparacida el 28/05/1977) y Diego Julio Guagnini (secuestrado, desaparecido el 30/05/1977 e identificados sus restos en el año 2012).
2) Silvia Aleksander. Su madre es una sobreviviente de un Campo de Concentración nazi.
3) Julieta Colomer. Desde hace diecisiete años vincula su trabajo a problemáticas sociales procurando dar visibilidad a diversos procesos en torno a la construcción de verdad y justicia, especialmente aquellos en que el Estado se ha manifestado ausente. Es hija de Enrique Colomer detenido-desaparecido en Mar del Plata el 20 de mayo de 1977.
4) Natalia Rus. Natalia Rus es hermana de Daniel, desaparecido en la última dictadura argentina, y tanto Natalia como su esposo José Scheinkopf, son hijos de sobrevivientes de la Shoá.
5) Ana María Careaga. Fue secuestrada el 13 de junio de 1977, cuando tenía 16 años y estaba embarazada de menos de tres meses. Estuvo detenida-desaparecida en el Centro Clandestino de Detención conocido como “Club Atlético” durante casi cuatro meses. El 8 de diciembre de 1977 fue secuestrada su madre Esther Ballestrino de Careaga, quien fue arrojada viva al mar con otros compañeros de cautiverio y cuyos restos fueron identificados en el año 2005 por el Equipo Argentino de Arqueología Forense.
6) Fabiana Rousseaux. Fabiana Rousseaux nació en Buenos Aires en 1954. Hija de Miguel Angel y Nora. La interminable noche del 12 de mayo de 1975 su casa fue allanada, como la de tantas otras familias que por esos años debieron sufrir la crueldad del terrorismo de Estado. Ella tenía 12 años, su hermana Mariana 11 y su hermano Lucas 2. Estaban durmiendo en su casa junto a su madre. Su padre fue secuestrado en un allanamiento conjunto en otro domicilio. A partir de esa noche nunca más volvió a ver su casa, ni a sus compañeros de escuela, ni a sus familiares. Se dedicó a la psicología y trabajó desde sus inicios como terapeuta para personas en situación de vulnerabilidad social.
7) Clarisa Salinardi Torres - Kütral Küwü (Manos de Fuego). Clarisa es miembro de la comunidad Günün a Kuna - Mapuche (Tehuelche - Mapuche) de la región de la Pampa, Argentina. Werken (Mensajera, Vocera) y miembro del Consejo de la actual comunidad Vicente Catrunao Pincén. Tahilfe (mujer que canta tahil - canto sagrado) de las comunidades de Chorriaca y Huncal, Neuquén.
8) Herman Schiller. “Soy Herman Schiller, argentino, judío y revolucionario, y lucho para que todas estas categorías, que para muchos parecen contradictorias, puedan encontrar una síntesis superadora.”
9) Luis Eduardo Pincén, tataranieto del legendario cacique que resistió a la Conquista del Desierto e integrante de una comunidad que lleva su nombre.
10) Pablo Spinella, hijo de desaparecidos en la última dictadura militar, es autor de La imposibilidad del olvido (Nuestra América), de Pablo Spinella, novela prologada por Ana Careaga y Estela de Carlotto.
11) Beatriz Sznaider, hermana de Jorge Víctor, detenido desaparecido, el 12/5/79, en Buenos Aires; existe casi la certeza de que Jorge, junto con un grupo de amigos con quienes compartía un taller literario, fue llevado a Campo de Mayo, a la Escuela de Caballería y que en su detención intervino la Policía Bonaerense a través de la Comisaría de Villa Lynch.
Luis Eduardo Pincén Lápiz sobre papel,
técnica mixta, 100x70 cm, 2015.
Tu mirada Retratos testimoniales intervenidos
Eugenia Bekeris Exposición en el Museo de la Memoria,
Montevideo. Mayo/2017.
Descripción: Ángeles del olvido, ángeles de la memoria
Pinturas de Patricia Silva Ibañez.
Exposición temporal en el Museo de la Memoria,
Montevideo. Mayo/2017.
“Ángeles del olvido, ángeles de la memoria” es una muestra de once óleos pintados con óleo y acrílico sobre papel embalaje en el año 1996, e impresas sobre vinilo con sus medidas reales, para volver a ser mostradas veinte años después ya que el tema sigue vigente.
Hablan del rescate a través de la memoria, a pesar de las heridas y holocaustos que sufren los pueblos por las guerras y dictaduras.
Partiendo del período oscuro que vivió Uruguay entre 1973 y 1985, y de las violaciones de los Derechos Humanos bajo la forma de prisión, asesinatos y desapariciones forzadas, la muestra busca ser un camino de resiliencia, un canto de esperanza que apuesta a la vida.
Esta obra fue presentada en el año 1996 en Cinemateca Pocitos, con el auspicio de Amnistía Internacional.
Junto a la muestra se presenta un álbum ilustrado con poemas que parten de estas pinturas.
Colectivo de escritores que participan del álbum ilustrado, por orden de aparición: Guillermo Silva, Delma Perdomo, María de Lourdes Cabrera,
Nedy Varela, María Pizarro, Hugo Giovanetti, Mirta Díaz, Eli Rodriguez, Sandra Blanco, Lilián Toledo, Tere Costa,
Rossana Aicardi, Mabel Estévez, Zully García, Raquel Méndez, Patricia Silva.
Los poetas que forman parte de este poemario, escribieron a partir de lo que les dice la temática y la obra de Patricia Silva, aportando también material que ya tenían sobre el tema de la memoria y los desaparecidos.
Patricia Silva Ibáñez es artista plástica y escritora, Licenciada en Artes Visuales, egresada del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes de Uruguay. Tiene formación en arte en el taller del pintor uruguayo Edgardo Ribeiro (padre), en el taller del pintor uruguayo Osvaldo Paz y en el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, Taller Fundamental pintor Tola Invernizzi.
Ángeles del olvido,
ángeles de la memoria Pinturas de Patricia Silva Ibañez.
Exposición en el Museo de la Memoria,
Montevideo. Mayo/2017.
Descripción: Imágenes de la exposición en el Museo de la Memoria de Montevideo,
llevada a cabo en los meses de julio y agosto de 2014.
Tejiendo Memorias Dibujos y reflexiones en los Juicios de Crímenes de Lesa Humanidad
«Hoy se llevan adelante los Juicios de Crímenes de Lesa Humanidad en los tribunales de distintas provincias argentinas, como resultado del compromiso de los organismos de Derechos Humanos en la búsqueda de la Verdad, la Memoria y la Justicia a 38 años del golpe cívico-militar en Argentina (1976 1983).
La posibilidad de presenciarlos es una oportunidad histórica sin precedentes. Los juicios fundan una nueva etapa institucional en nuestro país, contribuyen a evitar el olvido y la repetición de hechos aberrantes. Nos permiten desplegar estrategias de reparación del dolor.
Dan visibilidad al genocidio, cuyos responsables intentaron arrasar toda huella de sus crímenes y su responsabilidad criminal al “desaparecer” a las víctimas.
En el 2010 el Tribunal Oral y Federal N° 5 prohibió que las cámaras registren los juicios. Por ello y bajo la consigna “No se los puede filmar, no se los puede fotografiar, pero se los puede dibujar” la Agrupación H.I.J.O.S. y el Departamento de Artes Visuales del Instituto Universitario Nacional del Arte (I.U.N.A.) invitaron a dibujar a los militares acusados en los juicios por violaciones a los Derechos Humanos que hoy continúan. Los llamaron “Clases con modelos vivos en Comodoro Py”.
Abrimos un espacio de reflexión, desde nuestra práctica como dibujantes en los juicios, sobre su significado en la reconstrucción de la memoria social de las dictaduras, el papel de los Derechos Humanos en la recuperación democrática del Cono Sur».
Eugenia Bekeris, María Paula Doberti, 2014
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Tejiendo Memorias RECUPERANDO IDENTIDADES
Unidad Especializada para causa de apropiación
de niños durante el terrorismo de Estado
La Unidad Especializada para la causa de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado fue creada por la Procuradora General de la Nación mediante la resolución PGN 435/12 (en el ámbito de la Procuradoría de Crímenes contra la Humanidad) a fin de atender la dedicación específica y el tratamiento especial que requieren los casos de apropiación cometidos, las obligaciones internacionales asumidas por el Estado argentino en la materia y la necesidad de velar por el cabal cumplimiento de la instrucción general PGN 398/12 “Protocolo de Actuación para causas por apropiación de niños durante el terrorismo de Estado”.
Mediante esta instrucción, la Procuradora General fijó a su vez las pautas de actuación que deben adoptar los fiscales en las causas de la materia para lograr una mayor eficiencia en la persecución y una reducción en los largos períodos de tiempo que insumen.
En función de los objetivos principales fijados a la Unidad Especializada, las tareas desarrolladas consisten en el seguimiento del trámite de las causas por apropiación que tramitan ante la justicia federal de todo el país; brindar colaboración a las fiscalías intervinientes mediante asesoramiento jurídico y/o el diseño de estrategias de investigación; llevar adelante investigaciones preliminares en los términos del art. 26 de la ley 24.946; y disponer acciones interinstitucionales necesarias para mejorar la investigación y el juzgamiento de los casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado.
“... Un día antes de que se inaugurara la exposición, el jueves 9 de julio, la diaria concurrió al Museo de la Memoria, donde las artistas que llegaban desde Buenos Aires armaban la muestra Dibujos urgentes ... La exposición, compuesta por unos 80 de los 150 dibujos, nunca se había exhibido antes como tal. Sus autoras consideran esencial que este trabajo se muestre en ‘espacios de memoria’, y tienen previsto que después se traslade al Parque de la Memoria, en Buenos Aires.
En una mesa del sótano, Bekeris y Doberti mostraron una serie de dibujos, hechos en hojas de cuadernos A4 (todavía se veían las marcas de las espirales) más o menos amarillas. Algunos estaban enmarcados, con un sencillo borde negro, muy sobrio, y otros todavía no, porque el trabajo de exponerlos estaba en proceso.
En varias de esas hojas, aparecían testigos uruguayos, la mayoría retratados durante la causa del Plan Cóndor, que continúa. Las imágenes y los apuntes que los acompañan fueron hechos con lápiz gris de grafito. Sobre la presencia de texto junto a las imágenes, Doberti explicó que hay una parte que es información práctica (el nombre de las personas, el juicio, la fecha). A ésta se suman los apuntes que ‘cuentan’. Por ejemplo, Doberti mostró el retrato de un testigo uruguayo al lado del cual se lee, entre comillas, ‘me hacen el submarino en un balde’. Acerca de esa frase, Doberti se preguntó: ‘¿Cómo voy a dibujar eso?’. Se podría dibujar la escena, pero ‘no tenés tiempo, es un instante’, explicó.
De todas maneras, Bekeris remarcó que el objetivo no era ‘hacer metáforas’, sino ‘tomar documentación’; no disparar su imaginación, ni interpretar. ‘Son esos lugares en que el límite entre el arte y el documento de memoria son híbridos’, dijo Doberti. A su vez, Bekeris explicó que pusieron su arte al servicio de la memoria ...”
Los vuelos de la muerte “Si usted cree que una banda de diez tipos puede llegar a movilizar aviones de Prefectura y de la Armada está un poco equivocado. Era una fuerza armada que se estaba movilizando. La gran diferencia que tenemos es que usted le llama banda. Yo digo que la Armada actuó como Armada hasta que se me crearon dudas. ¿Por qué no se dice la verdad si se actuó como Armada Argentina, si estábamos cumpliendo órdenes perfectamente dadas a través de la cadena de comando? Toda la Armada sabía lo que se estaba haciendo”.
Adolfo Schilingo en la entrevista con Horacio Verbitsky en “El Vuelo”.
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Sabían, aprobaban y participaban ... “Numerosos cuerpos recuperados en las costas argentinas y uruguayas pudieron ser identificados como desaparecidos de diferentes Centros Clandestinos de Detención. En 1995 el represor de la ESMA Adolfo Schilingo narró extensamente al periodista Horacio Verbitsky la metodología de exterminio denominada como vuelos por los propios represores. Schilingo detalla el procedimiento, la autorización de la Iglesia Católica, la utilización de inyecciones anestésicas, la participación de médicos, la amplia participación de los oficiales, el tipo de aviones utilizados (Electra, Skyvan), la utilización del aeropuerto militar de Aeroparque en Buenos Aires. La información suministrada por Schilingo no fue la única. Pese a los pactos de silencio, algunos miembros de la Armada se quebraron con el paso del tiempo y narraron a otros lo sucedido”.
Elbio Ferrario, Director del Museo de la Memoria.
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Música:
1) Niña gris,
de y por Daniel Viglietti
2) Milonga triste,
de Sebastián Piana,
interpretada por Atahualpa Yupanqui
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Imagen, Memoria e Historia
«A mí me costó mucho
encontrar una fotografía
para ponerme en el pecho ...
No tener las fotos de la familia
es como no formar parte
de la historia de la humanidad ...»
Diálogo en la película La ciudad de los fotógrafos.