Murga Diablos Verdes Actuación en el "Carnaval solidario con Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos". 20 de febrero de 2017, Velódromo Municipal de Montevideo.
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Recopilación de algunos cantares de José Carbajal, “El Sabalero”; oriundo de Juan Lacaze, Departamento de Colonia, en Uruguay. En tiempos de la dictadura cívico-militar en Uruguay, vivió en exilio en Holanda.
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Contenido:
01) 00:00:00. La flota; con Murga Diablos Verdes.
02) 00:05:19. Pal abrojal
03) 00:09:59. Aquello; de Jaime Roos.
04) 00:12:48. Los panaderos
05) 00:16:35. Grillo cebollero
06) 00:22:51. Milonga del fusilado; música de J. L. Guerra, letra de C. M. Gutiérrez.
07) 00:28:21. El hombre del mameluco
08) 00:32:35. Trocha angosta
09) 00:37:57. Pa acarrear el agua
10) 00:43:09. Carita gris / Note vayas Pedro
11) 00:51:49. Colmeneras
12) 00:58:58. Regalo de boda; de y con Pepe Guerra
13) 01:02:44. Bailongo de Alcasotro
14) 01:07:47. Fosforito
15) 01:10:50. Pa'l que se va
16) 01:27:55. Mis flores negras; poema de Julio Flórez
17) 01:31:28. Juventud; de Carlos Molina
18) 01:36:02. Guitarra; poema de Nicolás Guillén
19) 01:39:57. Bailando con los negros; poema de Pablo Neruda
20) 01:44:51. Basta ya; de Atahualpa Yupanqui
21) 01:51:00. Hasta siempre; de Carlos Puebla
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José Carbajal “el Sabalero”, canta a sus tierras
“La flota” fue grabada en 1983, en un año que fue de gran crecimiento de la resistencia del pueblo uruguayo a la dictadura, un momento en que para los exiliados uruguayos, como el mismo Sabalero declaraba, ya parecía más cercana la vuelta al país, a la querida tierra. Primeramente “el Sabalero” la cantó con Pepe Guerra y luego con la murga Falta y Resto, y la canción se convirtió rápidamente en uno de los cantares de la resistencia y en expresión de ese anhelo de reencuentro del pueblo uruguayo.
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Letra de: La Flota
Volver... volver a ver tu cielo azul.
Sentir... tu verde canto de mar ...amor.
Vivir ... con renovada alegría
la esperanza que un día fue
tu calor tierra mía y se ...
se perdió en el adiós.
Volver... desde los tercios del alma gris
a ti, ... madre tibia y brutal ... dolor.
Sentir ... como rebrota la infancia
de la oscura distancia que
nos quemaba la vida ayer
y hoy es puente de amor.
¡Saluden!
porque ...
La gente manda cariño,
manda nostalgia, manda tristezas.
La gente no cree en la muerte,
quiere la vida, busca belleza.
La barra soltando amarras
anda el camino de la querencia.
La tierra siempre se aferra
a los rincones del corazón.
La flota no quiere otra
que ver la tierra donde nacimos.
El tiempo vendrá cantando
lo que ganamos, lo que perdimos.
Volver es robarle al tiempo
la batallita de la experiencia.
La tierra nunca es ausencia
cuando se lleva en el corazón.
Volver... desde los tercios del alma gris,
a ti, ... madre tibia y brutal ... dolor.
Sentir ... como rebrota la infancia
de la oscura distancia que
nos quemaba la vida ayer
y hoy es puente de amor.
La gente manda cariño,
manda nostalgia, manda tristezas.
La flota no quiere otra
que ver la tierra donde nacimos.
La barra soltando amarras
anda el camino de la querencia.
La tierra siempre se aferra
a los rincones del corazón.
Volver es robarle al tiempo
la batallita de la experiencia.
La gente no cree en la muerte,
quiere la vida, busca belleza.
El viento vendrá cantando
lo que ganamos, lo que perdimos.
La tierra nunca es ausencia
cuando se lleva en el corazón.
Volver... volver a ver tu cielo azul.
Sentir ... tu verde canto de mar, ... amor.
Vivir ... con renovada alegría
la esperanza que un día fue
tu calor tierra mía y se...
se perdió en el adiós.
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* Galería de imágenes que acompañan este audiovisual:
Abrir en página nueva los álbumes de fotografía:
1) Colonia, Patrimonio Histórico de la Humanidad Descripción: Una visita a la ciudad de Colonia del Sacramento, cuyo casco antiguo está declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Ruinas del Convento de San Francisco
y el Faro de Colonia. Vista desde la Plaza Mayor.
Calle De San Francisco,
Colonia del Sacramento.
Bastión del Carmen Cisterna subterránea,
bajo el escenario de la Sala de espectáculos.
Rivadavia 211, Colonia del Sacramento.
3) Fantasía de mar, color y farolitos (1) Descripción: Un recorrido por la ciudad de Colonia, sobre el Río de la Plata. El color y la fantasía de sus barrios y farolitos, es decir, el color y la fantasía de su gente. Flores y banquitos para quien camina por sus calles.
Colores y farolitos Calle De las Flores.
Colonia del Sacramento.
Animal arbóreo Colonia del Sacramento.
Fantasías de cielo y mar Islas San Gabriel y Farallón.
Vista desde el Paseo San Gabriel.
Punta Santa Rita,
Colonia del Sacramento.
5) Carnavales por la Memoria. 2017 Descripción: Carnaval Solidario en el Velódromo Municipal. En solidaridad con Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. 20 de febrero de 2017.
Murga Araca la Cana Actuación en el "Carnaval solidario
con Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos".
20 de febrero de 2017,
Velódromo Municipal de Montevideo.
Museo Indígena Calle Del Comercio, entre Gral. Flores y Del Colegio, Colonia.
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Recopilación de algunos cantares de José Carbajal, “El Sabalero”; oriundo de Juan Lacaze, Departamento de Colonia, en Uruguay. En tiempos de la dictadura cívico-militar en Uruguay, vivió en exilio en Holanda.
«Un rasgo preponderante de la sociedad uruguaya previa a la dictadura fue la cultura gremial como formadora de opinión, de compromiso y verdadera escuela de utopía. Carbajal lo dice en entrevista refiriéndose a su propia historia, “mis inquietudes tuvieron que ver con lo sindical más que con lo político. Lo que quería era defender a la clase social a la que pertenecía. Las consecuencias de esa lucha fueron políticas”. (D’Addario, s/f) […]
En Uruguay se va resquebrajando poco a poco el mito del país bucólico. Se había vivido hacía años la última guerra civil (1904), y llegaban desde lejos, los réditos económicos de las dos Guerras Mundiales, por lo tanto hasta el momento del advenimiento de la pre dictadura y la dictadura, el uruguayo parecía convencido de que las crisis ocurrían fuera, al otro lado del mundo. Con la muerte de Líber Arce en 1968 y la concentración masiva que convocó su entierro, se vuelve incuestionable la tensión política de la época. (Viñar, 2004, pág. 309)
En las décadas del ’60 y ’70 se derrocaron las democracias de América del Sur asaltadas por gobiernos dictatoriales, lo que más tarde se conocería como Plan Cóndor. La barbarie con que se instalaron estas dictaduras apoyándose en un aparato discursivo con el que se pretendía legitimar su poder totalitario, intentó justificarse con un discurso también totalitario y opaco».
Sentados al cordón de la vereda,
bajo la sombra de algún árbol bonachón,
vimos pasar coquetos carnavales,
careta viva de un pueblo con dolor.
Primero fue Pitico y sus muchachos,
Pochilo con su gran inspiración.
El pobrerío rodea los tablados,
es Chirimino que toma la canción.
Tibio febrero de siestas musiqueras,
simple remedo de la felicidad.
Los sensibleros poetas orilleros
le dan la flor al barrio que se va.
Pueblo divino, gorrudo, sabalero,
¡brindo contigo, prestame el corazón!
Quiero el secreto del hombre de tu río,
del hombre chimenea, del canilla cantor.
Dale a mis ojos la luz de tu bohemia,
charlas del Charro, Roberto Guitarrón,
el firulete del Sapo de los verdes,
el fino de Verija, el Loro y su tambor.
Pueblo divino, gorrudo, sabalero,
papel picado, botijas bajo el sol,
¡sigue tu lucha de pan y de trabajo,
que el tamboril se olvida, y la miseria no!
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* Galería de imágenes que acompañan este audiovisual:
Abrir en página nueva los álbumes de fotografía:
1) Colonia, Patrimonio Histórico de la Humanidad Descripción: Una visita a la ciudad de Colonia del Sacramento, cuyo casco antiguo está declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad.
De sol y sombra Al abrigo de un anacahuita.
Plaza de Armas Manuel Lobo,
Colonia del Sacramento.
Bastión del Carmen La gran función.
Escultura de Ricardo Pascale (2000),
alto 410 x largo 720 x ancho 80 cms.
Rivadavia 211, Colonia del Sacramento.
3) Fantasía de mar, color y farolitos (1) Descripción: Un recorrido por la ciudad de Colonia, sobre el Río de la Plata. El color y la fantasía de sus barrios y farolitos, es decir, el color y la fantasía de su gente. Flores y banquitos para quien camina por sus calles.
Colores de la ciudad Tambores del candombe.
Mural.
Asociación de artistas plásticos.
Calle Odriozola, Colonia del Sacramento.
Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Cuba canta a la República Dominicana
La primera grabación que existe de Silvio Rodríguez y Noel Nicola juntos corresponde a un concierto que tuvieron durante el evento “Siete Días con el Pueblo” en la “Casa de Teatro” en República Dominicana, en 1974.
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Contenido. Temas e intérpretes:
Lado A
01) Óleo de mujer con sombrero
Silvio Rodríguez.
02) Madre
Silvio Rodríguez.
03) María del Carmen
Noel Nicola.
04) Comienzo el día
Noel Nicola.
05) Jerusalén año cero
Silvio Rodríguez.
06) El elegido
Silvio Rodríguez.
Lado B
01) Te perdono
Noel Nicola.
02) Verano
Noel Nicola; poema de César Vallejo.
03) Con las letras, la luz
Noel Nicola; celebrando la campaña de alfabetización.
04) Te doy una canción
Silvio Rodríguez.
05) Días y flores
Silvio Rodríguez.
06) Santiago de Chile
Silvio Rodríguez.
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Imágenes que acompañan a este audiovisual:
1) álbum: De sol, mar y huertas: Canelones, Uruguay Descripción: Sugerencias para la mirada: recorriendo los variados territorios del Departamento de Canelones. A lo largo de las costas del Río de la Plata: El Remanso, Neptunia, Parque del Plata, Atlántida, ...
3) álbum: Por tierras del Este: Departamento de Maldonado Descripción: Sugerencias para la mirada: una visita a las ciudades de San Carlos y Piriápolis, a Bella Vista, y a las playas de la costa atlántica; Departamento de Maldonado, Uruguay.
4) álbum: Cuba. La Habana. Plaza de la Revolución. Memorial José Martí Apuntes de viaje. Recorriendo Cuba. El álbum recoge imágenes de la Plaza de la Revolución, del Memorial José Martí y de edificios en la zona adyacente a la plaza; julio/agosto 2019.
«Pobre mundo», pertenece al poemario homónimo, publicado en 1966 y republicado en 1988. Después queda integrado en las varias ediciones de la Poesía reunida de Idea Vilariño que se publican a partir de 1994 y de su Poesía completa desde 2002.
“Campo de refugiados"
Octubre de 2023.
Jabalia, Norte de Gaza, Palestina.
«Todo está guardado en la Memoria»
Quinta “Feria de la Memoria”
Sede de Affur, en Montevideo.
4/10/2024
Muestra fotográfica:
Paremos el genocidio en Palestina
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Pobre mundo Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja mojada
borrara su lugar en el espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo
se le caerá la vida como una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose despacio
como una llaga entera
como un muerto.
Idea Vilariño
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Abrir recitado por Idea Vilariño, en página aparte:
enlace: Pobre mundo
Nochebuena Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse.
En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo estaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
- Decile a... –susurró el niño–. Decile a alguien que yo estoy aquí.
De Eduardo Galeano, El libro de los abrazos,
Ediciones del Chanchito, Montevideo, 1993, p. 58
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El Capitaloceno, una nueva era geológica Se caracteriza por la destrucción de los bienes y reservas naturales; y en el plano ético-cultural, por el absoluto menosprecio de la vida. El exterminio de poblaciones indígenas en Africa y América caracterizan este período; Europa languidece sin tener que decirle ya más nada a nadie; se transmite en directa el exterminio de la población palestina por parte del Estado sionista de Israel, y se calla; quizás, como Idea Vilariño, sólo quepa decir “pobre mundo” y seguir luchando con la vieja consigna “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Descripción: Audiovisual, duración: 3‟47”
Las imágenes son obras de Antonio Berni que fueron expuestas en la muestra “Juanito y Ramona”, llevada a cabo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), desde el 31/10/2014 al 23/02/2015.
Audio: La Navidad de Juanito Laguna. Letra de Manuel José Castilla; música de Gustavo Leguizamón; interpretada por Mercedes Sosa.
Ex Hogar Burgues,
en Montevideo. Centro femenino de reclusión para niñas y adolescentes;
cárcel para menores durante la dictadura.
Visita del 5 de setiembre de 2025.
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En ese antiguo centro, junto a las otras niñas y adolescentes, durante la dictadura permanecieron recluidas adolescentes presas políticas, al menos entre 1972 y 1973. Con posterioridad a 1973, todas las adolescentes presas políticas fueron alojadas en el Hogar Yaguarón.
Actualmente el predio pertenece al Instituto Nacional de Inclusión Social y Adolescente (INISA), y es un centro de reclusión de adolescentes varones; sito en la calle Burgues 3191, esquina Margat.
Durante la visita dan testimonio Susana Petraglia y Mónica Charquero, ex detenidas en el Hogar Burgues.
La visita se desarrolla acompañados por la actual directora del Hogar, Adriana Ferreira, y por Mercedes Cunha, de la Red Nacional de Sitios de Memoria.
Las ex detenidas traen a la memoria el pasillo de entrada y la celda de castigo. Posteriormente se da un amplio diálogo con los visitantes.
Se recuerda también al ex Alvarez Cortés, hogar masculino para adolescentes,
y se escucha la voz de familiares de actuales detenidos en las cárceles del Uruguay y de las condiciones de vida en las mismas.
Se concluye con la visita de antiguas estructuras de represión, similares en distintos centros, y no tan pasadas.
Testimonio:
–Carlos Trotta, no pudo olvidar esta historia: para conservar un testimonio visual, le pedí si podía sacarle una foto; tenía las dos piernas amputadas e hizo un esfuerzo para erguirse y con una mano alzada me dijo que sí, con dos dedos de su mano en V.
Gaza hoy: hambruna y genocidio Encuentro en el Parlamento
Montevideo, 3 de setiembre de 2025
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El encuentro contó con las intervenciones de:
Elena Zaffaroni. Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Los Derechos Humanos y Palestina.
Fernanda Aguirre. Secretaria de Derechos Humanos del Pit-Cnt. Genocidio en Gaza y los trabajadores.
Gregory Randall. Docente de la Universidad de la República. Escuelas y su destrucción sistemática en Gaza.
Francisco Claramunt. Semanario Brecha. Palestina y el periodismo.
Luis Pedernera. Comité de Derechos del Niño en Naciones Unidas. La masacre de niños en Palestina.
Carlos Trotta. Médicos Sin Fronteras; integrante de la “Flotilla de la Libertad”.
Gaza hoy. Ausencias Foto original del colectivo Coordinación por Palestina
Del libro 197, historias ilustradas:
–Buen día Ricardo ¿Algo para mí?
–¡Hoy sí, Pérez!
Pérez había estado esperando una carta de su hijo menor, que se encontraba en Chile. Ricardo, el cartero, en sus manos llevaba emociones. Era un cómplice de historias de familias.
–¡Son postales, Ricardo! ¡Mirá qué hermoso lugar!
Ricardo Altamirano Alza, ilustración de Amalia Rodríguez
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De Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos:
Desde Madres y Familiares queremos saludar y dar a conocer, con profunda emoción, la identificación de Ricardo Altamirano Alza. Ricardo nació el 4 de agosto en Mercedes, departamento de Soriano; hijo del matrimonio entre Armando Altamirano y Leonor Elvira Alza Castro. En los años 70 fue a vivir a la Argentina, radicándose en Buenos Aires, lugar donde se produce su desaparición en 1976.
Como consecuencia del incansable trabajo de los antropólogos argentinos, en noviembre de 2009 se produce la exhumación de una tumba NN en el Cementerio Santa Mónica, de Merlo, Provincia de Buenos Aires, donde son encontrados restos de dos masculinos, jóvenes, ambos muertos por disparos de arma de fuego. La identificación, en ese momento, no fue posible por insuficiencia de muestras pero, hoy, gracias al trabajo incansable del Equipo Argentino de Antropología Forense, es que podemos decir que los restos de Ricardo Altamirano han sido finalmente identificados.
Los restos de Ricardo esperan hoy para reencontrarse con su familia, con su hijo que por tantos años lo ha buscado.
Ricardo Altamirano Alza, ¡presente!
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Ricardo Altamirano Alza, tus cartas van llegando
Ficha personal de Ricardo Altamirano Nombre: Ricardo
Apellido: Altamirano Alza
Documento de Identidad: 712.638-8.
Edad: 42 años.
Fecha de nacimiento: 04/09/1934.
Lugar: Mercedes, Departamento de Soriano.
Nacionalidad: uruguaya.
Estado civil: Sin datos.
Hijos/as: 2.
Domicilio: Ciudadela 1186 apartamento n° 5 (Uruguay, en 1963).
Fecha de secuestro/detención: Fecha: 25/08/1976.
Lugar: Merlo, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Fecha de muerte: 25/08/1976
Víctima de Desaparición forzada
Circunstancia: Presumiblemente es asesinado con un tiro en la cabeza y enterrado como N.N.
Hallazgo de restos: Inhumación, Cementerio de Santa Mónica, Merlo, Provincia de Buenos Aires.
Exhumación: 00/11/2009. Realizada por: El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) exhuma dos cuerpos inhumados como N.N.
Identificación de restos: 12/04/2010. El EAAF se contacta con la entonces Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz solicitando documentos identificatorios de un uruguayo muerto en Argentina que no había sido denunciado como desaparecido. La solicitud aporta el nombre de Ricardo Altamirano Alza, fecha y lugar de nacimiento así como los nombres de sus padres.
02/09/2010. Daniel Bustamante del EAAF en nota a la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz: “(…) hasta ahora, los restos no están identificados hasta no realizar las pericias de A.D.N. El único, que puede dar como identificada a una persona es el Juez que entiende en la causa”.
31/08/2025. Se notifica la identificación de los restos hallados en el Cementerio de Santa Mónica como pertenecientes a Ricardo Altamirano.
Me dolía verla cantando con un cuerpo que ya no le respondía; aún así sentías la fuerza que siempre la llenó, cantando a su Argentina, a su Tucumán, sentías que no abandonaría nunca mientras le quedara un hilito de voz, que su vida era cantar la vida, gritar por justicia, cantarle a sus pueblos, acariciarlos hondo porque los llevaba en su corazón.
Voz de Latinoamérica, cantó y cantó y cantó, sin ceder. Ojalá que tengamos la fuerza de seguir cantando con ella.
Gracias Mercedes por enseñarnos a cantar.
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* Documento en formato pdf. Cancionero.
Contiene una lista de enlaces con más de doscientas piezas musicales de Mercedes Sosa;
En los pueblos, con su corazón pequeñito, están llorando los niños.
En las punas, sin ropa, sin sombrero, sin abrigo, casi ciegos, los hombres están llorando, más tristes, más tristemente que los niños.
Versos dedicados al padre Tupac Amaru, en el Tomo V de las Obras completas de José María Arguedas.
Para no olvidar Día Internacional del Detenido Desaparecido.
Actuación de un grupo de estudiantes del I.A.V.A.
Salón de actos de la Facultad de Artes,
Avda. 18 de Julio, Montevideo.
30 de agosto de 2018.
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Cuento para no olvidar jamás Memorias de un 19 de junio en dictadura
Era una madrugada gris, con una llovizna de esas que no paran así nomás.
Mi madre comenzó a recordar con esa frase “madrugada gris” y a partir de ahí comienzo a comprender que lo que me cuenta es realmente oscuro y que está muy oculto en su corazón.
Si le preguntan qué color tenía, dice gris.
Si le preguntan con que imagen lo asocia, dice muerte.
El día del golpe; las calles silenciosas, las caras duras y perplejas.
Ahí en el barrio se gestó la solidaridad y la creatividad, atrás de cada puerta, porque la resistencia adoptó mil vertientes.
Juntar dinero y alimentos para los obreros en huelga se convirtió en su tarea y apuntó al barrio; se golpearon puertas y se recibió aun de los que no se esperaba nada, desde dos huevos hasta grandes sumas de dinero.
Todo era clandestino, hasta la más pequeña tarea debía hacerse de tal manera que pasara desapercibida, porque las calles estaban decoradas por patrulleros, el ejército, la marina y las “fuerzas conjuntas”; a toda hora, en todo lugar había que cuidarse de ellos.
¿Quién no tuvo miedo? La cuestión era transformarlo en acción.
Y aquel 9 de Julio de 1973, este pueblo que a veces no entendemos, transformó el miedo en acción. A las 17 hs era la cita en 18 de julio; el 188 iba lleno y el silencio era total. En 18 y Cuareim se bajaron todos, el destino era el mismo “NO AL GOLPE”; pero de golpe, un pueblo entero probó palos, gases, agua, tiros, caballos; miles de personas sufriendo la represión.
Muchos negocios que estaban abiertos escondían a la gente, porque para los milicos estaba todo permitido.
Allá en el IPA el 18 de Junio del 75 cuando la dictadura reprimía cada vez más y de modo más “eficiente”, se tenía como gremio el CEIPA y se había decidido poner una frase de Artigas en los pizarrones el día anterior a su natalicio; mamá hizo un cartel que hablaba sobre la tiranía.
La cuestión era que cada grupo, en cada salón, a la misma hora, colgase el cartel con la frase.
Llega el recreo y resulta que debían esconder en sus ropas muchos materiales y volantes porque hubo un malentendido de quien los debía tener.
Así a las apuradas, mi madre cuelga el cartel delante de muchas personas, era el recreo y no la vieron, bueno... “casi nadie la vio”.
Termina el recreo, siguen las clases su curso normal; Sociología, el profesor entra y se hace el que no ve el cartel, entra un bedel con la lista, mira el cartel... se va.
Llega la directora y les dice que no se muevan y que saquen la cédula... se va. En un instante tiran los materiales por la ventana sin saber que debajo de ella estaban los milicos de brazos abiertos a la espera de sus papeles. Llegan, entran al salón, eran muchos, eran de la 6ª y llegaban para detenerlos. Salen en fila escoltados por ellos, por el patio del IPA, y los compañeros miraban desde sus salones sin poder creerlo.
Afuera les esperaban tres grandes camionetas azules y de ahí a la 6ª; era de noche tanto en cielo como en sus corazones aterrados por el miedo y la incertidumbre.
El comisario, “todo un personaje”, les hace un discurso sobre lo que les podía pasar, dice saber mucho de marxismo y les muestra libros de Marx, que tiene en la biblioteca de la comisaría y les dice que los quiere “ayudar” antes de que vengan los de Inteligencia, se hacían los peleados con Inteligencia.
Con ellos tenían buen pasto para averiguar las cabezas del CEIPA.
Y los llevaron a Minas y Maldonado a Inteligencia, desde el primer momento violencia verbal y terror. Lo peor era que casi todos tenían entre 18 y 19 años y muchos ni se imaginaban la pesadilla interna de ese GOLPE.
Cuando llegaron a inteligencia y vieron como era todo fue para ellos el derrumbe y lloraron sin parar.
Los entran a empujones y no podían mirar para ningún lado.
Ella logra ver algo y cuenta que había un mostrador y vestidos de particular “varios estudiantes” de vaqueros y pelo largo, los famosos “tira”.
Los llevan a un patio cerrado y comienza el plantón. De piernas abiertas mirando a la pared y sin poder tocarla con la cabeza. Un milico de la metro que iba y venía entre ellos jugando con el cerrojo de la ametralladora ¿quería asustar? ¿Y si se le escapaba un tiro? Pasaron muchas horas de plantón, mi madre tenía unos mocasines cocidos que terminaron con las costuras reventadas de tanto que se le hincharon los pies, ¿y saben lo más increíble?
No le dolía nada, ¿por qué? , porque estaba con todo el cuerpo y su psiquis atenta y alerta a lo que pasaba y a lo que podía pasar.
A todo eso les muestran a alguien que estaba desaparecido y deciden hacerlo aparecer entre dos tiras que lo llevaban al baño, pasando en medio de ellos casi sin ropa, caminando arrastrado y todo bañado en sangre.
Tenían miedo hasta de ir al baño porque te acompañaban ellos y vaya una a saber lo que te podía pasar.
De fondo habían gritos horribles, ladridos, ruidos de tiros, la música era siempre cumbia y las voces eran ellos que se aparecían y les decían: - “que palomitas tenemos para esta noche”.
Se acuerda de algo que hoy le da risa, y es que había un perro que lo zucaban hacia ellos y mi madre lo vio negro y enorme, pues en el relato de los demás éste era blanco, con manchas y chiquito.
Y comenzaron los interrogatorios uno por uno; al miedo y la tensión se le sumaba ¡lo que dirían los demás!
Los interrogatorios eran terribles, cuando le toco a mi madre habían tres milicos, uno se hacia el bueno, el otro era malo y el tercero era neutro; la primera violencia era como te arrancaban la cartera, tiraban todo sobre una mesa y si aparecían anticonceptivos te llamaban: - ¡puta!, ¿te acostás con un comunista?
Querían nombres, que ellos la iban a proteger y que si no aparecía el que puso el cartel no salían más y los iban a torturara todos.
En el primer interrogatorio no averiguaron nada y se agudizó el factor asustar.
Los pusieron en fila y no les dijeron nada, los llevaban al primer piso que era donde estaban las salas de tortura; la picana, el submarino, algunos lloraban. Pero el paseo no terminó en el primer piso, siguieron hacia el segundo. Era el HORROR, como un campo de concentración. Era un lugar enorme, oscuro y había gente tirada por todos lados.
Había gente encapuchada y tirada, gente reventada a palos. La ventana, los vidrios rotos, recuerda que le habían contado que un compañero se había tirado por ahí al no soportar la tortura y nuevamente un escalofriante frío le corre por la espalda. Se acerca un viejito, un preso, con una taza de lata, y el humo que salía de ella. Era cocoa para todos, quizás alcanzasen a tomar un solo trago cada uno, pero alcanzó para que ella recordara ese aroma y ese gusto como la mejor cocoa que probo en su vida, y sí, la leche calentita es como estar en casa aunque sea por un ratito.
Amaneció, los formaron de nuevo, ¿a dónde los llevaban?, les gustaba jugar con el factor sorpresa. Los llevaron de nuevo a la 6ª; los varones al calabozo, allí los esperaba un “estudiante” para sacarles información.
A las mujeres las llevaron a la oficina del comisario y otra vez el mismo sermón. Nunca ni una palabra, nadie delató a nadie.
Ahí se enteran de que ese mismo día habían allanado sus casas, en algunas no había nada pero en otras había suficiente, las familias sabían muy bien lo que hacer, para algunas cosas no era necesario hablar o verse, sin hacerlo se podían comunicar y comprender.
La estadía fue un poco larga, pero hasta el día de hoy no se sabe si se creyeron que no sabían nada o fue la influencia del tío de una compañera de clase que era militar, pues ella estaba horrorizada y ni sabía que estaba en dictadura y se enteró ahí, del peor modo, “pobrecita”.
Los soltaron, mi madre salía de ahí con su frazada que le había llevado su hermano y los cigarros la paz suave que le quedaban.
Se sentía en una nebulosa, no sentía nada.
Llega a su casa y allí estaba toda su familia que no paraban de llorar y ella dura sin sentir.
Todas las noches se acostaba y se ponía alerta, a escuchar a esas camionetas que podían parar en su casa, a esos golpes que podría oír en su puerta y a esas voces que podían decir “Fuerzas Conjuntas. Abran”.
Ella es nerviosa, a veces un poco malhumorada, comprensiva, fuma mucho, es profesora, es mamá, es mi MAMÁ; la vida le dio muchos golpes y también le dio el GOLPE.
Sentadas en la vereda de casa entre mate y cigarros, me cuenta lo que le llevó casi veintisiete años recordar bien.
Salen despacito, cuestan, duelen, es que tanto tiempo en el olvido o queriendo ser olvidadas, hacen que sean muy difíciles de contar y que al contarlo la voz se quiebre en mil pedazos.
Una generación entera golpeada, una generación fuerte, que dejó una madre fuerte, que para todos los golpes con su pecho, que me enseñó lo hermoso de la vida y que la amo con todo mi CORAZÓN.
Irene Castro
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Entre mis apuntes me encontré con este relato, que no recuerdo ni desde cuándo lo tengo, ni quién me lo manda, pero que creo comunica con mucha transparencia sentires de nuestro pueblo frente a la dictadura.
Los responsables de tanta barbarie, no son viejitos irresponsables, son los impunes terroristas de estado en Uruguay.
Otro país es posible gracias a la lucha de tantas y tantos como la mamá de Irene.
Paremos el genocidio en Palestina Mientras resista la memoria, los pueblos tejen la historia
Solidaridad con el pueblo palestino, no al genocidio, no al apartheid.
Marcha en Montevideo, 24/07/2024.
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Italia. il manifesto. quotidiano comunista Lunedì Rosso (el manifiesto. cotidiano comunista)
Lunes Rojo. Edición especial
9 de junio de 2025 (*)
El comentario de la semana, por Alia Shamlakh
Desde el apocalipsis de Gaza, ante una larga muerte, en un país donde la vida se ha convertido en un acto cotidiano de sobrevivencia, les escribo mi sangrante testimonio, –yo, Alia Shamlakh. La arquitecta que ya no construye nada, sino la memoria que corre el riesgo de ser borrada; la arquitecta condenada a vivir entre mapas destruidos y a escribir en medio del polvo de su casa convertida en cenizas. Y, sin embargo, sigo en pie sobre los escombros e intento completar mi misión, aunque todo a mi alrededor mire hacia otro lado. Escribo mi testimonio con la esperanza de que sea un grito audible ante un mundo que se ha vuelto sordo al crimen.
TENGO 37 AÑOS, dos de los cuales los pasé en el corazón de la masacre; en los días del genocidio y la hambruna feroz. Dos años de movimientos repetidos y continuos, de tentativos de sobrevivencia, de bailar sobre el filo de la navaja entre la vida y la muerte. Aquí, sobrevivir es un acontecimiento excepcional, no porque sepamos cómo sobrevivir, sino porque esquivamos la muerte por casualidad, es cuestión de unos pocos minutos o de coincidencia. Nuestra casa fue bombardeada mientras estábamos dentro. Nosotros, nuestros hijos y mis padres ancianos. No sufrimos heridas, nadie murió en ese momento, pero la muerte nos rodeó y nos acompañó en todos los lugares que creíamos “seguros”. Nos refugiamos en un hospital por seguridad, pero descubrimos que nos estábamos refugiando en una trampa. Llovían balas y estábamos acorralados con cientos de desplazados, hambrientos, sedientos, aterrorizados. Las paredes temblaban, salía humo del techo, nuestros corazones morían cada vez y no eran enterrados.
Huimos al sur de Gaza, a casa de un familiar en Jan Yunis, luego volvimos a huir al extremo sur, a Rafah, luego a Deir al-Balah y luego, nuevamente, esperemos por última vez, a la ciudad de Gaza. Aquí, en el infierno, no hay margen para la planificación. Hay que improvisar, porque incluso las zonas de “sobrevivencia” están siendo bombardeadas. Empezamos de cero cada vez, no porque seamos “fuertes”, como dicen algunos, sino porque detenernos es un lujo que no podemos permitirnos. Sólo estamos salvando a nuestros hijos del horror del momento, mientras esperamos el horror sucesivo.
EN VEINTE MESES de desplazamiento y huida de la muerte, hemos construido nuestras vidas temporalmente en una tienda de campaña. Una pequeña tienda en el camino que apenas logra contener nuestra respiración, y mucho menos albergar a trece cuerpos. Sin seguridad. Sin privacidad. Sin ninguno de los bienes esenciales para vivir. Durante nuestro desplazamiento, nuestros hijos han dormido sobre baldosas, en el suelo, a la intemperie. Han padecido hambre.
TENEMOS SUELDOS y dinero, pero de nada sirven cuando no queda nada. Seguimos sufriendo una hambruna feroz que nos ha hecho lamentar aquella poca comida enlatada que se podía encontrar hace unos meses. Nuestros cuerpos se han debilitado, hemos bajado de peso, nuestra memoria se ha vuelto borrosa, nuestra concentración se ha debilitado. Todos hemos contraído hepatitis, enfermedades de la piel, infecciones, y nuestra psique está dañada como si nos estuviéramos consumiendo lentamente hasta quedar exhaustos.
TODO EN NUESTRA VIDA ha vuelto a un nivel primitivo. Cocinamos con leña. Bañamos a nuestros hijos con agua que traemos de lejos y calentamos en el fuego. Hacemos largas filas para conseguir un litro de agua. Viajamos en vehículos destrozados y desgastados, a veces tirados por animales. Sobrevivo para seguir trabajando. Sí, aunque no esté en condiciones, voy a trabajar porque la misión que he elegido, o que me ha elegido a mí, no puede abandonarse. Trabajo para una organización internacional para personas con discapacidad; intento seguir trabajando para proteger al ser humano, destrozado ante nuestros ojos. Me pregunto a diario cómo una persona privada del derecho a la vivienda, al agua y a la dignidad puede seguir defendiendo los derechos de los demás. Y cada vez me respondo: vengo de Gaza, de un lugar donde la tenacidad no muere, aunque se convierta en una maldición. Una maldición porque estamos intentando salvar lo salvable de nuestros derechos, viviendo en una realidad que no refleja ningún documento ni convención sobre los derechos.
El mundo entero nos ha defraudado, no por ninguna razón complicada, sino porque prefiere no ver. No estamos muriendo en secreto. Todo está documentado, mismo ante los ojos de todos. ¿Convenciones, leyes, derechos humanos? Hojas al viento o leña para el fuego. El mundo ha declarado la muerte de su conciencia en un frío silencio. Ahora se puede reír con siniestra ironía cuando el mundo habla de “dignidad humana” y “seguridad de la población civil”.
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Todo está guardado en la Memoria Paremos el genocidio en Palestina
Muestra fotográfica.
37 millones de toneladas de escombros. Abril de 2024. Jan Yunis, Gaza, Palestina.
Quinta “Feria de la Memoria”
Sede de Affur, en Montevideo. 4/10/2024
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(*) Nota. La versión original en italiano de este testimonio fue publicada por
«il manifesto, quotidiano comunista», en:
«Lunedì Rosso», del 9 giugno 2025.
Con los mismos guardapolvos ... Intervención de estudiantes de Magisterio.
Día del Desaparecido de la Enseñanza 1° de agosto, de 2018.
Sede sindical de Ademu.
Montevideo.
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Caricias
Tenemos muchísimos párpados,
y en lo hondo, y perdidos están los ojos Julio Cortázar, Papeles inesperados
Caricias del alma –comentó Raquel.
Llevaban acampados más de un mes ante el edificio de la presidencia. ¿Por qué? En defensa del agua ante los continuados tentativos de enajenación de las aguas dulces naturales.
A la carpa se acercaron Lucía y Gabriel.
Les traje algo para compartir –dijo Lucía mientras desenvolvía un paquetito–, es pan casero que hicimos y está todavía calentito. También trajimos un poquito de humus de lentejas, que queda muy rico para acompañar.
Miguel se sonrió y les regaló una de las plantitas con las que él colabora en la lucha por el agua. Era un extraño lenguaje de vida. Me hizo recordar de cuando una muchacha muy joven de una comunidad indígena de Jujuy nos comentó asombrada:
– ¿Pero cómo tienen problemas con el agua?
La pregunta le había salido desde lo más hondo. No podía entender que la avaricia quisiera también enajenarnos el agua, esencialmente vida.
Mónica había cortado en rodajitas el pan casero, untándolo con el humus de lentejas. Miguel había envuelto con cuidado la plantita de regalo. Nos quedamos pensando en ese mundo posible, en un mundo posible con esos lenguajes.
Quise sacar una foto pero no me fue posible. No lograba penetrar en los intersticios de tanta belleza.
– En lo hondo, y perdidos están los ojos –me susurraron al oído.
Al otro día, en una escuela, Lucía que era maestra, mostró en su clase la plantita que le habían regalado en la carpa del agua. Los niños vieron lo que yo no había podido fotografiar. Tenían ojos y esa plantita es la que en su corazón llevaron para sus casas.
Nuestro Julio Castro, desaparecido por la dictadura, por años trabaja en relación con la escuela rural. Cuántos ojos se abrieron con su deambular por las escuelas; cuántos ojos se siguen abriendo desde allí, desde Toledo, donde lo quisieron acallar.
Nuestro solo derecho es empezar otra vez
bajo la luz del sol sereno Juan Gelman, Otras partes
Ella se curvó nuevamente a la orilla del río y continuó lavando. Tenía los ojos irritados, no podía dejar de pensar en Jimena. Ya no volvería a verla, ya no la tendría nunca más a su lado, con esa fuerza hermosa que tenía, cargando los atados de ropa y haciéndole guiñadas risueñas.
Miguel, el hermano de Jimena, tenía apenas dos años menos que ella y con sus diecisiete años se había ido desde Artigas a Montevideo “para probar suerte” con otros trabajos. Le pesaba demasiado la muerte de su padre en los cañaverales y por eso le había dicho a Juanita, su madre:
–Voy a probar, mamá, no te preocupes, vas a ver que algún trabajito consigo.
Juanita y Jimena lo habían ayudado a preparar sus cosas la noche antes de su partida para Montevideo. Las dos lloriqueaban, o mejor dicho los tres lloriqueaban, cuando se despidieron en la terminal de ómnibus. Durante todo el viaje Miguel le fue dando vueltas en su corazón a aquellas dos mujeres de su vida, las dos lavanderas desde siempre. En ese largo viaje ya empezó a sentir la falta de esas dos lavanderitas; las imágenes se sucedían lentamente, a ritmo de caricias: su madre ya no tan joven y siempre cobijándolo, con su trabajo y con sus abrazos llenos de cariño; su hermana, un jurguillo, pegadita a su madre mientras lavaban en el río, cargando y correteando con la ropa.
–Sí Miguel, venite enseguida. Murió Jimena –y su madre estalló en llantos en el teléfono.
Hacía apenas dos años que Miguel estaba en Montevideo. Había hecho todo tipo de changas. Trabajos que le exigían tanto físicamente y que le rendían apenas para subsistir. Le dolía en el alma la lejanía de su tierra, de sus amigos, de su historia, de su padre muerto, de sus dos lavanderitas. Otra vez un largo viaje de vuelta, otra vez mil imágenes de esa su historia, a la que hoy tenía que agregar la muerte de Jimena. Sin saberlo, pensó como su madre: nuestro solo derecho es empezar otra vez.
Se muestran imágenes del barrio Nuevo Comienzo (en Santa Catalina, Montevideo, Uruguay), una ocupación de terrenos abandonados que partió en enero de 2020 y que ha sido duramente hostigada.
Audio: Cuando llora la esperanza Letra y Música: Pablo Estramín.
En la voz del autor.
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Cuando llora la esperanza
Un disparo suena en la noche,
muerte disfrazada de amigo.
Un pibe que pasa corriendo,
con un monedero escondido.
En la esquina fumando base,
con los ojos de roja nube,
buscando aliviar la tristeza,
hay cuatro botijas que curten.
La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.
Les mostramos desde la tele
las mansiones, la buena vida,
los banquetes de los famosos,
y ellos con la mesa vacía.
Para protegernos más tarde,
de la realidad que creamos,
los mandamos al calabozo,
para que los caguen a palos.
La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.
Cuando salen, vuelven al barrio
al dolor de todos los días,
a los gurisitos descalzos,
al terror de la policía.
No entendemos que la injusticia
es la madre de la violencia,
el garrote no arregla nada.
¡Dignidad, comida y escuela!
La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
con mi canto le hago este poncho
pa’ que no se muera de olvido.
La esperanza llora en la noche
por las calles del rancherío,
La esperanza llora en la noche,
¡nunca te me mueras de olvido!